El Stoke City ya tiene un nuevo fichaje. Ibrahim Afellay, tras superar el pertinente reconocimiento médico, pasa a formar parte de la plantilla potter para los próximos dos años y ya ha volado hacia Francia para unirse a sus compañeros en el stage de Evian, con vistas a preparar la Colonia Cup. Como ya sucediera con Glen Johnson, Shay Given y Moha El Ouriachi, el holandés llega sin coste alguno al condado de Staffordshire tras haber concluido su contrato con el FC Barcelona el pasado 30 de junio.

Mark Hughes buscaba a un hombre de banda desequilibrante durante el mercado veraniego y han sido multitud de nombres los que se han vinculado con la entidad del Britannia Stadium: Yarmolenko, Konoplyanka, Shaqiri, Adama Traoré… Al final, Ibrahim Afellay, que siempre estuvo en la recámara con el aliciente de que llegaría a coste cero, ha sido el elegido para aterrizar en The Potteries. Allí, el atacante de 29 años se juntará con otros 3 ex del Barça como Marc Muniesa, Bojan Krkic –con los que coincidió en su etapa en la Ciudad Condal– y Moha El Ouriachi.

Afellay se reencontrará con Bojan en Stoke-on-Trent. Foto: SPORT

Criado en la cantera del PSV Eindhoven, donde entró con tan sólo 10 años, el atacante nacido en Utrecht debutó con el primer equipo de la Phillips en 2004. Allí se asentó y disputó hasta 8 temporadas al máximo nivel antes de firmar por el FC Barcelona en enero de 2011 por tres millones de euros.

En el Camp Nou nunca consiguió hacerse con un hueco en el once y casi siempre que jugó, lo hizo partiendo como revulsivo desde el banquillo. Llegar a mitad de temporada a un equipo totalmente consolidado y la lesión del ligamento cruzado anterior de su rodilla en septiembre de 2011 fueron losas demasiado grandes de levantar para un Ibrahim Afellay que, tras siete meses en el dique seco, apenas volvió a contar para Pep Guardiola. En ese mismo verano, el holandés se marcharía cedido al Schalke 04.

Ibrahim empezó fuerte en Alemania. Foto: SPORT / AP

En el conjunto de Gelsenkirchen, el extremo comenzó con buen pie pero, tras lesionarse primero en noviembre con la selección holandesa y luego en enero con el club alemán –en un amistoso frente al Al Saad–, no volvería a vestir la camiseta de los mineros y, de hecho, acabaría su recuperación en Holanda, algo que no sentó muy bien en el Schalke.

En su regreso a Barcelona, Afellay decidió volver a los entrenamientos dos semanas antes que sus compañeros de equipo, en busca de un lugar en los planes del Tata Martino. Por desgracia para el neerlandés, una vez más el quirófano se cruzó en su camino y estuvo apartado de los terrenos de juego cuatro meses más. De esta manera, el atacante sólo se vistió de corto en dos ocasiones en toda la temporada 2013-14: jugó tres minutos en un partido de liga frente al Málaga y otros 21 en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Levante.

Parecía claro entonces que Ibrahim no iba a tener hueco al año siguiente, en esta ocasión bajo la tutela de Luis Enrique, en el FC Barcelona. Por ello, y una vez más en forma de cesión, el extremo holandés hizo las maletas para probar suerte en un nuevo club y en una nueva competición: la Superliga griega le esperaba de la mano del Olympiacos. En la entidad de El Pireo, Ibi –que así es como le llaman– disfrutó de una regularidad que no había tenido en los años previos y pudo disputar 29 partidos para anotar seis goles y repartir cuatro asistencias durante su estancia en el país heleno.

Ahora, a sus 29 años, este internacional por Holanda –debutó en 2007, participó con la oranje en el Mundial de Sudáfrica y en las Eurocopas de 2008 y 2012, y en total ha vestido la camiseta de los Países Bajos en 50 ocasiones– reclama una nueva oportunidad para demostrar todo su fútbol. El Stoke City y la Premier League parecen el lugar idóneo para su recuperación.