El sábado 25 de julio, todos los aficionados citizens celebraron algo muy particular. El Etihad Stadium cumplió 13 años desde su inauguración en 2002. El estadio, que originalmente fue diseñado para una candidatura fallida de los Juegos Olímpicos de verano del 2000, finalmente fue construido para los Juegos de la Commonwealth en 2002 con un coste total de 110 millones de libras.

Tras la finalización de los Juegos, el estadio fue convertido en un campo de fútbol y pasó a ser la sede habitual del Manchester City, que abandonó su antiguo campo, Maine Road, en 2003. El estadio tiene una forma ovalada, con dos gradas escalonadas rodeando todo el terreno de juego y una tercera grada en los dos laterales del mismo, con una capacidad total para 47.405 espectadores.

El primer partido de fútbol que se disputó en el estadio fue un partido amistoso entre el Manchester City y el FC Barcelona el 10 de agosto de 2003, con victoria local por dos tantos a uno. Por su parte, el primer partido oficial de la Premier League que se disputó en el Etihad fue el 23 de agosto de 2003 entre el Manchester City y el Portsmouth, que terminó con empate a uno. El estadio ha albergado otros eventos deportivos como un partido de la Rugby League entre Inglaterra y Australia, un encuentro de la selección inglesa femenina en 2005 frente a Finlandia y multitud de conciertos.

El Etihad  ha sido calificado por la UEFA como un estadio cuatro estrellas y fue elegido para albergar la final de la Copa de la UEFA de 2008.

Por el Etihad han pasado grandes jugadores, muchos de los cuales en los últimos años, desde que, en 2008, un grupo inversor de los Emiratos Árabes decidiera hacerse con el club inglés. Estrellas del fútbol mundial como Robinho, Tévez, Yaya Touré o el Kun Agüero  han deleitado a los aficionados del Manchester City. El conjunto inglés ha vivido una época dorada desde que llegaron los inversores de los Emiratos Árabes, no sólo porque ha contado con jugadores de talla mundial, sino porque también ha conseguido convertirse en un serio aspirante al título liguero y la clasificación para la Champions año tras año.  

Se han vivido partidos inolvidables para los aficionados citizens en el Etihad, pero quizás el más importante de todos es el que le daba el título de la Premier en el último minuto y ante su máximo rival, el Manchester United. El Manchester City se proclamó campeón de la Premier League 11/12 de la forma más agónica que se pueda imaginar, tras vencer al Queens Park Rangers en la última jornada con dos goles en apenas tres minutos que daban la vuelta a un marcador adverso y valían una liga.

Tras una primera parte de constante presión sobre el área contraria, Zabaleta abrió el marcador a los 35 minutos. Tras el descanso, Cissé aprovechó un error en defensa de Lescott para empatar. En el minuto 54, Joe Barton era expulsado por agredir a Tévez y dejaba al QPR con diez. Pese a estar con un jugador menos, Mackie hacía el 1-2 para el QPR en el minuto 66 de partido, remontando un encuentro que no sólo suponía perder tres puntos, sino que también valía una liga. Por su parte, el Manchester United estaba ganando al Sunderland y era el virtual ganador de la Premier.

Al City sólo le quedaba apelar a la heroica para remontar en menos de 30 minutos. Dzeko logró el gol del empate en el 91 de partido, y en el último minuto de descuento, el 94, fue cuando se produjo el milagro mancuniano. Agüero empujó al fondo de la red un balón que les proclamaba campeones de la Premier League, desatando la locura en el Etihad Stadium con un gol que vale su peso en oro. Los red devils solo tenían que mantener el marcador para alcanzar su vigésima liga inglesa, y los de Ferguson no fallaron, ya que ganaron al Sunderland, pero lo que no sabían es que iban a perder la liga en el último minuto del partido que enfrentaba al Manchester City y QPR, con el agónico gol del Kun en el 94. 

El Manchester City lograba de esta forma su tercer título liguero, que se sumaba a los logrados en las campañas 1936-37 y 1967-68, si bien más tarde ganaría otra Premier League en la campaña 2013-2014. Ese gol jamás se borrará de la memoria de los afionados al fútbol de Manchester. Los del Manchester United no lo olvidarán por perder la liga ante su máximo rival; y los citizens por ganar en el último minuto una liga en su estadio y dejando a su rival vecino más tocado que nunca. Seguro que al Etihad le quedan por vivir muchos momentos como estos. Que la historia continúe.