Saints y Hammers se volvían a encontrar en lo que el año pasado fue un duelo de Championship. Después de aquella temporada el West Ham le endosó cuatro goles al equipo, entonces dirigido por Adkins, en Upton Park pero esta vez la cosa no iba a ser igual. El equipo, ahora dirigido por Pochettino, ha mejorado notablemente y quién iba a decir a unos y a otros que iban a llegar a este partido con cierta calma con respecto al descenso.

Ambos conjuntos debían pelear por defender lo conseguido el año pasado y no mucho habrían apostado por que llegarían a abril con siete puntos de distancia con los puestos de descenso. Dicho esto, y una vez empezado el partido, los dos equipos iban a pelear por los tres puntos. Ambos querían ampliar su ventaja con los de abajo.

Aburrida primera parte

El partido comenzó y unos y otros mostraron cierto respeto por el rival. Los de casa salieron con la idea de abortar cualquier ataque aéreo del West Ham y los visitantes no lograban engranar sus piezas mientras Diamé, O'Neil y Nolan intentaban evitar rápidas transiciones en el centro del campo.

Resumiendo, la primera parte fue tremendamente aburrida. Los veintidos jugadores estaban más pendientes de  anular al rival que de atacar y hacer su juego. Los visitantes fueron los primeros en acercarse a la portería de Boruc pero lo hicieron tímidamente y el Soton sólo se destapó en los últimos minutos pero a punto estuvo Lambert de marcar el primero. Jääskeläinen tuvo que emplearse a fondo para dejar la instantánea que preside esta crónica.

Mejor segunda parte y dos goles

La segunda parte, sin ser un culto al deporte rey, fue totalmente distinta al primer acto. Los sureños dejaron a un lado el respeto al rival y salieron a por el partido desde el principio pero fue Carroll el que dio el primer aviso serio. En un balón perdido en el área contraria, el delantero inglés cruzó en exceso un balón que se fue fuera por escasos centímetros.

El esfuerzo local tuvo su premio a los pocos minutos y, tras el susto provocado por Andy Carroll, Gastón Ramírez adelantó a los suyos. Tomkins fue al suelo para intentar llevarse el balón y Collins, en su intento de estar en todos los lados, también. El resultado fue que gracias a un rebote, el mediapunta uruguayo se plantó solo ante Jääskeläinen y no perdonó. El Southampton quería sumar su cuarta victoria consecutiva.

Tras el gol de Ramirez, el West Ham se vio obligado a reaccionar y lo hizo casi de inmediato. Una falta en la frontal de área fue golpeada por Carroll, tocó en Davis y se coló en la portería de Boruc. Tan solo siete minutos le duró la alegría al de casa y tras esta acción, ambos equipos volvieron al juego de la primera parte. Más valía un punto que ninguno pensaron los dos. Y así fue.

Pacto de no agresión

El partido volvió a dormirse y sólo despertó al espectador en alguna arrancada de Rodríguez o Carroll. Poco más hubo en St. Mary's. Southampton y West Ham firmaron un empate que vale para los dos. Para seguir a una distancia prudente del descenso cuando la liga agoniza poco a poco. Los dos lo hubiesen firmado a principio de temporada.

Foto: Jääskeläinen realizó una gran parada a Lambert (PA).

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