El Molde en Europa League no ha tenido nada que ver con el Molde en Tippeligaen. En absoluto. Mientras en Europa League conseguían clasificarse a falta de varias jornadas en un grupo nada fácil para los noruegos, en liga tenían que conformarse con una sexta posición, que los dejará sin competición europea la próxima temporada a no ser que consigan alzarse con la victoria en Europa League. La liga noruega concluyó hace varias semanas, y desde entonces el Molde solo había podido jugar dos partidos amistosos y un partido contra el Fenerbahçe, logrando una victoria y dos derrotas en estos tres últimos encuentros. Mientras tanto, el equipo que se medirá contra el Molde, el Ajax, se muestra en una situación totalmente inversa. Se mantiene líder de Eredivisie, pero ha tenido una pobre temporada en Europa, y solo lograron salir victoriosos del último encuentro, contra el Celtic.

Frank de Boer señaló en la rueda de prensa previa al partido que el Ajax tenía "solo un 5% de posibilidades de pasar a la siguiente ronda". Quizá fue demasiado generoso. Aun así, el Ajax saltó al terreno de juego mostrándose desafiante y se vieron recompensados con un tempranero gol del canterano van de Beek al cumplirse el primer cuarto de hora. El gol provino de un tiro libre que lanzaba Gudelj directamente a la barrera, pero que van Rhijn pudo interceptar y entregar a van de Beek, que cabeceó y mandó el balón al fondo de la red. 

A pesar del mazazo que suponía el gol, el Molde no se vino abajo, y le dio una alegría a los 900 aficionados que se habían trasladado al Amsterdam ArenA, marcando el gol del empate por medio de Singh. El resultado no era viable para el Ajax. Solo la victoria frente al Molde y la derrota del Fenerbahçe podía convertirlos en el segundo equipo holandés que continuase en competición europea en febrero. 

En el campo del Fenerbahçe tampoco mejoraban las cosas. Al 39 se adelantaban los turcos en el marcador gracias a Markovic que marcaba tras un error del portero del Celtic tratando de atrapar el balón. El 5% estimado inicialmente por de Boer iba decreciendo a medida que pasaban los minutos. El milagro se hacía cada vez más inalcanzable. 

También el juego del Ajax iba en caída libre. En el campo estaban dejando las mismas sensaciones que en el resto de la competición europea. Se mostraban faltos de ideas y desesperados por el gol, algo que les hacía completamente predecibles tanto para la defensa como para el portero. Aunque el Celtic consiguiese puntuar en Estambul, si el Ajax no conseguía sacar los tres puntos quedarían eliminados de competiciones europeas hasta el final de temporada. Y parecía que todo iba a ser así; el Molde no estaba dispuesto a dejar un solo hueco por el que se colase el balón, pero sin descuidar el ataque. A pesar de no tener la posesión, eran quienes estaban dominando en el campo. 

En la segunda mitad, el entrenador de los ajacieds optó por imitar una estrategia que ya le ha funcionado en varias ocasiones: cambiar a los extremos. Younes y Fischer dejaban paso a El Ghazi (que jugaba su primer partido de Europa League desde que cayó lesionado frente al Fenerbahçe) y a Schöne. 

El gol del Ajax estuvo muy cerca de llegar varias veces; en el primer tiempo por medio de un disparo de Gudelj que impactaba contra el larguero y en el segundo tiempo también El Ghazi se aventuraba a lanzar, pero tuvo la misma suerte que Gudelj. Se les agotaba el tiempo, las oportunidades y las esperanzas. El partido además pudo haberse dado por concluido tras la expulsión por doble amarilla de Nemanja Gudelj, quien cometió una dura entrada sobre un jugador del Molde. Desde ese momento y hasta el final, el partido estuvo protagonizado por el árbitro y por la tensión que se creó entre los jugadores de ambos equipos. Finalmente el milagro no se dio, y cuando el árbitro dio el pitido final cualquier chispa de esperanza que aún tuviesen aficionados y jugadores quedó apagada. Se acababa el viaje europeo para el Ajax. 

Con todos los equipos holandeses eliminados de Europa League, solo queda esperar a que los años venideros sean mejores para un fútbol holandés en declive, del que solo se salva el PSV Eindhoven, que se clasificaba esta semana a octavos de final de Champions League. Tocará esperar otro año y esperar a que la crisis del fútbol neerlandés acabe.