La Europa League, desde que mantiene el formato actual de 48 equipos en su fase de grupos, ha logrado reducir mucho las distancias entre los participantes, al menos en esta fase. Los equipos grandes no se sienten los suficientemente motivados, mientras que los más humildes o aquellos que debutan se ven con opciones de llegar lejos, o al menos de pasar de ronda. Así se siente el Sassuolo, que se no considera inferior, ni mucho menos, a ningún conjunto de esta competición, y ya suma cuatro puntos tras tres jornadas de competición.

Los de Di Francesco visitaban la cancha del Rapid de Viena, el Allianz Stadion, con el objetivo de seguir enganchados a la competición. El técnico del Sassuolo dispuso sobre el césped un once muy similar al del partido ante el Crotone del pasado fin de semana en la Serie A, con apenas un cambio por línea. Entraron Antei por Cannavaro atrás, Mazzitelli por Biondini en el medio, y Matri y Ragusa por Defrel y Ricci arriba acompañando a Politano.

El Rapid de Viena, por su parte, salió también con una disposición táctica muy parecida a la usada por el técnico alemán Mike Büskens en el empate a uno ante el Altach de la pasada jornada. El esquema de 4-2-3-1 lo mantuvo, sin cambios en la línea de cuatro o en la portería, aunque Szanto y Grahovac se quedaron fuera en favor de Mocinic y Traustason.

Una primera parte de muchas ocasiones

A los siete minutos ya ganaba el Rapid de Viena. Sin tiempo para asimilar lo que uno y otro podían hacer en el partido, el mejor jugador del equipo vienés, Louis Schaub, recibió un balón y batió al primer toque a Consigli. El Sassuolo debía mejorar, debía encontrar su fútbol si quería traerse algo positivo de tierras austríacas.

Pero el Rapid no lo iba a poner nada fácil. Cinco minutos más tarde, Thomas Murg pudo batir a Consigli, pero esta vez el veterano portero italiano estuvo acertado. El Sassuolo comenzó a crecer en el partido, y poco a poco fue llegando a la portería de Strebinger. Ragusa y Politano pudieron empatar el partido para los italianos.

Después de unos minutos de dominio visitante, Thomas Murg volvió a generar peligro cerca del área del Sassuolo. Sin embargo, la más clara la iba a tener su compañero Joelinton, justo antes del descanso, pero su remate se fue al larguero. Los locales tuvieron varias ocasiones desde los saques de esquina, pero no pudieron marcharse con una mayor ventaja al descanso.

El Sassuolo salió al ataque

En la segunda mitad, Di Franceso metió a Defrel por Ragusa, y se notó. Nada más entrar pudo batir a Strebinger, pero el portero realizó una magnífica parada para evitar el empate. Sin embargo, el portero no iba a poder hacer nada ante los ataques de sus propios compañeros, ya que Schrammel fue a despejar un balón pero acabó marcando en su propia portería.

A partir de aquí, con 25 minutos por delante, parecía que el partido iba a abrirse más, cosa que no sucedió. Ambos conjuntos no quisieron perder el punto que ya poseían, y el marcador no se movería más. Ni siquiera los cambios pudieron desequilibrar la balanza en favor de uno y otro.

El Sassuolo, con opciones de pasar a dieciseisavos

Tras tres partidos disputados, el Sassuolo ocupa la segunda posición del grupo F, bastante apretado hasta la fecha, con cuatro puntos de nueve posibles. Eso sí, lo peor ya ha pasado, ya que dos de los tres partidos que restan, ante Genk y el propio Rapid de Viena, serán en el MAPEI Stadium – Città del Tricolore.

Los belgas lideran el grupo con seis puntos tras dos victorias consecutivas, mientras que italianos y austríacos permanecen con cuatro puntos. El Sassuolo es segundo por tener mejor diferencia de goles hasta el momento. El Athletic Club, sorprendentemente, marcha último con solo tres puntos, aunque los de Ernesto Valverde tienen margen de mejora.