La segunda jornada de la Premier League deparó un empate a cero entre el Watford de Quique Sánchez Flores y el West Bromwich Albion de Tony Pulis. Los locales, recién ascendidos, fueron los encargados de poner el fútbol y merecieron el gol pero su falta de acierto y la actuación de Mhyill dejaron a los de Vicarage Road sin abrir la lata. Los 90 minutos mostraron cuatro claves para entender cómo se desarrollo el encuentro y las diferentes vicisitudes.

1. Equipo ordenado y compuesto

El West Brom se plantó en The Vicarage Road tras encajar un 0-3, en la jornada inaugural, frente al Manchester City. El partido frente al equipo de Pellegrini dejó muy malas sensaciones en los chicos de Pulis, que se dedicaron a defender en su propio campo y, a pesar de la acumulación de hombres, no consiguieron mejorar la pobre versión defensiva mostrada a lo largo de la pretemporada. Para enfrentarse al Watford, Pulis introdujo las novedades en defensa de McAuley y Olsson unidos a la entrada de Yacob en el centro del campo.

La entrada de Yacob dotó al equipo de la estabilidad necesaria.

Esos tres cambios se tradujeron en un equipo mucho más compacto, sin tantas fisuras entre líneas. Sin un sistema tan defensivo como en la primera jornada, el West Brom defendía con siete hombres las ofensivas del Watford, que durante muchos minutos no supo encontrar la fórmula de penetrar en el férreo sistema generado por los ‘baggies’.

2. ¿Cómo hacer daño?

En clave local, uno de los puntos fuertes del conjunto es la zona de tres cuartos hacia delante. Es en esa zona donde el talento de sus jugadores puede convertir al equipo de Sánchez Flores en una de las revelaciones de la Premier. Frente al colapso ofensivo, el Watford no dudó en utilizar una de sus acciones favoritas como es la de buscar arriba a Deeney, un especialista en bajar balones, dejando acciones francas a jugadores de segunda línea.

Esa acción se pudo ver durante todo el partido frente al West Brom. Deeney se ofrecía entre los dos centrales para recibir, amortiguar el esférico y dejarlo de cara para la llegada de Ighalo, uno de los más activos y que disfrutó de buenas ocasiones para adelantar a los suyos. Sin duda, la figura de Deeney va a ser una de las claves ofensivas en los de Quique Sánchez Flores, un especialista en sacar el máximo rendimiento a sus pupilos.

3. Jurado y Rondón, dos nombres propios

Del encuentro entre el Watford y los ‘baggies’ destacaron las figuras de José Manuel Jurado y Salomón Rondón. El español fue nombrado el mejor jugador del encuentro y volvió a dar muestras de su papel fundamental en el esquema de Sánchez Flores. Jugando pegado a la banda izquierda, cayendo durante muchos momentos por el centro, el ex jugador del Atlético se mostró muy activo, mostrando su gran desborde y solo le faltó la definición. Su presencia trajo de cabeza a Dawson, que sufrió hasta la extenuación para poder frenarle.

Jurado, arrancando desde la banda o desde el centro, hizo las delicias de la afición

Por parte del West Brom, la mejor noticia fue el debut de Salomón Rondón. El venezolano, incorporación récord de los ‘baggies’, está llamado a ser un hombre clave y más tras las informaciones que apuntan a la marcha de Berahino. El ariete dejó detalles de lo que se espera de él: movimiento, rapidez, desborde y disparo. Nada más entrar, en el minuto 62, ya dio síntomas de ellos en una sola acción.

4- Nyom, el paradigma del lateral de Sánchez Flores

Otra de las claves más relevantes que dejó el encuentro fue la aportación que espera el técnico español de sus laterales. Tras lo mostrado frente al Everton, en Goodison Park, los laterales del Watford volvieron a ser de lo más destacable del partido. Nyom se erigió como uno de los protagonistas y es un futbolista a tener en cuenta a lo largo de la competición, siempre que mejore su aportación arriba.

Nyom se está mostrado muy activo en ataque.

Ese hecho fue uno de los quebraderos de cabeza para Pulis, que se vio desbordado por las internadas de los laterales y las obligaciones que estas generaban en sus interiores. Tanto Gardner como Morrisson tuvieron que focalizar sus esfuerzos en tareas defensivas, algo que acabó propiciando un desgaste que se tradujo en las posteriores substituciones.