A primera hora del mediodía se enfrentaban los dos primeros clasificados de la campaña pasada de la Premier League, en un duelo que Anfield presenció lleno hasta la bandera. El Liverpool necesitaba la victoria para seguir presionando a Arsenal y Manchester United en los puestos que dan acceso a Champions, mientras que todo lo que no fuese un triunfo citizen implicaba entregar medio título liguero al Chelsea.

Empezaba Rodgers con cuatro delanteros puros en el banquillo y ninguno sobre el césped, optando por la visión de juego de Lallana para buscar la velocidad de Sterling, que habría de pelearse solo frente a Kompany y Mangala. Lovren, tras el penalti fallado el jueves en Turquía, volvía a contar con el apoyo del técnico y empezó en la zaga supliendo al lesionado Sakho. El único cambio que planteó el técnico norirlandés con respecto al duelo del pasado fin de semana ante el Southampton fue la entrada de Markovic en lugar del joven Ibe. Por su parte, Pellegrini planteó el mismo once inicial que goleó al Newcastle por 5-0 la jornada anterior. Pese a que Demichelis y Clichy habían jugado en el partido europeo ante el Barcelona, Mangala y Kolarov volvieron a su sitio en Anfield.

La clave del contragolpe y dos golazos

Empezó mejor el City, teniendo más presencia en campo rival y rondando las inmediaciones de Mignolet. Una buena sucesión de pases entre Silva y Touré terminó con un fuera de juego claro de Agüero. Pero si hay un punto negro que tienen los mancunianos es la fragilidad defensiva, y el Liverpool empezó a explotar eso a la perfección. Coutinho, Lallana y Sterling amenazaban constantemente, y un pase del brasileño lo remató Lallana a gol, pero lo asistente lo invalidó por evidente posición antirreglamentaria. Y en otro despropósito defensivo de los de Pellegrini llegó el primer tanto: Sterling peleó un balón a los centrales, que no acertaron a despejar y le cayó el balón a Henderson, quien disparó desde lejos para clavar el cuero en la escuadra de Hart y llevar el delirio a la grada.

A punto estuvieron los visitantes de responder inmediatamente, con un balón largo por alto que Agüero controló y estrelló contra el poste izquierdo de la portería de Mignolet. El partido continuó con su tónica previa, con dominio de los celestes y los liverpudlians causando mucho daño en los contragolpes. Una internada de Zabaleta por banda derecha fue bien tapada por Lovren y Moreno, y en la jugada siguiente Moreno quebró por dos veces a Kompany, pero disparó con la pierna derecha y el esférico salió tan desviado como pegado al banderín de córner. El Liverpool estaba eléctrico, y Sterling dejó sentado a Mangala para poner un pase de la muerte al segundo palo al que no llegó nadie.

Los de Pellegrini perdían peso en la influencia del juego con el paso de los minutos, creciéndose los locales cada vez más con el marcador a favor. Los de la ciudad de The Beatles querían más, y casi lo obtuvieron en botas de Coutinho, que una vez más sacaba su magia a relucir. Pero cuando mejor estaban, Agüero se inventó un pase brillante que descolocó a toda la zaga local para permitir a Dzeko plantarse solo ante el cancerbero belga y empatar la contienda. Ante el jarro de agua fría, el Liverpool empezó a pecar de falta de precisión en los pases. Markovic intentó desbordar por la banda derecha, pero fue incapaz de dejar atrás a Kolarov y Silva. En un contraataque, Allen tuvo que lanzarse al suelo para obstaculizar a Silva, pero Clattenburg no vio necesario amonestar al galés.

Los 'citizen' celebran el tanto de Dzeko. (Foto: MCFC)

Los reds tuvieron una ocasión magnífica de volver a adelantarse en el electrónico pasada la media hora de juego con un balón picado de Markovic que sobrepasó a toda la defensa y dejó a Lallana frente a Hart, pero no precisó el inglés a la media vuelta y envió el chut fuera. Las tornas se habían invertido, y ahora eran los de rojo los que llevaban todo el peso del juego, pero el City presionaba la salida del balón muy arriba y dificultaba su circulación en botas locales. Un pase de Coutinho a punto estuvo de dejar en una posición franca de disparo a Markovic, pero Mangala metió el pie en el último instante y cortó la ocasión. Coutinho probó a Hart desde lejos con un disparo seco, pero centrado y que no supuso problema alguno para el guardameta inglés.

Los errores de posicionamiento de la defensa citizen seguían siendo de bulto, pero la diferencia radicaba en que el Liverpool ya no lo aprovechaba tan bien como en los primeros minutos de encuentro. Reclamaron penalti los visitantes por una caída de Zabaleta dentro del área tras un forcejeo con Lovren que el colegiado no vio como tal, y los últimos minutos del primer tiempo significaron un arreón final del cuadro local en busca de un tanto que les pusiera por delante de camino a vestuarios. Sterling desbordó a Kompany y consiguió un centro que despejó a saque de esquina un defensor, y nuevamente el joven inglés dispuso de una gran oportunidad con un tiro que repelió Hart y otro acto seguido que propició una buena estirada del arquero. Con el empate en el marcador y tras una muy entretenida primera mitad, se llegó al entretiempo.

