La Premier League se adelanta al viernes por primera vez esta temporada como consecuencia de la previa que disputará la semana que viene el Manchester United con el objetivo de estar presente en el sorteo de la fase de grupos en la máxima competición continental, la UEFA Champions League.

Sin embargo, el torneo doméstico no perdona los errores y los despistes, y una derrota puede suponer dar una cierta ventaja a tus rivales, que en algunas ocasiones se convierte en una misión imposible recuperar el terreno perdido. En esta jornada deberá visitar la cuna de los villanos, donde los diablos buscarán tener el cetro de ser los más poderosos en el mundo tenebroso.

Un estilo de juego que se debe pulir

La restructuración trae consigo consecuencias tanto positivas como negativas, sobre todo afectando al juego del equipo y a la estructura del mismo. La pasada jornada se vio a un equipo que apuesta por un juego más de toque, una idea que mostró la temporada pasada Tim Sherwood y que quiere implantar desde el primer minuto.

Las llegadas de Veretout y Gueye han dado esa pausa y calma en el juego en el centro del campo para buscar las transiciones más beneficiosas para el conjunto de Birmingham. Además, la ayuda de los hombres de ataque, sobre todo del hombre referencia -en el último encuentro Jordan Ayew-, que deja caer su posición para ser el anclaje de unión entre ambas líneas. También Richards, recientemente elegido como capitán pese a haber llegado durante este mercado veraniego, puede y debe erigirse como el líder de una inexpugnable zaga. Y es que, como bien es sabido, en la Premier los partidos se ganan con una buena defensa más que con un buen ataque.

No obstante, el problema se le ha presentado con una defensa cerrada donde el juego de posesión no tuvo éxito ante la poca masa de futbolistas que subían en las acciones ofensivas, dejando en muchos tramos a Sinclair o Agbonlahor solo ante los cuatro defensores del Bournemouth. Al final, unas de las claves de la permanencia de la temporada pasada -el juego aéreo- sirvió para que el Aston Villa se llevara los tres puntos del Vitality Stadium con un tanto de cabeza de Gestede.

Siguen las dudas

El Manchester United entra en las quinielas para el título con más fuerza que nunca, sus refuerzos en el centro del campo hacen ver a un equipo más sólido que temporadas anteriores. Van Gaal tiene la llave para que los red devils vuelvan a saborear el título liguero, empero tras la primera jornada el neerlandés no pudo evitar que las críticas hacia el juego del conjunto de Manchester persigan.

Un juego parado, sin velocidad y con muchas lagunas se solventaron con un gol en propia de Walker que les sirvió para conseguir los tres primeros puntos en su debut en Old Trafford y ante un equipo de la calidad del Tottenham. Smalling y Romero se encargaron de mantener la mínima ventaja ante una oleada de acciones ofensivas de los spurs en el segundo tiempo. El cancerbero argentino fue titular sorprendentemente, puesto que llegó la pasada semana a la disciplina de la entidad mancuniana y apenas ha tenido vacaciones tras disputar la Copa América con su país. Romero salió en detrimento de De Gea, que ha bajado bastante su rendimiento con respecto a la temporada anterior -en palabras del técnico- y al que podrían estar influyéndole los constantes rumores de traspaso.

Este encuentro puede ser un boceto del nivel que deberá mostrar la próxima semana para evitar una caótica sorpresa que provocaría un agujero profundo en los objetivos del equipo del Teatro de los Sueños.

Posibles alineaciones