1º Presión en el área rival: doble filo

Durante la primera parte, concretamente hasta el 2-1, el Manchester City trató de ahogar al Everton en su campo, presionando y asfixiando la salida de balón del equipo de Roberto Martínez. El sistema funcionó, ya que el conjunto de Liverpool buscó con cierta insistencia a Lukaku mediante balones en largo...
 
 
Y así llegó el 0-1. La defensa dispuesta por Manuel Pelligrini rezaba un posicionamiento adelantado, en el cual la zaga se situara lo más lejos del área de Hart. En uno de los balones en largo enviados por el Everton, Lukaku ganó la espalda a los centrales, esperó y batió al portero inglés. 
 
 
2º (I) Touré de mediapunta
 
No es ninguna novedad. La llegada de Fernandinho ha liberado al jugador marfileño y frecuenta más las inmediaciones del área rival. No sólo se aproxima para chutar, sino también para filtrar pases y organizar el juego un poco más adelante. Por su parte, el ex del Shakhtar se ve encorsetado en la medular y relegado a tareas defensivas, que cumple notablemente. 
 
 
3º (II) Silva en la medular
 
La consecuencia inmediata del cambio de posición de Touré es el ratio de acción de Silva. Su posición, de trequartista, en ocasiones se modifica y baja unos metros para ocupar el mediocampo. Así, ante el Everton (tal y como se aprecia en la imagen) el jugador canario se encuentra en una posición más retrasada que el marfileño, en la sala de máquinas. El intercambio, no obstante, es frecuente, y parece dar resultado a Pellegrini.
 
 
4º Guardar la ropa
 
Inteligentemente, tras el 2-1 y en la segunda parte, la presión ejercida por el Manchester City sobre el Everton se deshizo para dar paso a un sistema más defensivo. Tanto la zaga como el mediocampo juntaron líneas y se organizaron en torno al área de Hart. Más difícil para el Everton, que se topaba con hasta ocho futbolistas rivales delante cuando trataban de armar jugada.
 
 
5º Guardar la ropa (II)
 
El efecto de juntar dos líneas de cuatro se tradujo en menor cantidad de hombres en posiciones de ataque, como se observa en la imagen. Menos futbolistas para crear jugada, pero mayor seguridad defensiva. Esa fue la clave. Pellegrini leyó bien el partido, sus partes, y los jugadores le correspondieron con una buena actuación.