Para nunca despertarse. El momento anímico que ha estado viviendo el PSV durante la última semana brinda un aluvión de confianza a una plantilla que a pesar de ganar convincentemente la mayoría de sus partidos, en la liga las fallas tempraneras lo han hecho pagar bastante caro en la lucha dentro de los tres primeros puestos.

Había que olvidar al CSKA. La clasificación a octavos de final de Champions League de nada importaba en el encuentro de liga, aunque a vista previa, tampoco parecía tan grave el centrarse en partido que estaban por disputar. El rival, un Roda JC que con algunos partidos positivos dentro de la comodidad que en algún momento haya podido tener su calendario amarraron puntos que los mantienen algo tranquilos en cuanto al descenso.

Sobre arenas movedizas

Dominando la pelota y los tiempos del encuentro empezaba el compromiso el PSV, hecho que era de esperarse con toda tranquilidad. Hasta el fondo se aproximaban los volantes del conjunto local, los cuales hacían mejores recorridos teniendo la anuencia de la vuelta de los dos laterales habituales esta temporada como han sido Arias y Brenet, quienes no pudieron estar durante la jornada de mitad de semana por suspensiones.

En los pies de Locadia llegaba la primera ocasión del partido. El convertido en extremo por izquierda conectó un disparo que no llegó con el veneno necesario a la portería protegida por Van Leer. Querían buscar el partido, pero los siguientes remates fueron disparos sin mucha proyección real dentro de los tres palos, demostrando una relajación de los jugadores locales... o agotamiento.

No se quedaría de brazos cruzados el conjunto de Kerkrade y en la oportunidad que tuviese le demostraría a todos los espectadores del juego que no sería un hueso fácil de roer. Durante el transcurrir de los minutos encontraría espacios propios del juego adelantado local, teniendo Falki una clara oportunidad en un mano a mano con Zoet, en donde saldría airoso el guardameta de la selección Oranje. Era el momento del medio tiempo.

Complemento definitorio

Con la paridad al descanso, todo quedaba por definirse en la segunda mitad del partido. Era evidente el dominio local, pero la falta de puntería le estaba apartando de la posibilidad de irse adelante en un compromiso que, en principio, no debía representar ninguna dificultad para el Campeón. Quedaban 45 minutos, suficientes todavía. Lo que no se esperaba la afición presente en el estadio de Eindhoven es que la visita se iría adelante.

Intensos minutos de arranque tuvieron los recién ascendidos, encontrando premio a esas intenciones más rápido de lo que se hubiesen podido esperar, aunque con polémica. Una buena jugada de Van Hyfte al borde del área buscaba en profundidad a Gyasi que salía en línea con la pelota, pero que encontró en el camino un ligero desvío de Tomi Juric, el cual por la posición en fuera de juego del jugador a quien iba dirigido el balón en ese momento, debió ser invalidada la jugada. Los referees no lo percibieron así, llegando el centro al medio para el australiano que en teoría invalidaba la jugada y adelantaba a los suyos a los 51 minutos.

Una muy mala capacidad de definición estaban mostrando los locales, que ahora estaban contra la pared ante un rival al cual no debían exponerse. No conseguirían la igualdad sino por una jugada a balón parado. Un tiro libre lejano por derecha sería enviado al centro por Guardado, que pondría un centro medido para que Davy Propper cabeceara en dirección invertida para colocar la pelota en el poste más lejano a su posición. El ex-futbolista del Vitesse ha convertido goles importantes durante esta semana.

Poca fue la claridad que mostraron en las múltiples oportunidades que tuvieron los pupilos de Phillip Cocu ante un equipo que poco propositivo se mostró de cara a la portería de Zoet. Los de Eindhoven alcanzan el segundo lugar con el empate, pero a expensas de que el Ajax se les escape a seis puntos y el Feyenoord a tres. La resaca de Champions pudo más.