Llegaba una roma nueva, con cinco cambios con respecto a la victoria contra el Napoli, la portería era para Alisson, la defensa se mantenía dado las importantes bajas, el eje central cambiaba con la inclusión de Gerson y el tridente delantero era todo nuevo con El Sharaawy, Totti e Iturbe, quien tuvo una noche para el olvido. 

Los minutos iníciales resultaron muy parejos, como probándose unos a otros, sin jugadas tan horizontales, más bien experimentando. Así transcurrieron los primeros diez minutos, hasta que llegó el primer llamado de atención de la loba a través de Florenzi quien puso a prueba a Almer con un disparo desde fuera del área, que se convertiría en córner.

Sorpresa austriaca para abrir el marcador

La Roma se fue acercando de a poco, y ya parecía entrar en confianza y combinar su mediocampo para generar espacios en la delantera, pero un descuido en el minuto 18 le costó caro, tras una asistencia de Kayode, Holzhauser convertiría un gol espectacular de volea.

El Faraón conquistando Roma

Lo que parecía un momento de desespero en el Olímpico se tradujo en acciones claras e inteligentes de la Roma, como si se tratara de esperar a ser golpeado para empezar a golpear. Así El Sharaawy tan solo tres minutos después del gol del rival convirtió su primer gol de la noche tras una súper asistencia de Gerson. Los giallorossi empezarían así a dominar totalmente el encuentro y fue en el minuto 34, tras una grandísima asistencia de Totti que habilitando al Faraón este completaría la jugada colocándola en el ángulo superior derecho.

Eterno Totti y supremacía romana

El segundo tiempo empezó como terminó el primero, un mediocampo sólido, dominio total de los giallorossi, parecía ser un encuentro cerrado. En el minuto 69, tras una increíble asistencia de Totti que con el externo alcanzó al otro romano y romanista Florenzi para que este convirtiera su primer gol en Europa esta temporada. Francesco el eterno capitano como siempre dando de que hablar, dos asistencias fantásticas su encuentro número 100 en Europa.

Declive romano = Hazaña austriaca

Spalletti, decide hacer los tres cambios gradualmente, en este orden retira a El Sharaawy (por un dolor en el tobillo), Florenzi (por molestias en el aductor) y Dzeko entraba por Iturbe justo antes de empezar la tragedia. En solo tres minutos (minuto 82 y minuto 84) el Austria Viena convertiría dos goles, uno de Prokop y el otro de Kayode y así empatar el encuentro y salir con sensación de victoria del olímpico de Roma. ¿Confianza de los giallorossi?, ¿Hazaña de los austriacos?, diferentes opiniones que llegan a un mismo puerto, empate en el olímpico y empate en el primer puesto del Grupo E de la Europa League.

Defensa indefendible

Las peores criticas tanto de la afición como del cuerpo técnico apuntan a la defensa, que aunque es verdad que venían de un enorme partido antes la escuadra de Sarri y que hacen falta piezas importantes (Rudiger, Mario Rui, Vermaelen y Peres) parecen no terminar de congeniar en cuanto a concentración y orden. Fazio y Manolas parecían estar sólidos, el problema viene de la constante rotación y de la falta de laterales.

Sin duda alguna se agradece a ambos equipos por una noche de mucho fútbol y muchas emociones. A los austriacos se les aplaude por su garra y lucha hasta el final. A los italianos, todo lo contrario. ¿Hasta cuándo durará esta maldición en Europa para la Roma?, ¿Culpamos a Spalletti?, esta y más preguntas que solo tendrían respuestas en el campo, y para eso solo nos queda esperar a la próxima jornada, donde ambos equipos se enfrentarán nuevamente el tres de noviembre en Viena.