Frustrante noche en Ámsterdam

Las expectativas de cara a este partido eran altas desde el día del propio sorteo de la fase de grupos; Ajax y Fenerbahce debían estar peleando los puestos de clasificación ante turcos y escoceses... lo cierto es que, en efecto, la pelea por un cupo estaba latente, sólo que con un panorama algo distinto de lo previsto antes del desarrollo de los tres partidos anteriores: el Molde era líder del grupo.

Con el equipo noruego como reflector máximo de todo el sector aseguraba su puesto en la siguiente ronda en caso de sumar de a tres en Escocia, por lo que más aún este compromiso en Ámsterdam era fundamental para dos escuadras que habían estado bastante lejos de su mejor nivel futbolístico, situación que, lamentablemente, persistió durante los 90 minutos en la ArenA.

En el primer tiempo ambos equipos salieron ansiosos por imponer condiciones, siendo los dirigidos por Frank de Boer existosos en ese sentido. Con la posesión del balón de una parte a otra, el balón circulaba principalmente por los carriles de los laterales holandeses, en un mecanismo de dominio de balón que permitía llegar con toques hasta el último tercio de la cancha, donde a pesar de los intentos por parte de Riechedly Bazoer de hacerle llegar el balón a sus compañeros de arriba, la defensa del Fernerbahce mostraba encontrarse en óptimas condiciones de cara a este partido.

Con Bruno Alves como primer punto de referencia, la defensa visitante mostró solidez en su juego sin balón, llegando a frustrar oportunidades serias, como un mano a mano de Viktor Fischer que el veterano Volkan supo solventar sin mayores dificultades. La carga aplicada por parte de los holandeses hizo reaccionar al equipo de Vítor Pereira, que con la experiencia y calidad de sus jugadores respondía a las aproximaciones de la joven escuadra de Ámsterdam; esto mejoró el nivel de lo visto en cancha y hacía un poco más dinámicas las cosas, con más participación de ambos guardametas, siendo ya más receptores del balón que en los instantes iniciales.

El Ajax tuvo la iniciativa durante todo el compromiso, pero el Fenerbahce fue más peligroso.

Sin mayores sobresaltos llegaba el descanso en la capital de Holanda, un descanso en el que el discurso de los entrenadores debía ser fundamental, ya que la falta de claridad en el desarrollo de juego por parte de los dos equipos estaba influyendo evidentemente en el nivel de espectáculo presenciado. El Ajax era el conjunto más presionado, ya que la situación de haber llegado hasta la cuarta jornada sin haber ganado un solo partido no hacía sentir cómodo a ningún seguidor del club, aparte que matemáticamente iba cerrando salidas importantes para el club de cara a la próxima ronda. De Boer tuvo la necesidad de hacer un cambio a los 33 minutos por la lesión de Anwar El Ghazi, que dio ingreso a Lasse Schone; esta pérdida de un cambio tempranera podía contabilizarse como un plus en contra para el estratega local, que debía plantearse salidas palpables a la problemática en la generación de peligro.

Posesión sin control

Arrancaba la segunda mitad del partido y la idea local era la misma del arranque: tomar la pelota y empujar al rival en base a circulación pulcra en el centro del campo. Con Gudelj y Klaassen un poco más participativos, la posesión del Ajax no sólo funcionaba para la estadística, sino que también presionaban mucho más adelante al conjunto visitante para recuperar de forma más pronta el esférico y pensar en alguna aproximación, situación que no se dio con claridad frente a la portería de Volkan.

Antes de que transcurriesen los diez minutos del complemento, el danés Fischer tuvo un choque con su compatriota Kjaer, contacto que hizo obligatoria su salida del terreno de juego por el joven alemán Amin Younes, que con su versatilidad buscaría suplir las funciones del '7' del Ajax. Poco después el estratega Pereira también visualizaba las falencias de su equipo y decidía sacar del campo a Nani, de flojo partido, para darle lugar a Fernandao, espigado delantero autor del único gol del compromiso anterior en Istambul. De aquí en adelante, el panorama cambiaría un poco.

La pelota seguía bajo circulación Ajacied, pero el Fenerbahce empezaba a molestar las salidas rivales en unos metros más adelantados que en la primera mitad, dejando en diversas ocasiones a la defensa local expuesta a embestidas peligrosas, teniendo Cillessen un poco más de presencia en el partido que a principio. El ingreso a la cancha de Ozan Tufan y Sen permitía a los turcos, con mayor frescura, presionar la posesión de pelota de mediocampistas, los cuales terminaron cediendo, así como de los defensores, que empezaron a flaquear con cada desborde rival.

Durante los últimos 15 minutos del juego, el combinado de Vítor Pereira tenía el control de las oportunidades y del balón mismo, pero sin poder imponerse ante las (algunas) displicentes aproximaciones del juego. Sobre el último minuto del partido Younes tuvo un mano a mano ante Volkan Demirel, pero, como todo lo demás de la noche, no pudo concretarse o no iba con el peligro adecuado.

El partido terminaba tras el pitazo del central israelí con un balance que evidencia los pocos sobresaltos que hubo en un partido donde el conjunto local era el obligado a poner las condiciones y ritmo del compromiso, pero con los turcos más peligrosos y prácticos en su desempeño sobre la cancha, conformes con un empate que les sienta más que bien en el encuentro directo, criterio que estarán obligados a utilizar como primer criterio de desempate en la lucha de estos dos equipos por el último cupo disponible del grupo A tras la ya oficial clasificación del Molde.

La noche distó mucho de las expectativas, en los que sin lugar a dudas fueron minutos de mucha presión y frustración para ambas escuadras, al ver un partido que no se inclinó hacia ninguna de las partes tras la floja performance de ambos.

Puntuaciones VAVEL