Vuelve la euforia a Róterdam

Este domingo las acciones de la Eredivisie volvían a De Kuip, un estadio que a pesar de tener un equipo con un presente bastante bueno, tiene una gran urgencia de resultados más que 'buenos'.

Con muchas expectativas se veían las caras Feyenoord y Twente, expectativas generadas días atrás e igualmente a poco de iniciar el partido. El once tradicional de Rutten se vería las caras con un planteamiento poco familiar en el fútbol holandés como lo es el 3-5-2. La noción defensiva que traía ver cinco mediocampistas no gustaba a muchos en la previa del encuentro, pero Schreuder no haría algo por el estilo si no tuviese sus buenas razones.

Iniciaban las acciones en Róterdam y los dos equipos plasmaron sus estrategias en campo de manera inmediata. El balón pasó a estar en posesión de los locales, una posesión que era más inercia del partido que dominio sobre el rival. Por su parte, los Tukkers hicieron sentirse dentro del campo con la presión ejercida por Mokojto y el veterano Engelaar en el centro del campo, saliendo con pases rápidos hacia las bandas.

La primera ocasión peligrosa llegó por un cabezaso de Jesús Corona, quien conectó un remate tras el centro por izquierda de Schilder, pero Vermeer apareció de manera espectacular para evitar el que parecía el primer gol del encuentro.

El exhaustivo trabajo que estaba realizando el visitante no encontraba recompensa, y como en el fútbol cualquier cosa puede suceder, los locales conseguían la ventaja, aunque después de mucho drama. En una de las primeras oportunidades de peligro por parte de los locales, Karim El Ahmadi se metía en el área chica, donde fue derribado por Bengtsson y Van Boekel no dudaba en señalar el penal. La pena máxima sería cobrada por el turco Kazim-Richards, quien no le pegó bien y terminó su remate siendo atajado por Stevens. Drama.

En la jugada del córner tras el penal atajado llegaría el gol por medio de Lex Immers, quien con un gesto acrobático remataría al fondo de las redes el centro de Toornstra. Se desataba la locura en De Kuip a los 37 minutos.

Tras unos minutos de euforia local, el árbitro daba por finalizada la primera mitad. De cara al complemento las cosas debían cambiar principalmente para quienes tenían la ventaja, puesto que el mayor peligro era del visitante.

Se daba por iniciado el segundo tiempo con la misma tónica, procurando encontrar más espacios y posibilidades los de Enschede. El merecido empate llegó a los 52 minutos por conducto de Orlando Engelaar, quien aprovechó el mal rechace de Vermeer tras un remate por la banda derecha de Castaignos. Este gol abría la posibilidad de ver un partido más que interesante durante los próximos 30 minutos.

Todavía no terminaban los visitantes de disfrutar su empate cuando el Feyenoord volvió a irse adelante en el marcador. El Ahmadi llegó muy cerca de la media luna del área chica para rematar, terminando su disparo en un rebote defensivo, el cual le quedó a Jens Toornstra para conectar un disparo machucado, completamente imposible para Stevens.

Apenas tres minutos después del segundo gol local, cayó el tercero. Tras la jugada del penal, Kazim-Richards empezó a tomar mucha reelevancia ofensiva con desbordes por la banda derecha, consiguiendo en una de esas ocasiones una buena habilitación al medio para Jean-Paul Boetius, quien arrastrándose por el suelo logró pegarle al balón y poner el marcador definitivo.

Decisiones

El partido no había sido malo para el Twente, pero la pegada del Feyenoord estaba siendo la diferencia. Con algunos cabezasos de Corona y atajadas importantes de Vermeer parecían todavía con vida en el partido; la línea de cinco en el centro del campo no había sido una mala idea del todo. A pesar de todo ello, el tiempo apremiaba, por lo cual Schreuder debía buscar algún revulsivo que pudiese dar ese último golpe de cara a la portería.

Los cambios realizados por el técnico de Enschede fueron Mokhtar y Ould-Chikh en lugar de Engelaar y Bengtsson, en lo que representaba un cambio total del planteamiento inicial. El resultado de este experimento desesperado del entrenador terminó siendo más negativo de lo esperado, puesto que desfiguró la idea de juego del equipo y permitió espacios al local para encontrar más oportunidades de goles.

Finalizó el encuentro y el conjunto de Róterdam se alzó de manera justa con la victoria, donde a pesar de que la gran mayoría de sus estrellas no brillaron mucho, sacaron tres puntos importantes de cara al próximo partido de liga ante el Ajax.

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