Victoria agónica para el FC Twente, en la que tuvo que sudar la gota gorda para lograr derrotar a un Willem II que suma su tercera derrota consecutiva. No lo tuvieron fácil los pupilos de Alfred Schreuder, que se vieron obligados a remontar en los últimos minutos para seguir de cerca a los equipos de la cabeza de la liga, aunque el PSV y el Ajax siguen estando muy lejos todavía de los de Enschede.

Los locales salieron a por el partido desde el primer minuto, llevando la iniciativa del partido y asumiendo la posesión del esférico. Bien pronto, encontraron el premio que buscaban. Una internada por la banda derecha de Youness Mokhtar terminó con el balón en el fondo de las mallas de la portería del Willem II, con un disparo cruzado que Kostas Lamprou no pudo desviar. El marroquí aprovechaba un buen pase al espacio y ponía en ventaja a los locales.

El Twente pudo ampliar su diferencia apenas dos minutos después, pero esta vez no acertó con el gol. El dominio local en los quince primeros minutos del partido dio paso a una fase del juego mucho más equilibrada, con ambos equipos tanteándose. Los de rojo daban por buena la corta ventaja a su favor, y el Willem II disfrutaba de una pequeña tregua para organizarse mejor y poder dañar con sus ataques a los locales.

En un buen pase atrás del atacante israelí Ben Sahar, que jugó en el Chelsea y el Espanyol, el holandés de origen magrebí Ali Messaoud ponía el empate para el conjunto de Tilburgo a la media hora de partido. El disparo del futbolista visitante se colaba con mucha sutileza por la escuadra de la portería del joven Sonny Stevens, en un delicioso golpeo de interior para hacer el empate y marcar su segundo gol en la temporada.

Locura final

El tanto del Willem II equilibraba el partido de forma definitiva. El duelo pasaba a tener alternativas para unos y para otros, con llegadas, con viveza, con electricidad. Un encuentro que cumplía con el clásico guión de la liga holandesa. Mucho fútbol ofensivo, muchos kilos de talento puro, mucho ritmo y escasa organización defensiva. Ninguno de los dos daba su brazo a torcer, pero el descanso daba paso a un tramo de partido mucho más sosegado, donde el Twente tuvo la mejor ocasión del segundo periodo, en un remate a placer que Mokhtar envió fuera.

Los quince primeros minutos de la reanudación fueron de tanteo entre dos equipos. Ni los de Alfred Schreuder ni los de Jurgen Streppel veían con malos ojos el momentáneo empate, y dejaban pasar el tiempo. Todo hasta que el Willem II logró hacer el segundo tanto por medio de Haemhouts. El centrocampista recibió en buena posición dentro del área y fusiló a Stevens para poner en ventaja a los suyos a menos de veinte minutos para el final del encuentro.

Las alarmas sonaron en De Grolsch Veste. El tiempo y la clasificación apremiaban a los locales a ganar el partido pero no encontraban la forma de darle la vuelta al resultado. Los minutos se consumían rápidamente, sin pausa para encontrar un remedio eficaz, mucho menos tras la expulsión de Tapia. Pero cuando el partido agonizaba, el Twente encontró el camino hacia la remontada. Bjelland, aprovechando la asistencia del mexicano Jesús Corona, hacía el empate pasado el minuto 90.

Apenas dos minutos después, aún en el tiempo de prolongación, el atacante noruego Torger Borven daba la estocada final al duelo para el Twente y lograba firmar el tercer gol de los locales para desatar la locura en la afición del conjunto rojo de Enschede y colocarlos a apenas un punto de los puestos que da acceso a la Europa League de forma directa. El Willem II cae en la clasificación al decimosegundo puesto, pero se mantiene a una distancia prudente de la zona de descenso y a cuatro puntos del playoff por la Europa League.