Inglaterra no tuvo opción. O lo que es lo mismo, Italia impidió que los chicos de Gareth Southgate tuviesen oportunidad alguna de meterse en un partido que no duró ni media hora: en el minuto 26 los azzurri ya ganaban 0-2. Muy faltos de juego, los ingleses jugaron a remolque en todo momento, incapaces de buscar una reacción que les devolviese la vida. Estas son algunas de las claves tácticas del encuentro:

1. Presión alta italiana, pronta pérdida inglesa: La primera premisa de los italianos fue clara; había que mantener el balón y evitar que su rival tuviera muchos opciones para pensar. El planteamiento de Di Bagio pasó por encima del de Southgate, cuyo equipo salió demasiado miedoso y sin ideas. Los italianos presionaban alto con línea de tres y forzaron dos alternativas, ambas deseadas: vuelta atrás hacia el portero, que mandaba un balonazo largo pocas veces aprovechado; o titubeos en el centro del campo para terminar perdiendo el cuero en la zona medular. Así llegó el segundo tanto visitante, obra de Benassi.

2. Harry contra el mundo: a Inglaterra le podía valer el empate, y eso dio la sensación que les relajó, dejando que fuera su rival el que impusiera el juego que le viene bien. Los Three Lions apenas amedrentaron a la férrea zaga italiana, solvente en todo momento y solamente inquietada por algún tímido tiro lejano de Harry Kane, una isla de esperanza perdida en medio de un océano. El atacante del Tottenham lo intentó con peligro hasta cuatro veces, pero en la mitad se topó con el acierto de Bardi, y en las otras no encontró portería.

Belotti remata a placer ante la pasividad de Gibson, que no llega a cortar el envío. / Foto: Getty Images

3. Centrales pasivos: El primer gol de Italia llegó de un centro vertical al área en el que Bolatti, libre de marca, remata casi con la punta de la bota. Dos centrales para dos delanteros. Ambos se lo miran, ninguno intercepta. Segundo gol de Italia, dos minutos después. Pérdida absurda en la salida desde atrás en el centro del campo y contragolpe plácido para los italianos: nadie les sale al paso, todos reculan, Italia llega al área y Benassi define. Tercer gol: Italia sirve de banda, prolonga dentro del área un jugador de primeras con una volea, libre de marca, y también solo, cabecea Benassi. Otra vez todos lo miran. Se busca al nuevo John Terry.

4. Southgate no reacciona: Más de una hora (64 minutos, para ser más concretos), tardó Inglaterra en acometer una llegada reseñable. De fuera hacia adentro, asiste Redmond, lo intenta desde la frontal Lingard, que tira desviado. Inglaterra ya perdía 0-2, pero no encontraba alternativas en el juego y, sin cambios, el partido no dio el giro que necesitaban los pross. Sin creatividad en el centro, el equipo de Southgate basó todo sus intentos en bandazos por los costados, muy bien cubiertos por los italianos. Un solo cambio en todo el partido. Los ingleses, sin reacción, quedan fuera del torneo.

5. Las inferioridades numéricas: Italia ataca con tres delanteros por dentro, yendo a buscar a los dos centrales. En el centro, Forster-Caskey y Chalobah se encuentran ahogados por el trivote que forman Cataldi, Crisetig y Benassi. Dos situaciones de dos contra tres, ambas a favor de Italia, ambas permiten que Inglaterra no supere con facilidad la línea del centro del campo, y sus hombres de ataque apenas tocan balón. El tanto final de Redmond en el 93', una anécdota.

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Sobre el autor
Roger Requena
Apasionado por el deporte, especialmente el fútbol. Practico el hockey hierba y me gusta ir a correr y hacer otros deportes. Estudié Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona, y el Máster de Comunicación Deportiva en la Universidad Ramon Llull - Blanquerna. http://highbury.es/author/roger-requena