La noticia de la jornada del martes indudablemente había sido el tropiezo que había significado para el Ajax verse incapaz de sumar de a tres frente a su afición ante una de las revelaciones de la temporada como lo ha sido el Heracles. Ese traspié debaja el camino libre al PSV, el cual tendría su segunda visita a Róterdam en tres semanas, aunque esta vez para enfrentarse al Excelsior.

A diferencia de muchas otras jornadas, los dirigidos por Phillip Cocu no llegaban con tanta incertidumbre en cuanto a las posibilidades de sacar un resultado, puesto que el rival al cual tendrían enfrente ha venido afrontando una crisis de resultados bastante amplia, la cual ya los mete de lleno en la pelea por evitar la promoción. No parecía un compromiso difícil de sobrellevar para el actual Campeón de la Eredivisie.

El baldazo esperado

Comenzaba el partido y de forma inmediata los visitantes tomarían el balón y las intenciones de cara a la portería del polaco Filip Kurto. Probablemente la férrea marcación tanto en el área chica como en los últimos 25 metros del terreno de juego complicaban un poco los recorridos frontales que hacían en primera intención los mediocampistas del PSV. Como se ha vuelto costumbre desde la campaña pasada, el mexicano Andrés Guardado sería el eje principal del equipo tanto en defensiva como en ataque. Era cuestión de tiempo antes de que se pudiera romper la paridad.

Y así fue. La defensa local conseguía despejar por lo alto un balón que llevaba mucho veneno para buscar la cabeza o el prodigioso pie de algún jugador visitante, pero ese despeje terminó dirigiéndose a la banda izquierda, donde Guardado sin pensarlo dos veces tras recepcionarla volvió a meter ese balón en el área chica, encontrando a Luuk de Jong entre varios defensas, haciendo valer su gran estatura y condiciones en el juego aéreo para introducir el balón en el fondo de las redes cuando habían transcurrido ocho minutos de juego.

El gol fue un baldazo de agua fría para el conjunto de Róterdam, ya que a pesar de ser esperado por la dinámica presentada, terminó de desconcertar todo el plan de juego que el entrenador Alfons Groenendijk había organizado para los suyos. Más y más empujaban los visitantes hacia su propia área al local, que ya estaba expectante de una derrota de escándalo. Gracias a un bajón de la intensidad y a cierto empuje para salir tocando el balón desde su área, la primera mitad había finalizado sin más goles.

Sin tregua

Se daba por iniciada la segunda mitad con expectativas de que las cosas podrían mejorar para la causa del Excelsior, el cual buscaría la igualdad desde temprano en la búsqueda de aprovechar los minutos de desconcetración propios de los arranques de cada tiempo. Desafortunadamente para ellos, el actual Campeón de la competencia saldría con el cuchillo entre los dientes para encaminar el triunfo, cosa que alcanzarían sin mayores complicaciones.

Al área chica se acercaba el PSV con el balón en posesión por el medio, el cual fue pasado a Propper que estaba por la banda derecha para enviar el centro a mediana altura, el cual sería rechazado por la defensa. El rechazo fue hecho de tan pobre manera que salió hacia arriba, quedando en la misma posición, donde De Jong ligeramente la tocaría para Jorrit Hendrix que venía entrando al área, rematando de tal forma que el esférico salió pegado al ángulo superior izquierdo, imposible para el portero Kurto. El reloj del estadio marcaba el minuto 48 y no parecía haber marcha atrás.

Obligado a salir por los goles, el Excelsior empezó a conceder los espacios necesarios para que la visita encontrase más ocasiones de marcar. Una buena jugada personal por la banda izquierda de Luciano Narsingh lo hizo meterse hasta el área chica, y cuando no tenía ángulo de disparo logró rematar pegado al poste de que el guardameta polaco protegía, logrando de esa manera el tercer gol de los visitantes a los 59 minutos. El partido se encontraba más que sentenciado y todavía no había transcurrido una hora de acciones.

Bajó la intensidad el PSV y sólo de esa forma pudieron recuperar algo de terreno los locales, aunque ya era demasiado tarde. Un contragolpe en el último minuto de juego terminó con un centro a ras de suelo por derecha, el cual terminó siendo introducido por Jeffrey Bruma en propia puerta tras su afán por evitar que Van Weert la metiese. De esta forma alcanza los tres puntos el conjunto de Eindhoven y respira en la nuca al Ajax, poniendo las cosas al rojo vivo en la pelea por el título.