En los últimos días de verano de 2007, un grupo de millonarios procedentes de la Fórmula 1 se colaron en las páginas de fútbol. Briatore, Ecclestone y Agag se hicieron con el control del Queens Park Rangers, un club de Londres que no había participado en la máxima categoría desde hace doce años y que encaraba su tercera temporada en Championship después de haber tocado fondo en el tercer escalón del fútbol inglés. Después de atraer mucho ruido mediático y pocos resultados, en verano de 2011 por fin volvió a la Premier y Briatore vendió el club tal como había venido avisando. Lakshmi Mittal se quedó con su tercio de acciones, pero el multimillonario empresario Tony Fernandes se hizo con los dos tercios que acumulaban los hombres de la Fórmula 1. En manos de un “aficionado del West Ham de toda la vida” como se declaró Tony Fernandes estaba estabilizar al equipo en la élite.

Redknapp acaba con las turbulencias

En la era Briatore hubo hasta diez entrenadores (dos repetieron) en cuatro temporadas. La actual administración ha tenido tres entrenadores en tres temporadas, pero Harry Redknapp es el primer entrenador que completa una temporada como manager del QPR desde Neil Warnock; y también el primero que roza los 84 partidos de Warnock, el más longevo en el banquilo hoop desde Ian Holloway, quien entrenó al equipo londinense en 252 partidos desde 2001 hasta 2006.

"Tenía que deshacerme de jugadores problemáticos antes de que ellos se deshicieran de mí", Harry Redknapp

El actual manager se sentó en el banquillo sustituyendo a Mark Hughes, que había firmado dos años y medio y no llegó a uno. En noviembre de 2012 perdió el puesto con un bagaje de cuatro puntos en trece jornadas. La esperanza para salvarse fue Harry Redknapp, que cogió al Porsmouth cuando destituyeron Graham Rix y lo ascendió a la Premier y ganó una FA Cup, años después cogió al Tottenham cuando destituyeron a Juande Ramos y lo llevó a Champions por segunda vez en su historia. Harry dio cierta competitividad a una plantilla con más nombre y salario que rendimiento: encadenó dos victorias y tuvo la permanencia a cuatro puntos antes de empezar la recta final, sin embargo, el efecto se marchó y el QPR volvió a segunda.

Hubo pocas dudas de si él era el hombre que debía pilota el regreso a la élite vistos sus precedentes. Una de sus primeras tareas veraniegas fue renovar la plantilla que descendió. En octubre de 2013 Harry publicó su autobiografía, y concluía sobre su llegada a Loftus Road que “viendo la mentalidad de los jugadores, la carencia de goles y todas nuestras debilidades, estaba claro: íbamos a descender. Durante el verano he intentado remediar nuestros problemas, vendiendo jugadores y trayendo otros con la actitud correcta” y añadió que “mi prioridad era deshacerme de los problemáticos; deshacerme de ellos antes de que ellos se deshicieran de mí”.

Otra plantilla, equilibrio y hambre

El Queens Park Rangers vivió un verano movido de altas y bajas. Por un lado hubo que soltar ese lastre de gente no comprometida, apuntaba a Taarabt, o que fuera inasumible tenerlo en Championship, como Loic Remy, o descartados absolutamente, como Bosingwa. Ambos están actualmente en el Milan y Newcastle, respectivamente, si finalmente el QPR asciende serían un refuerzo de lujo para un recién ascendido siempre y cuando Redknapp les vea aptos para la causa. Por otro, el capítulo de altas se encaminó a traer a gente veterana y de clase media aunque un lujo en segunda como Benayoun, Dunn o Danny Simpsons y Kranjcar, es el tercer equipo para el que Redknapp le ficha; promesas como Charlie Austin, un veterano en la categoría a pesar de sus 24 años que ha roto a golear o Ravel Morrison, un mediocampista de calidad y potencia en el disparo de solo 23 años. Morrison está cedido por 90 días desde el West Ham y su último día será el de la final de Wembley por el ascenso; en su contrato figura una cláusula para quedarse en el conjunto de Loftus Road y sería una entrada por la puerta grande a la Premier donde no ha podido quedarse por problemas extrafutbolísticos. Además, el WPR consiguió la continuidad de hombres de plantilla como Robert Green, portero internacional; el atacante Bobby Zamora; los hombres de banda Wright-Phillips y Hoillet; el sarcástico Joey Barton y el veteranísimo Clint Hill.

El equipo tiene dos principales bazas en ataque. Austin ha sido el máximo goleador del equipo con 17 goles en Liga, a una distancia sideral del segundo, Ravel Morrison con 6. El mediocampista solo ha jugado 15 partidos por lo que la cifra cobra más relevancia, más siendo en un equipo tan poco goleador como el QPR: con 60 goles ha sido el segundo menos goleador de los diez primeros, los mismos que el Ipswich (9º) y solo Brighton (6º) marcó menos (55). A cambio, solo han encajado 44 goles siendo la tercera mejor defensa de la categoría, donde Clint Hill ha sido uno de los más alineados a pesar de ser el más veterano (35 años).

