We're going up: Brentford, la ilusión del humilde

Un equipo de barrio situado al oeste de Londres, está dispuesto a reemplazar al Fulham como el equipo del lugar con más relevancia en el paronama futbolístico de las islas. Fundado en 1889, para servir como búsqueda de un deporte de invierno para los remeros del Brentford Club, la entidad pasó sus primeros años en las divisiones inferiores de la Football League, consiguiendo en 1904 la inauguración del que aún es su estadio, Griffin Park, aunque lo abandonarán más pronto que tarde. En menos de cuatro años se trasladarán a un nuevo complejo deportivo que incluye casas, tiendas y el nuevo estadio. La idea de los gestores del club es que la comunidad crezca al mismo tiempo que la propia entidad. Tras varios años de idas, venidas y mucho anonimato, en la temporada 2008/2009 consiguieron el ascenso a League One, ocupando la primera posición de la tabla. Cinco años más tarde, en la 2013/2014 lograrían volver a la Football League Championship, terminando el curso en una digna segunda posición y logrando así la promoción de manera directa.

La temporada de las abejas ha sido fantástica. El buen bloque formado por Matthew Benham, sumado a la dirección de Mark Warburton, ha conseguido que un equipo recién ascendido pueda pelear por una nueva promoción que al inicio de campaña hubiese sonado a utopía. El mérito es absoluto teniendo en cuenta que la gran mayoría de los jugadores con un cierto peso en el vestuario han llegado este mismo verano. Después de asegurar el fichaje de Alan Judge, el Brentford continuó fortaleciendo su plantilla con la llegada de Marcos Tébar, Andre Gray, Moses Odubajo, Scott Hogan, Daniel O'Shaughnessy, Tommy Smith y Nick Proschwitz. Tras el rechazo de un nuevo contrato, Clayton Donaldson firmó por el Birmingham City y su compañero en la delantera, Lucas Norris, partió hacia Gillingham. Will Grigg se marchó al MK Dons en un préstamo que duraría toda la temporada, así como Alex Pritchard llegó de la misma manera a Brentford, procedente del Tottenham Hotspur. Jake Bidwell, Stuart Dallas y David Button también firmaron nuevos acuerdos que aseguraron sus servicios hasta 2017. Y así, tantas y tantas nuevas piezas que se irían uniendo durante el transcurso de la temporada (Jota Peleteiro y Jon Toral entre ellas) y que forman el gran puzzle que es este equipo.

La carrera del Brentford hacia la meta comenzó con una mala salida, pero recuperando posiciones desde la primera curva. Un empate ante el Charlton y una derrota ante, por entonces, un equipo del montón como era el Bournemouth, mostraban esa timidez típica del que quiere pero no sabe que es exactamente lo que debe hacer para encajar. Ante un rival, el Blackpool, que más tarde descendería con varias jornadas de antelación, surgió la situación perfecta para coger confianza y empezar a desmelenarse. Pese a los toques de atención de Norwich y Boro (precisamente dos equipos con los que comparten playoff), el Brentford ya se encontraba con la batería a tope y el cargador a mano.

Pese a que la temporada de las abejas lo merecía, no sería hasta la última jornada, y tras una serie de carambolas, cuando se produjo el milagro. Los chicos de Mark Warbuton habían pegado un bajón importante en el último y decisivo tramo de campaña. Empates contra Nottingham Forest y Bolton, o la derrota ante el Sheffield Wednesday (todos siendo equipos sin pretensiones) hicieron presagiar un futuro lejos de los seis primeros puestos. Pero la derrota del Ipswich, sumada a la propia y contundente victoria ante el Wigan y la vergonzosa derrota por 0-3 del Derby en casa ante un Reading que llegaba prácticamente de paseo, permiten hacer soñar al Brentford con un futuro en la máxima competición del fútbol inglés.

Las abejas han conseguido la mayor parte de sus puntos en Griffin Park aunque han llegado a ser el cuarto mejor equipo lejos de su terreno de juego, solo superados por Bournemouth, Norwich y Watford. Ofensivamente han sido también cuartos, superados de nuevo por los tres mencionados anteriormente y el Derby County. En cuanto al apartado defensivo, bajan hasta el décimo puesto con 59 goles encajados.

Además de las ventajas en lo deportivo, hay que tener en cuenta que un ascenso podría suponer una elevada inyección de capital para el club. La Premier League oficializó un nuevo contrato comercial con Sky Sports y BT Sport, por el cuál recibirá una cantidad total de 5136 millones de libras (en torno a 6919 millones de euros) en un periodo de 3 años, que se iniciará a partir de la temporada 2016/17, finalizando en la campaña 2019/20. Obviamente, esto no les afectaría directamente la temporada venidera pero si a corto plazo. Pese a esto, un ascenso podría remitirles alrededor de unos 100 millones de libras, cantidad elevadísima, más teniendo en cuenta la humildad de la entidad. Otra de las grandes medidas que se esperan es la rebaja en el precio de las entradas, que tantas protestas ha generado en multitud de estadios. Más liquidez, en teoría, debería traducirse en precios más bajos para el aficionado. El 50% va dirigido a cada club en partes iguales, un 25% basándose en la tabla clasificatoria de la temporada anterior, mientras que el último 25% restante se cobrará en base a las audiencias televisivas y las veces que los equipos hayan sido televisados.

Todo esto, sumando a que el presidente y dueño, Matthew Benham, estudió física matemática y trabajó varios años en fondos de inversiones, crean una espectativa deportiva y económica muy esperanzadora para los hinchas del club. El mandamás, llegó a montar una casa de apuestas y, hartándose de ganar dinero, decidió comprar el equipo al que había seguido de pequeño. Después de 125 años de una vida en la sombra, sin ganar absolutamente nada y únicamente con un par de temporadas en los años treinta del siglo pasado en las que jugaron y lograron terminar entre los seis primeros de la vieja Primera División inglesa (Division One por entonces y Premier League actualmente), hoy están luchando por ascender de nuevo a la máxima categoría del fútbol inglés.

Su rival, el 'Spanish Middlesbrough' de Aitor Karanka y compañía, llega como el gallito del cuadro, dominando la competición a su antojo durante varias fases de la temporada y con el recién nombrado Mejor Jugador de la Championship 2014/2015, siendo también el el máximo goleador de la misma, Patrick Bamford.