El encuentro comenzó con un ritmo muy bajo de intensidad, y con el PSV controlando el partido con circulaciones de balón bastante lentas, e intentando llegar a la portería rival combinando, con bastante dificultad, pues el equipo visitante estaba realizando un buen repliegue, manteniendo las líneas muy juntas en los primeros minutos. Tras unos minutos, el conjunto dirigido por Philip Cocu empezó a volcar sus jugadas de ataque por la banda izquierda, con un Hendrix muy activo, que en cuanto veía la ocasión no dudaba en desbordar y centrar. El 1-0 del cuadro local llegó por medio de Luuk de Jong que batió al portero Jurjus en dos tiempos en el mano a mano sin la más mínima oposición de algún defensa.

Dominio local que llegaba con mucha facilidad

Tras el gol, la cadencia de intensidad descendió en el encuentro, y el Graafschap empezó a controlar la posesión del balón, y a tocar en campo rival, intentando avanzar con combinaciones con las que no conseguía superar las líneas de presión de un PSV que sin mostrar mucha agresividad en defensa conseguía abortar cualquier llegada. Mientras tanto, en ataque estaba consiguiendo acercarse al área rival con la pelota controlada con mucha facilidad, y solo la falta de puntería, y las buenas actuaciones del portero rival estaban impidiendo que el cuadro rojiblanco aumentara la ventaja en el marcador.

En el último cuarto de hora de la primera parte, el Graafschap siguió dominando la redonda, mientras que el cuadro local estaba encontrando muchas facilidades para salir en transición rápida cuando recuperaba la pelota en campo propio o en el centro del campo. El 2-0 llegó por medio de Pröpper que batió a Jurjus con un disparo de media distancia ajustado al palo, tras un rechace de Locadia. Después del tanto, el equipo de Cocu empezó a dominar el partido con posesiones largas tocando en los últimos 35 metros, abandonando definitivamente las salidas a la contra.

Después de que Locadia fallara un penalti, el PSV que estaba jugando con un 4-1-2-3 con Guardado de único mediocentro, y con Hendrix y Pröpper de interiores posicionándose en paralelo, siguió dominando con la misma facilidad, y estaba encontrando muy poquitas dificultades para crear ocasiones de gol. Hasta los últimos segundos, el conjunto rojiblanco siguió gozando de oportunidades, incorporándose con los atacantes y algún centrocampista que se descolgaba. El 3-0 llegó por medio de Narsingh que colocó el balón en la escuadra desde el pico del área izquierdo con una gran párabola.

Relajación local, reacción visitante

La segunda parte comenzó con manejo del PSV bajo un ritmo muy lento de juego, ante un Graafschap que se mantenía replegado y que buscaba una oportunidad para salir a la contra, mientras se mantenía agrupado en defensa con un 4-4-2. Cuando recuperaban un balón, los pupilos de Cocu seguían saliendo en transición rápida por la banda, a la espera de un apoyo por el centro que pudiera rematar o hacer una triangulación. Después de unos minutos, el ritmo de intensidad siguió siendo soporífero y cansino, y solo se rompía cuando Narsingh arrancaba en velocidad por el costado derecho, o cuando el conjunto visitante realizaba un disparo desde fuera del área.

Con la ventaja en el marcador, el PSV empezó a jugar en largo mandando balones cruzados en busca de algún apoyo previo a un remate desde el punto de penalti. de Pavert hizo el gol del honor para el Graafschap, y después del tanto, el cuadro dirigido por Cocu controló el partido, con algunos tramos de posesión ocasionales, y con una buena defensa cuando perdía el balón, bien colocada, e inteligente, capaz de anticiparse y de sacar la pelota jugada sin dificultad. La cadencia de intensidad se había desplomado, y el duelo se limitó a las circulaciones de balón de ambos, y a alguna subida de balón cuando había una pérdida.

El conjunto blanquiazul se terminó de meter en el encuentro, cuando después de una posesión larga, Straalman batió a Zoet con un disparo de media distancia desviado por el central Bruma. Tras el 3-2, el Graafschap trató de dominar el partido en campo rival, mientras que el PSV se dedicó a jugar al contraataque. De esa manera, Gastón Pereiro marcó el 4-2 tras recortar al portero en el área pequeña, en una jugada iniciada por Hendrix que abrió el campo con Narsingh que asistió al uruguayo. Con dos goles de distancia en el marcador, el cuadro de Eindhoven se replegó en la frontal del área, y se dedicó única y exclusivamente a salir al contragolpe.