El West Brom sumó este sábado su primer triunfo de la temporada tras imponerse al Stoke City por 0-1. El tanto de Salomón Rondón sirve para que los 'baggies' lleguen al parón por selecciones con cuatro puntos de 12 posibles, teniendo en cuenta que se han enfrentado a Chelsea y Manchester City. Pero ni el triunfo en el Britannia Stadium ni los puntos conseguidos deben ocultar el mal arranque de temporada del equipo de Tony Pulis, que debe mejorar mucho si quiere no sufrir al final de temporada. La calma que se vive ahora debe ser relativa, ya que las sensaciones no son las mejores. Las claves del partido fueron las siguientes:

1. 20 minutos pésimos. El arranque de partido fue una nueva muestra de la debilidad que tiene el West Brom esta temporada. El Stoke, también necesitado de puntos, empezó el partido con la clara intención de adelantarse cuanto antes. De la mano de un eléctrico Shaqiri y de un activo Afellay, el equipo de Mark Hughes asedió la portería defendida por Myhill durante los primeros 20 minutos. Solo la falta de puntería y el buen hacer del cancerbero visitante impidieron que los locales se pusiesen por delante. El 61% de posesión del Stoke al final de los 45 minutos fue el mejor ejemplo de la superioridad local tanto en juego como en ocasiones.

2. Las dos expulsiones cambiaron el signo. Hasta el minuto 24, el West Brom no conseguía realizar más de tres pases seguidos y no encontraba la fórmula para frenar el asedio que estaba sufriendo. Y en este contexto es cuando el partido cambió. Una acción absurda de Afellay, que respondió a una provocación de Gardner con una agresión, supuso la expulsión del futbolista holandés. Con 10 y un desconcierto normal tras quedarse con un futbolista menos, el Stoke intentó reorganizarse sin éxito. Y la culpa de ello fue de Adams, que en una fea e innecesaria entrada, dejó a su equipo con nueve solo seis minutos después de la primera expulsión. Con nueve y con más de 60 minutos por delante, el panorama cambió totalmente para los 'baggies', que pasaron del asedio que sufrían a controlar con absoluta comodidad el partido. Expulsiones claras e innecesarias a pesar de las quejas de la parroquia local contra Michael Oliver.

3. La condición física. A 29 de agosto, siendo solo la cuarta jornada de campeonato, con los equipos todavía por definir todos los automatismos, era una misión imposible poder levantar la situación. A pesar de la resistencia inicial tras quedarse con nueve, el equipo de Hughes tocó fondo cuando recibió el gol de Rondón en el último minuto de añadido en la primera mitad. Con el 0-1 y viendo que las opciones eran escasas, la condición física del Stoke también fue menguando y propició unos últimos minutos de encuentro de quiero y no puedo por parte de los 'potters'.

4. La apuesta de Pulis con la entrada de Lambert. Pulis decidió aprovechar cuanto antes el golpe atestado por el colegiado y decidió, en el minuto 32, dar entrada a Rickie Lambert en sustitución de Yacob. Cambio ofensivo que tenía como claro objetivo conseguir un gol antes del descanso a través de orientar el juego a las bandas. Dicho y hecho. La entrada del jugador inglés generó muchos más movimientos en la zona ofensiva, creando espacios lógicos por la falta de jugadores locales y consiguiendo dirigir todo el peso del ataque en las bandas. Fue ahí donde el ex del Liverpool se encargó de dar una magistral asistencia para que Rondón anotara el tanto del triunfo.

5. La figura de Salomón Rondón. Llegado hace unas semanas a The Hawthorns, la situación de Saido Berahino ha propiciado que el venezolano deba coger la responsabilidad ofensiva desde un primer momento. Tras dejar buenos detalles en los partidos previos, el nueve de Pulis consiguió realizar un máster de movimientos en zona de ataque, desmarques y entrega que se transformaron en ocasiones para los visitantes. Rápido y trabajador, Rondón consiguió cerrar su gran actuación con un remate de cabeza que supuso los primeros tres puntos del West Brom. El ariete venezolano será uno de los jugadores a tener en cuenta esta temporada.