No hay motor más eficaz que los sueños cuando las metas parecen utópicas, o al menos cuando eso se empeñan en proclamar los demás. Pero en el fútbol, la mezcla de trabajo, talento, fe y un toque de rebeldía puede acabar resultando en una sorpresa tan bonita como sorprendente que haga que David se sienta tan fuerte como Goliat. La cuarta jornada de la Premier League une a las dos grandes revelaciones del fútbol inglés, a dos conjuntos que, cada uno a su manera, se curtieron en el infierno para escapar de las llamas más fuertes que nunca. Bournemouth y Leicester City ponen sus sueños sobre la mesa, envueltos en una realidad que hace no mucho cualquiera que la hubiese imaginado habría sido tildado de loco.

Los milagros existen

Si hay algo que une a cherries y foxes son sus recientes gestas futbolísticas, que les han llevado a copar portadas y merecer la admiración del mundo del balompié. Del sufrimiento más agónico a las lágrimas de alegría.

El caso del Bournemouth es uno de los más increíbles jamás vistos en el país que inventó este deporte. El equipo de rayas rojas y negras vivió hace apenas 18 años una situación agónica, en la que jugadores y delegados del club salieron a las calles de la costera ciudad de Bournemouth a pedir dinero para evitar la desaparición del club. Lo consiguieron 'in extremis', y salvaron en el último momento a los cherries de lo que habría sido un pitido final eterno.

Foto: Getty Images vía BBC

Años más tarde, los milagros volvieron a aliarse con el club. En 2008, las deudas ahogaron al equipo de Dean Court y en 2009 a punto estuvo el Bournemouth de descender en la última liga de fútbol profesional de Inglaterra. Sin embargo, los minutos finales dieron una vez más la vida a los cherries, esta vez con un gol en el minuto 80 de la última jornada que les mantuvo en la categoría.

En 1997 jugadores y delegados salvaron al Bournemouth pidiendo dinero por la calle; en 2009 casi perdieron la categoría en la última liga profesional; hoy juegan en la PremierY seis años después, aquí están. La humildad de un pequeño club desconocido para muchos hoy se transforma en el glamour y el estrellato de la Premier League. De la mano de su entrenador, Eddie Howe, el Bournemouth ha pasado de la Cuarta a la Primera División en un tiempo récord y ha escrito una de las páginas más épicas de la historia del fútbol. Jamás habían llegado a la cúspide, y ahora son ese grupo que tiene mucho que ganar y poco que perder. Y ese cóctel, a veces, es brillantemente explosivo.

Al otro lado del campo, el rival que tendrá el Bournemouth en la cuarta jornada no puede presumir de una historia tan espectacular, digna de un gran relato de ficción. Pero no por ello puede dejar de presumir de la que fue la mayor resurrección del pasado curso en la máxima categoría del fútbol inglés. El Leicester City hace tiempo que dejó de ser la marioneta de los grandes.

Foto: demanjo.com

El Leicester se salvó el pasado curso ganando seis de siete partidos desde la jornada 31 hasta la 36 después de haber pasado 140 días como colista Los foxes regresaron a la Premier League después de diez años de ausencia en la temporada pasada, y sufrieron un calvario que llevó al equipo a ocupar la última posición de la tabla durante la friolera de 140 días, de noviembre a marzo. El equipo, hundido en el abismo del descenso, vagaba por los campos de la élite y su afición, aunque consciente del valor que tiene jugar en la Primera División, ya daba por descendido a su equipo. Pero algo cambió en la jornada 31.

El Leicester City venció al West Ham, y a partir de entonces los hombres de Nigel Pearson (hoy dirigidos por Claudio Ranieri) mutaron radicalmente. Encadenaron cuatro victorias consecutivas, añadiendo a West Bromwich, Swansea City y Burnley en su lista de víctimas, y la imparable euforia sólo fue detenida por el Chelsea, a la postre campeón. La derrota contra los blues sólo fue una piedra en el camino: en las dos jornadas siguientes, Newcastle y Southampton también hincaron la rodilla. Y así, los foxes dejaron atónita a la Liga, con seis victorias en sus últimos siete partidos y fuera de la zona de descenso a falta de un par de jornadas por disputar. Su milagrosa salvación se materializó definitivamente en la trigésimo séptima fecha, con un empate frente al Sunderland. Al igual que el Bournemouth, nadie habría dado un duro por ellos, pero lo hicieron.

¿Quién dijo miedo?

Unos con la ilusión de afrontar la primera temporada de su historia en la Premier League, otros con la motivación de continuar la senda que trazaron tras salvarse con un final impecable. Bournemouth y Leicester han comenzado la campaña liguera 2015/2016 de forma convincente. Los cherries pueden presumir de haber sumado su primera victoria y haber plantado cara, y los foxes han vuelto a superar cualquier expectativas arrancando con la misma chispa con la que cerraron el pasado curso.

