Louis van Gaal volvió a caer derrotado ante el Swansea City, y sobre todo, ante Garry Monk quien dejó en evidencia la capacidad de reacción del entrenador holandés al realizar un cambio táctico durante el transcurso del encuentro. El estratega holandés, que cumplía su partido número cincuenta en el banquillo de los red devils, se mostraba muy confiado en la rueda de prensa anterior al encuentro de poder lograr la victoria en el Liberty Stadium y, así, conseguir la primera victoria ante el equipo galés desde que es entrenador del Manchester United. Sin embargo, los diablos rojos volvieron a caer por dos goles a uno como ya hicieran en los dos encuentros anteriores en los que Louis van Gaal se enfrentó a Garry Monk. La primera de estas derrotas fue en Old Trafford, en el primer encuentro oficial de Louis van Gaal como entrenador del Manchester United.

Bastante posesión pero sin profundidad

El entrenador holandés propuso sobre el césped del Liberty Stadium su habitual esquema, 4-2-3-1, con la única novedad en el once incial de Ander Herrera en lugar del lesionado Adnan Januzaj, con respecto al encuentro del pasado fin de semana en Old Trafford ante el Newcastle, Un once que, como se esperaba, ayudó a que el United mantuviera la posesión del esférico durante gran parte del encuentro pero que, sin embargo, no era capaz de crear ocasiones de verdadero peligro a la meta defendida por Fabianski.

En la primera mitad, todas las ocasiones del partido del Manchester United eran tiros desde fuera del área que, en algunos casos, llevaban peligro, pero que no hacían trabajar en ningun momento al guardameta polaco del Swansea City. Al comienzo de la segunda mitad parecía que eso iba a cambiar cuando, a los dos minutos, Shaw consiguió llegar hasta la línea de fondo y poner un centro que Mata acabaría transformando en gol, tras ganarle la partida a su marcador.

Mata en el instante de anotar el 0-1. Foto: Premier League

Sin embargo, fue sólo un espejismo ya que los red devils no volvieron a generar una sóla ocasion de peligro y, para desgracia del Manchester United, la entrada al terreno de juego de Ki, que provocó un cambio de esquema en el Swansea, hizo que el equipo de Van Gaal no dominara tan cómodamente en el centro del campo y que le costara más aún llegar al área rival. Además, la nula respuesta de Van Gaal para contrarrestar dicho cambio acabó provocando que los diablos rojos encajaran dos goles y acabaran perdiendo el encuentro.

Gomis, una pesadilla constante

En el apartado defensivo, el Manchester United no fue el equipo sólido que se venía viendo durante los cinco primeros encuentros oficiales de la temporada, en los que sólo había encajado un gol, de Michael Carrick en propia puerta en el encuentro de ida ante el Club Brujas. Algo en lo que tuvieron mucha culpa tanto Gomis como Ayew, sobre todo el primero.

Blind y Smalling no fueron capaces de frenar a 'la pantera negra' ni por alto (en la primera parte envió un balón al palo tras un gran testarazo), ni por bajo, ya que, en el segundo gol, y tras una buena asistencia de Ayew, Gomis consiguió anticiparse a Smalling y conectar un disparo que acabó colandose en la portería defendida por Romero, quien reaccionó muy tarde al flojo disparo del delantero del Swansea.

Además, anteriormente, Blind dejó que un jugador del equipo galés realizara un centro, sin presión alguna, que Ayew acabaría introduciendo en la portería de los red devils tras un remate de cabeza en el que parece que Sergio Romero podría haber hecho algo más. Cabe destacar también que Chris Smalling tampoco estuvo afortunado en esta jugada, ya que perfectamente podría haber llegado a despejar el centro.

Ayew y Gomis, la pesadilla de los 'diablos rojos'. Foto. Premier League