Previo a una semana de intensa actividad en competencias europeas, el PSV tenía una oportunidad importante de sumar de a tres para mantener corta la distancia con actual líder Ajax y para planificar su complicado compromiso venidero en Old Trafford. El rival era el Willem II, que ha tenido un arranque para el olvido y que piensa más en el desenso que otra cosa. Nada podía salir mal.

Con una jornada de selecciones nacionales recientemente finalizada, el descanso era lógico para algunas fichas del conjunto de Eindhoven, que de todas formas poseía dentro de su once inicial nombres suficientes para poder hacerle frente a un equipo que ha tenido un arranque para el olvido en liga, donde evitar el descenso se ha convertido en la misión primordial.

Desde el arranque del juego los visitantes tomarían el balón y la iniciativa en general, controlando los hilos del compromiso por medio de un centro del campo bastante enfocado, principalmente con Hendrix y Guardado.

Gastón Pereiro lleva cinco goles en su primera campaña con el PSV

El dominio entonces se reflejó en el marcador. A los 11 minutos llegaría el primer gol del partido. Una aproximación por el centro de la defensa dejaba a De Jong con el balón ante tres centrales, que en el intento de despejar rebotaron el balón en el capitán del PSV, dejándole así el balón a Gastón Pereiro, que en un fuera de juego no señalado sólo tenía que tocar la pelota hacia un lado del guardameta Lamprou para llevar adelante en el marcador al conjunto visitante y marcar su quinto gol de la campaña.

La inevitable apertura de líneas por el avance dentro del campo del Willem II daba grandes oportunidades a los visitantes para encontrar cerrar el partido en los siguientes minutos, pero una y otra vez, la falta de entrega y determinación en jugadas puntuales impedían que se acrecentase la diferencia en favor de los de Eindhoven. Parecía esto no tener mayor importancia ante el pobre accionar del conjunto tilburgués tanto en ofensiva como en defensiva, que demostraba no estar preparado para una desventaja tan temprana.

Con bajas sensaciones arrancaba la segunda mitad, en un duelo donde la displicencia era el factor en común de ambos equipos, el local por la incapacidad de afrontar al actual Campeón y el visitante por la baja celeridad con la que afrontaban el partido para definirlo. El inicio del complemento no daba señales de variabilidad en este aspecto.

Dos goles de Erik Falkenburg convirtieron en mueca la sonrisa del conjunto de Eindhoven

Sin embargo, cuando menos se esperaba, cayó el empate local. Un córner lanzado desde la esquina izquierda en orientación al portero era cabeceado por Erik Falkenburg, quien lograba anticipar el salto de Bruma y colocar la pelota cerca del poste más lejano para el guardameta Zoet, esto a los 55 minutos del compromiso. Muy poco había realizado el local para conseguir la igualdad, pero le vendría muy bien este tanto al compromiso.

El momento anímico era completamente del equipo de Tilburgo, que empezó a presionar mucho más hasta que, para sorpresa de todos, lograba remontar el compromiso. Tras un saque de banda por derecha, la defensa visitante se vio muy mal en el intento de sacar la pelota de su área, donde quedaba totalmente solo Falkenburg para rematar a quemarropa consiguiendo un doblete y dándole la ventaja al local con 62 minutos en el marcador. La colorida afición del Willem II agitaba con más fuerza las banderas tras la euforia desatada por el mediocampista de 27 años.

Había tenido un cambio radical el compromiso, siendo el modesto equipo tilburgués quien estuviese más cerca de extender su ventaja antes que pensar en una igualdad del visitante. Por la banda derecha el joven Richairo Zivkovic llegaba hasta línea de fondo aprovechando la floja cobertura de Brenet, pero no encontró certeza ni acompañamiento en sus desbordes.

Durante minutos de aproximaciones e incertidumbre local, llegó el empate. Un córner cobrado por Guardado desde la esquina derecha fue mal despejado por la defensa en dos ocasiones, quedándole el balón al capitán Luuk de Jong, que con un remate raso fusilaba al guardameta Lamprou y ponía la paridad definitiva a los 73 minutos del juego.

Más encimado se encontraba el visitante en los minutos finales, pero sin la claridad necesaria para aproximarse nuevamente a la portería del jugador griego o siquiera considerarse merecedor de un mejor resultado. De esta forma el PSV pierde terreno ante el líder Ajax, mientras que el Willem, a pesar de no servirle de mucho el punto, valora de forma más que importante la igualada ante uno de los grandes de la liga. La confianza terminó por fulminar al equipo de Eindhoven.