En general, Harry Redknapp no ha utilizado un once fijo y ha optado por dar varias alternativas. De este modo, hay 23 jugadores con al menos 10 participaciones en la Championship. Robert Green, el portero, solo ha faltado en un partido; en la delantera es donde menos rotación ha habido, con Charlie Austin como principal referente, y la defensa y el mediocampo ha sido el mayor campo de pruebas aunque Clint Hill y Richard Dunne son los hombres más utilizados con 40 y 41 partidos respectivamente.

Un año en la zona alta

El QPR no consiguió el ascenso directo, por la puerta grande, pero estuvo muy cerca. No bajó del cuarto puesto desde la quinta jornada, y disputó gran parte de la primera vuelta desde los tres primeros puestos. En la segunda mitad de la Championship, acabó perdiendo la proximidad con la cabeza de la tabla y finalmente se aseguró el cuarto puesto.

La Championship empezó el primer fin de semana de agosto y el QPR arrancó a lo grande. 13 de 15 puntos y liderando la clasificación junto al Blackpool, que acabó cayendo hasta las últimas posiciones en mayo. En el mes siguiente, firmaron la victoria en tres de cuatro citas y alcanzaron el liderato en solitario desde la jornada siete, precisamente después de empatar contra el Brighton. Comenzó octubre con el Burnley en los talones, y el equipo no aguantó, solo ganó en el primer partido al Barnsley y en los siguientes partidos se dieron todos los condicionantes negativos posibles: el QPR empata y pierde el liderato, y en la siguiente jornada el nuevo líder le gana para ampliar ventaja con un amplio 2-0, y además cayó a los puestos de promoción porque el Leicester también aprovecha el tropiezo. En noviembre, los resultados fueron algo irregulares, gana al Derby, empata con Reading, repite victoria con el Charlton y se despide perdiendo contra el Doncaster.

El QPR luchó por las dos primeras plazas durante la primera vuelta, en la segunda se quedó lejos del poderío de Leicester y Burnley

Las fechas navideñas echaron abajo la media de buenos resultados que estaban jugando los hoops. 7 de 9 puntos hasta el 14 de diciembre, que le ponen líder otra vez; 1 de 9 hasta el 31, que le hizo caer a la cuarta posición tras 19 jornadas entre los tres primeros. Especialmente problemática en esa mala serie fue la derrota contra el Leicester, que acabó el año líder a cinco puntos del Queens Park Rangers. Para abrir el nuevo año, los londinenses solo perdieron en la FA Cup ante el Everton, pero a cambio hizo pleno en Championship con 12 de 12 puntos ante Doncaster, Ipswich, Huddersfield y Bolton. En cambio, febrero fue mortal: 1 de 12, solo un punto en cuatro partidos. La recta final se acercaba y con tantos equipos queriendo hacer los deberes antes de que el agua les empezase a mojar por encima de las rodillas hubo una gran variedad de resultados, los hoops jugaron en marzo hasta ocho partidos y consiguieron 4 victorias, 2 empates y 2 derrotas: 14 puntos en total de 24.

El Queens Park Rangers se plantó, en abril, a falta de siete jornadas para el final a siete puntos del ascenso directo. Entonces dos derrotas le alejaron definitivamente de esas plazas y solo quedó tiempo para asegurar el playoff que jugará como segundo cabeza de serie. El siguiente equipo clasificado en la Championship fue el Wigan, con el que se enfrentará Redknapp. El 9 de mayo se jugará la ida en Wigan y el lunes 12 se jugará la vuelta en el Loftus Road.

Londres mantendría su cuota de representantes

Londres tiene actualmente seis equipos en la máxima categoría, sin embargo, con el descenso ya imposible de evitar del Fulham a la Championship, la capital inglesa se queda en cinco, lo que seguiría siendo un 25% del total de equipos de la Premier. Entre los equipos que ascienden directamente -Leicester y Burnley- y los clasificados para la promoción de ascenso -Derby County, QPR, Wigan y Brighton- solo hay un club londinense capaz de mantener la cuota actual de la City.

El Queens Park Rangers además mantendría el porcentaje de equipos del oeste de Londres, en sustitución del Fulham. Así pues, si Redknapp consigue devolver el QPR a la Premier quedarían como representantes londinenses el Chelsea y el QPR como equipos del oeste; Arsenal y Tottenham como equipos del norte; West Ham del este; y el Crystal Palace representando al sur.

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Charly Sogorb
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