Ganó quien más quiso ganar

Tras la reanudación, cuando apenas se llevaban treinta segundos, Zabaleta se internó por la derecha y sirvió un centro medido a Agüero para que el argentino rematase de cabeza, pero la pelota salió ligeramente por encima del larguero, encogiendo los corazones de los aficionados locales. Lallana pudo responder un par de minutos después, pero estuvo muy lento en el pase que habría dejado solo a Sterling y Kompany le quitó el cuero. Llegaron buenos minutos con el Liverpool, con un Lallana muy activo que propició dos ocasiones muy claras de gol, incluso un gol que anuló el árbitro por fuera de juego de Skrtel tras el saque de una falta.

Pellegrini movió el banquillo, consciente de que todo lo que no fuesen tres puntos era un fracaso, y retiró del campo al goleador Dzeko para meter a Milner. Fernandinho vio la primera cartulina amarilla del encuentro por una patada por detrás a Coutinho para cortar un contragolpe. Con Milner, el técnico chileno intentó ganar más presencia en el centro del campo, donde estaban siendo superados, pero sólo lo consiguió por fases, a ratos. Kolarov dejó atrás a Markovic, pero su centro fue tan impropio que salió por la banda. El Liverpool seguía achuchando, y Sterling por dos veces tuvo la oportunidad de deshacer la igualada. Un centro de Henderson hacia Moreno obligó a Hart a estar muy atento para salir a atrapar el esférico en el punto de penalti.

Nasri tuvo una ocasión muy buena de poner en ventaja a los mancunianos por primera vez en el encuentro, pero tras dejar atrás a Moreno y Lovren, quiso seguir adentrándose él mismo en el área y Can terminó arrebatándole el balón antes de que pudiese dar un pase. Rodgers no consideraba necesario hacer cambios pese a que se entraban en los últimos veinte minutos de juego, ya que su equipo estaba bien sobre el césped, aunque no era capaz de aprovechar sus ocasiones. La zaga local tuvo problemas para despejar una combinación de Kolarov, Silva y Touré por la parte izquierda. Y, finalmente, la espera tuvo su premio: Coutinho se sacó un zapatazo duro y colocado desde lejos que hizo inútil la estirada de Hart, poniendo al Liverpool nuevamente por delante.

Los jugadores celebran el tanto de Coutinho. (Foto: LFC)

Fue entonces cuando Rodgers decidió mover ficha y meter a Sturridge. En botas de 'Stu' estuvo la sentencia tras un grave error defensivo que le dejó en un mano a mano frente a Hart, pero cruzó el esférico en exceso y se marchó fuera. Pellegrini no se quedó atrás y puso a Bony para intentar llevarse al menos un punto, y casi lo consigue con un tiro de Agüero desde dentro del área que se marchó lamiendo el poste. El Liverpool no sufrió en exceso en los últimos minutos, bien replegados atrás y saliendo al contragolpe con peligro, e incluso manteniendo la posesión la mayoría del tiempo. Silva se hizo un hueco dentro del área y chutó, pero tremendamente desviado. Agüero tuvo la última ocasión del encuentro, obtuviendo el mismo resultado que las anteriores ocasiones. Al final, los tres puntos se quedaron en Anfield con merecimiento.

Así quedan ambos conjuntos

Con esta victoria, el Liverpool escala hasta la quinta posición con 48 puntos, a sólo dos de un tercer puesto que parecía imposible hace dos meses. Son el único equipo Premier que no conoce la derrota en este 2015, y encadenan ocho victorias y dos empates en los últimos diez partidos. Buscarán seguir prolongando esta racha el próximo miércoles, cuando reciban en Anfield al Burnley.

El traspiés sufrido por el City les hace despedirse en un gran porcentaje del título liguero, aunque permanecen en la segunda posición con 55 puntos. Recibirán en casa al Leicester en la próxima jornada para no terminar de descolgarse definitivamente.

Rodgers celebra la victoria. (Foto: LFCphoto)
Liverpool (2) Manchester City (1)

Mignolet 6 Hart 6
Emre Can 7 Zabaleta 6
Skrtel 7 Kompany 4
Lovren 7 Mangala 4
Henderson 8 Kolarov 5
(83') Moreno 7 (78') Fernandinho 5
Allen 7 Yaya Touré 4
Coutinho 8 (83') Nasri 4
(75') Markovic 7 Silva 5
Lallana 8 (58') Dzeko 6
Sterling 7 Agüero 5
Substitutes
(75') Sturridge 6

(58') Milner

4
(83') Touré - (78') Bony 4
(83') Lampard -