Los cherries son decimoterceros y ya saben lo que es ganar en la máxima categoría, mientras los foxes siguen sorprendiendo y son segundos tras un arranque espectacularEl Bournemouth suma tras tres jornadas tres puntos, con una victoria y dos derrotas en su casillero. Aun así, el balance es positivo. Los cherries ocupan la decimotercera plaza y, además, el juego desplegado no ha sido ni mucho menos el de un grupo novato y nervioso. Sus dos derrotas llegaron por la mínima contra dos históricos como Aston Villa (0-1) y Liverpool (1-0), pero especialmente remarcable fue el encuentro en Anfield. El Bournemouth superó en muchas facetas a los reds y fue un rival tremendamente incómodo para el equipo dirigido por Brendan Rodgers, pero la mayor efectividad del club más laureado de Inglaterra fue decisiva. Los hombres de Eddie Howe, sin embargo, pudieron resarcirse al conseguir el primer triunfo de su historia en la máxima categoría con un frenético 3-4 en casa del West Ham.

Si en Dean Court el positivismo es palpable, en el King Power Stadium se ha decretado el estado de euforia. El equipo de Leicester no se ha olvidado del juego que le llevó a ser la revelación del último tramo de la pasada campaña, y ha dado el pistoletazo de salida más rápido que la propia bala. No sólo permanecen invictos, sino que suman siete puntos y ocupan la segunda posición en la tabla. Incluso han llegado a ser líderes en este inicio de competición. 4-2 contra el Sunderland, 1-2 frente al West Ham y 1-1 ante el Tottenham forman la convincente carta de presentación de una escuadra que, lejos de desorientarse por el cambio de entrenador, quiere ser dueña de su destino.

Dos matadores desatados

Callum Wilson y Riyad Mahrez han sido, por derecho propio, los indiscutibles protagonistas de Bournemouth y Leicester City en estos primeros choques. De sus botas depende el gol y buena parte de las posibilidades de sus respectivos equipos. Hoy por hoy, son las mejores bazas en la línea ofensiva.

Todo queda dicho sobre Wilson cuando se observa la hoja de estadísticas para comprobar que es el autor de todos los goles del Bournemouth en lo que va de Liga. Tres dianas suma el ariete, conseguidas en su totalidad en el triunfo de los suyos contra el West Ham. Tras dos jornadas de sequía, Wilson irrumpió con fuerza y firmó un hat-trick que ya es pura historia para los cherries.

Sólo un peldaño por delante de Wilson aparece Mahrez, el que por ahora es el máximo goleador de la Premier League con cuatro goles en tres partidos. El extremo argelino, una de las sensaciones de los primeros compases del torneo, ha sido indispensable en el buen arranque del conjunto de Leicester en su tercera temporada como fox. Peligroso como pocos por su banda derecha, su espectacular estado de forma ha mostrado al mundo de lo que es capaz entonado.

Mínimas diferencias; ventaja para el Leicester

Los dos equipos se han enfrentado en Liga en ocho ocasiones a lo largo de la historia, y hay un dato especialmente interesante al respecto: nunca se ha registrado una victoria por más de un gol. Los precedentes, por tanto, aseguran una batalla marcada por la tensión y la escasa distancia en el marcador.

Vardy, en el último duelo entre los dos equipos (2013/2014) | Foto: sportsmole.co.uk

El cómputo global de victorias y derrotas, por su parte, rompe la aparente igualdad. El Leicester City ha resultado vencedor en cinco ocasiones, mientras las tres restantes se saldaron con triunfo del Bournemouth. No conocen, por tanto, el empate. Jugar en casa tampoco es una garantía para los cherries, que han perdido tres veces y ganado sólo una en sus encuentros con los foxes disputados en Dean Court.

Convocatorias

Ambas plantillas destacan por su alta disponibilidad y escasez de lesionados. Harry Arter es la única duda en el Bournemouth y probablemente no estará disponible para Eddie Howe. Además, Ian Harte ha anunciado su retirada y no volverá a vestir la camiseta de los cherries. En el bando de los foxes, Matty James sigue recuperándose de su lesión de larga duración mientras el resto del grupo está disponible para Claudio Ranieri.

Bournemouth: Allsop, Boruc, Federici, Cargill, Cook, Daniels, Distin, Elphick, Francis, Mings, Smith, Ward, Atsu, Gosling, MacDonald, O'Kane, Pugh, Ritchie, Stanislas, Surman, Gradel, Kermorgant, King, Rantie, Tomlin y Wilson.

Leicester City: Schmeichel, Schwarzer, Benalouane, De Laet, Fuchs, Huth, Moore, Morgan, Simpson, Wasilewski, Albrighton, Drinkwater, Hammond, Inler, Kante, King, Mahrez, Schlupp, Dodoo, Kramaric, Okazaki, Ulloa y Vardy.

Posibles onces