El actual líder de la Eredivisie, el AFC Ajax, no encontró hoy su mejor juego en un partido demasiado irregular como para ganar a un adversario tan formidable como lo es el FC Utrecht en su casa (no ha perdido ningún partido como local). El equipo de Amsterdam tenía aquí una oportunidad para alejarse en liga de sus principales adversarios, el PSV y el Feyenoord, pero la derrota supone todo lo contrario: ahora ambos equipos están un punto más cerca del liderato.

Los de Frank de Boer no mostraron la consistencia necesaria ofensivamente para vencer a su rival: solo hubo dos disparos a portería por su parte. Tuvieron un mayor dominio del balón, sí, pero esto no se vio reflejado en la forma de jugar: en ningún momento dio la impresión de que fuesen a ganar el partido. La irregularidad de su juego, en cambio vaticinaba un mal resultado para un equipo que, esta vez, no demostró madera de líder.

El Utrecht, por otra parte, mostró sus mayores fortalezas en este partido. En primer lugar, el Stadion Galgenwaard se confirmó como un bastión imbatible en la Eredivisie: después de este partido encadenan una racha de cinco partidos ganados, tres empates y ni una sola derrota en su casa. En segundo lugar, en el partido en sí mismo mostraron una fiereza atacando que su rival no fue capaz de igualar. Necesitaron tocar mucho menos el balón para hacer mucho más.

El partido empezó con calma. No era un encuentro que se estuviese abordando con mucha energía. Pasaron siete minutos antes de que los espectadores del partido pudiesen asistir al primer tiro, realizado por parte de Klaiber para el Utrecht. Ambos equipos realizaron un par de acometidas más al adversario, pero no con la suficiente agresividad como para desequilibrar la balanza del empate. Sobre todo el Ajax, que en esta primera parte no encontró la tecla para poner en aprieto a los locales.

La segunda parte resultó ser mucho más intensa e interesante. Nada más empezar, hubo un cambio por parte del Ajax, y Fischer sustituyó a Younes en el campo, aunque no llegó a suponer una aportación relevante al juego de su equipo. No, lo importante estaba pasando en el otro lado: los del Utrecht tomaron definitivamente las riendas del partido y empezaron a ejercer una presión continua a la defensa de los visitantes. Y en la recta final del partido, ya en el minuto 87, su perseverancia se vio recompensada: Ayoub encontró el gol a pase de Ramselaar, sellando así con este gol, que sería el primero y último, el partido. No hubo nada más reseñable, digno de destacar del encuentro. Después del tanto del Utrecht ambos equipos sabían que el partido estaba acabado y el resultado decidido.

El Ajax mostró un nivel más pobre de lo que tenía acostumbrado a su afición, al menos en la Eredivisie. Parece claro que, si bien en el Amsterdam ArenA siguen mostrándose verdaderamente fuertes, los partidos que se desarrollan lejos de su estadio y zona se confort se les atragantan más. Pero no es tampoco una catástrofe. Este era un partido difícil, que entraba dentro de lo aceptable perder. Además, los empates del PSV y el Feyenoord lo mantiene en primer lugar, a una prudente distancia. Así que no es un momento para que los fans de este ilustre equipo se tiren de los pelos, sino de aceptar el momentáneo mal trago y seguir adelante, con la liga todavía como objetivo a cumplir más que pausible.

El Utrecht, por su parte, se encuentra ahora en el octavo lugar, empatado en puntos con el sexto y el séptimo en la tabla, y con su poderoso parcial de local como principal fortaleza. Queda ver si seguirá siendo así, o por el contrario las derrotas empezarán a llegar no solo como visitantes, sino también en su propio estadio.