Jornada entre semana en la Premier League. En este caso la corresponiente a la fecha nº 29, en la que varios partidos fueron aplazados debido a las eliminatorias de FA Cup. Entre ellos, un Manchester City-Wigan que se disputaba en el Etihad Stadium, y en el que el City buscaba amarrar aún más su segunda posición en el campeonato, mientras el Wigan necesitaba los puntos para empatar con Sunderland, Stoke y Aston Villa, todos ellos fuera de descenso, a 34 puntos.

Para el encuentro, que era un anticipo de la final de la FA Cup que disputarán los mismos equipos, Roberto Mancini optaba por un once muy competitivo en el que destacaba la vuelta de Micah Richards en el lateral derecho tras su larga lesión. Agüero y Tévez formaban esta vez la pareja de delanteros, mientras que Mancini optaba por colocar dos mediocentros defensivos como Barry y Javi García ante la baja de David Silva, al que sustituía un adelantado Touré Yaya. Por parte del Wigan, el mismo once que ganó en FA Cup al Milwall con la entrada de Franco Di Santo y el portero español Joel Robles por McManaman y Al-Habsi, respectivamente.

La primera mitad comenzó con unos minutos de ligero dominio visitante, hasta que llegó la primera ocasión para el City con una falta lanzada por Kolarov, y a partir de la cual, los 'citizens' despertaron y comenzaron a controlar el encuentro. Un partido realmente aburrido en sus primeros compases, con pocas ocasiones para ambos equipos, en especial para el Wigan que no lograba siquiera acercarse al área de Joe Hart.

Después de una primera media hora más que tranquila en el Etihad, el partido entró en una fase algo más activa con un par de oportunidades importantes, una para cada equipo. Primero fue el Wigan, por medio de Franco Di Santo, que regateó en el área para disparar ante la salida de Hart, que tapó perfectamente el disparo del delantero argentino. Justo en el contraataque llegó la ocasión del City, con un gran centro raso de Tévez al que no llegó para empujar al fondo de las mallas Agüero, por escasos milímetros.

Poco más hasta que el árbitro Jon Moss pitó el final de la primera mitad, con el mismo resultado brillando en el marcador del Etihad que el que señalaba al inicio del encuentro, 0-0. Y tras el paso por vestuarios, un sorprendente cambio. Entraba Dzeko por el 'Kun' Agüero para acompañar a Tévez en la punta de ataque. Por parte del Wigan no había cambios y los equipos comenzaban a jugar la segunda mitad.

Mucho más fino comenzó la segunda parte el Wigan, que dominaba en el Eithad, notándose la necesidad de puntos por parte de los 'latics' para salir del descenso. Para tratar de arreglar las cosas, Mancini sacó al campo a Milner por Javi García, que si bien era un cambio hombre por hombre, el inglés si que tiene más vocación ofensiva que el ex del Benfica. Si bien, es cierto que el cambio mejoró a los locales, Joel no tuvo mucho trabajo ante las pocas ideas 'citizens'  en ataque.

Roberto Martínez decidió también realizar un cambio, y quitó a Franco Di Santo, que había tenido la mejor ocasión del encuentro en la primera mitad, para dar entrada a Callum McManaman, muy habitual últimamente en las alineaciones 'latics'. El recién ingresado tuvo una buena ocasión a falta de 15 minutos para el final, con un disparo que fue a las manos de Joe Hart tras el recorte del joven jugador del Wigan. Justo en la siguiente jugada, llegó una de las ocasiones más claras del partido. Fantástico pase de Touré entre líneas para Dzeko que encara a Joel que despejó de forma espectacular con su pierna para evitar el gol del City.

Carlos Tévez conseguía el único gol del partido con un disparo que se coló por toda la escuadra

Mejor el ritmo de partido en la segunda parte, con más dinamismo en el fútbol de ambos equipos. Y a falta de 8 minutos para el final llegó el golazo de Carlos Tévez. El argentino se fue con clase de Scharner y Jordi Gómez para clavarla luego en la escuadra derecha de Joel Robles. Imparable disparo del delantero 'citizen' que daba los 3 puntos a un Manchester City, que sin merecerlo iba a conseguir una victoria que le mantenía con comodidad en el segundo puesto de la Premier League. Mientras tanto, el Wigan se quedaba a 3 puntos de la permanencia, sin lograr ni un sólo punto del partido tras una actuación bastante buena de los pupilos de Roberto Martínez en un estadio como el Etihad.