Únicamente cuatro jornadas han bastado para que la máxima competición del fútbol italiano nos brinde uno de los choques más bellos de la temporada. El Derbi de Italia llegaba; quizá a priori  uno de los más desigualados de los último años. La tendencia continuaba y se enfrentaban una hegemónica Juventus frente al Inter, en proceso de reconstrucción.

Los días previos a la cita estuvieron marcados por un presunto desencuentro entre Brozovic y De Boer. Este malestar del técnico con el volante croata se confirmó en la convocatoria para la cita ante el campeón. Brozovic no fue incluido “por comportamiento poco profesional”. Minutos después el propio Brozovic negó las declaraciones de su entrenador.

No se terminaba de comprender la ausencia del jugador juventino en mejor forma ante un rival con gran potencial 

En el momento de la presentación de los onces, la sorpresa se encontraba en el bando bianconero. Allegri relegó al banquillo a Evra, Barzagli e Higuaín. La rotación del ariete argentino fue la más comentada. No se terminaba de comprender la ausencia del jugador juventino en mejor forma ante un rival con gran potencial, a pesar de su situación en la tabla. El encuentro comenzó con un ritmo trepidante. Los pupilos de De Boer querían hacer valer su condición de locales. Por su parte, los máximos candidatos al Scudetto evitaban este primer arreón local intentando mantener la posesión del esférico. Esta tendencia prosiguió los primeros compases de juego, provocando un choque exquisito marcado por la intensidad de ambos conjuntos.

El primer contratiempo del choque lo sufrió el campeón. Benatia, el protagonista, tuvo que retirarse del encuentro lesionado al intentar arrebatar el cuero a Éder, uno de los grandes quebraderos de cabeza de la experimentada zaga juventina. Dejando a un lado las individualidades, el equipo nerazzurri estaba mostrando una clara mejoría respecto a las jornadas previas.

Pasada la media hora, la intensidad inicial empezó a materializarse en ocasiones de gol. Los visitantes fueron los primeros en golpear. Tras una gran jugada de Dybala, el esférico llegó a la cabeza de Khedira, pero el centrocampista alemán falló lo más sencillo. Acto seguido, un contraataque milanés dejaba a Icardi en una gran posición, el argentino intentó colocar el balón en la escuadra pero se fue desviado por escasos centímetros.

El conjunto local repetía su cuarto 0-0 al descanso en las cuatro jornadas de liga

El descanso llegó al Giuseppe Meazza en el mejor momento del encuentro. Con el fin de los primeros 45 minutos continuaba una curiosa estadística. El conjunto local repetía su cuarto 0-0 al descanso en las cuatro jornadas de liga. Olvidando estadísticas, el Inter demostró que si el actual campeón le quiere vencer deberá ponerse el mono de trabajo.

A la vuelta del descanso, los locales aumentaron sus revoluciones aún más si cabe y se hicieron dueños del partido. La Juventus se veía subyugada ante un conjunto que solo había conquistado un triunfo en el campeonato doméstico. A pesar del dominio local, en una de las innumerables subidas de Alex Sandro, llegaría el primer gol del encuentro. El brasileño puso un gran centro desde la izquierda para el posterior remate de Lichtsteiner. Esto solo era el comienzo de la fiesta.

Dos de los acaparadores de los focos desde el banquillo entraban en escena: Higuaín y Perisic

Ni cinco minutos después fue el turno del Inter. Éver Banega golpeo de forma excepcional un envío de córner, e Icardi no falló con su cita con el gol poniendo el empate en el luminoso. Tras el empate era el momento de los cambios; dos de los acaparadores de los focos desde el banquillo entraban en escena: Higuaín y Perisic. El propio Perisic sería el encargado de poner por delante a los suyos. Tras un error de Asamoah, Icardi mandaba un excepcional balón a la cabeza del croata que definió como un auténtico killer.

Con la victoria parcial nerazzurri, el conjunto local pretendía continuar con su condición de protagonista. Pese a lo que muchos pudieran pensar, el actual campeón se veía maniatado por primera vez en mucho tiempo dentro del territorio italiano. Esta condición de dominio terminó en el minuto 90 con la expulsión de Banega por doble amarilla tras una pugna con Alex Sandro.

Un equipo, criticado con razón en los últimos años, ha sido capaz de mostrar pulsaciones de conjunto grande ante el campeón italiano

Los locales fueron capaces de aguantar las última acometidas y sellar un triunfo histórico. Más allá de lo deportivo, lo histórico de este triunfo reside en lo mental. Un equipo, criticado con razón en los últimos años, ha sido capaz de mostrar pulsaciones de conjunto grande ante el campeón italiano. Por su parte, la Juventus se ve obligada a una seria reflexión tras un empate y una derrota en los dos últimos encuentros.