En general, el Arsenal es un equipo que juega muy bien al fútbol, que genera muchas ocasiones, pero que materializa poco, y que además suele conceder más de lo debido al rival. Y esto, en el fútbol, significa que probablemente ganes mucho menos de lo que aspiras a hacer. No hay nada que defina mejor a los de Wenger en los últimos años que la sensación en los choques importantes de una supuesta superioridad no traducida en un marcador positivo. También es cierto que sufre la ausencia de la figura de un delantero referencia, de los que deciden partidos y marcan la delgada línea que separa victoria y derrota.

Wenger, ante la más que probable propuesta de defensa cerrada del Aston Villa de Sherwood, optó por introducir a Walcott en el lugar de Giroud, es decir, se decantó por jugar sin un delantero centro. La presencia de Theo, cuyas virtudes principales son la velocidad y el dinamismo, aportó un sinfín de movimientos y desmarques que supusieron un constante apoyo para la circulación de balón gunner. Más acertada o menos, Walcott siempre ofrecía una solución.

Walcott, como '9', siempre ofrecía una solución a la circulación de balón 'gunner'

Es cierto que el planteamiento del Aston Villa puso a los villains en una situación de inferioridad desde el comienzo del choque. Con diez hombres por detrás del balón, defendían muy atrás, quedando Benteke aislado en campo del Arsenal con la función de ser el receptor del juego directo. Mertesacker y Koscielny trabajaron muy bien sobre el ariete belga, obligándolo a salir de su zona de influencia y ganando los balones frontales. Grealish, quizá el jugador con más talento del Aston Villa, quedó totalmente desconectado y aislado en el flanco izquierdo. 

Debido a la defensa por acumulación del Villa, el carril central quedó congestionado. El Arsenal decidió penetrar por las bandas, por lo que Monreal y Bellerín, sin tener que asumir responsabilidades defensivas debido a que los hombres de banda de los de Birmingham formaban casi un doble lateral, tuvieron mucha presencia en campo rival. De hecho, el primer gol es un reflejo de todo ésto: caída a banda de Walcott, llegada por detrás de Monreal, centro, toque en el área de Alexis y gol de Walcott.

Ante la defensa cerrada del Villa y la congestión del carril central, Bellerín y Monreal tuvieron mucha presencia por las bandas

Ni siquiera tras el 1-0 el plan de Sherwood se alteró. El Aston Villa seguía muy metido atrás, y cuando lograba recuperar, tenía demasiado terreno por delante para poder crear peligro, además de que el Arsenal estaba bien posicionado defensivamente tras la pérdida. El Arsenal consiguió mantener un ritmo más acorde a sus características, es decir, pausado y tranquilo para poder crear a partir de la posesión, pese a tener al catalizador del conjunto que dominó ese arte como nadie y a dos velocistas como Alexis y Walcott.

El Arsenal no tiene un '9' para aspirar a cotas mayores, pero sí dispone de una figura determinante y autosuficiente en Alexis Sánchez. Un trallazo antológico del chileno puso el 2-0, permitiendo a los de Wenger jugar ya en otros registros. Cazorla, Ramsey, Özil, Alexis y Walcott dieron una verdadera exhibición de juego de asociación en la segunda mitad, ya con el Aston Villa algo más abierto. Incluso en el juego aéreo, los gunners tienen una baza que puede ganar partidos, la altura de Mertesacker, que aprovechó un fallo de Benteke en el marcaje. 

Si bien se impuso a un rival inferior, el Arsenal constató un hecho que pocos dudan en Inglaterra: en una buena tarde, pocos logran igualar el nivel de juego que alcanzan los inquilinos del Emirates. En la Premier, quizá solo el Chelsea en sus mejores momentos. Otra cosa es que consigan transformarlo en victorias, títulos y noches de gloria.