La andadura del Everton en la Capital One Cup no está defraudando. Tras eliminar al Barnsley por 3-5 en un partido épico en el que los de Roberto Martínez necesitaron llegar hasta la prórroga para culminar una remontada agónica, el Reading se postulaba como nuevo adversario y aspirante a poner a prueba las aspiraciones coperas de los toffees.

La peor versión del Everton a escena

Como si de un déjà vu se tratara, el Everton volvió a ofrecer su peor versión en la primera mitad. Un equipo apático, sin la tensión y la intensidad necesarias para afrontar un duelo en la competición del K.O. El Reading no desaprovechó la oportunidad (como hiciera el Barnsley en la ronda anterior) y tomó el mando del partido desde el primer minuto. La teórica inferioridad del conjunto local no fue un impedimento para unos futbolistas que ofrecieron un verdadero despliegue de carácter, ambición y calidad.

El Everton fue a lo largo de la primera mitad un títere en manos de un Reading confiado hasta el extremo en sus posibilidades. Con un descaro inusual, los locales comenzaron a rondar la portería de Joel Robles. A los 10 minutos Nick Blackman puso a prueba los reflejos del portero español con un potente y envedenado disparo desde la frontal que acertó a despejar Joel con una gran estirada arriba. Ante la excesiva pasividad de la defensa toffee, los atacantes locales lograron combinar con excesiva facilidad en las inmediaciones del área y el goteo de ocasiones no llegó. Cerca del ecuador de la primera mitad, una triangulación medida dejó solo a Blackman frente a Joel pero el portero español tapó a la perfección en el mano a mano.

El Reading no desaprovechó su oportunidad

Los de Roberto Martínez presenciaban, impasibles, el torrente ofensivo del Reading. La pasividad ofrecida en la defensa tuvo su réplica en el ataque, donde úncamente Gerard Deulofeu rompió con la monotonía de sus compañeros con numerosas conducciones e internadas al área que no encontraron rematador. El Reading no estaba dispuesto a desaprovechar su inercia positiva y cuando la primera parte agonizaba, consiguió romper la igualdad. Una transición fugaz y precisa de los locales por banda derecha (donde Aaron Lennon en una improvisada posición de lateral sufrió continuamente) finalizó en un preciso centro al área que Blackman, adelantándose al marcaje de Funes Mori, remató a gol.

El Everton volvía a sucumbir, con total merecimiento, a un rival inferior. Nuevamente la segunda parte se presentaba para los toffees con la obligación de revertir la situación, evitar el ridículo e imponer su calidad. A pesar de la necesidad imperiosa de empatar el partido, el Everton no consiguió imponer su ritmo en los primeros compases de la segunda mitad y el Reading aguantó con solvencia hasta que hicieron acto de presencia los destellos de calidad de las perlas toffees.

Las perlas toffees al rescate

Fue Ross Barkley el que desatascó un partido que se encontraba estancado en el ritmo cansino impuesto por los locales. En el minuto 62 el joven mediapunta inglés conectó una poderosa volea con su pierna zurda tras un córner rechazado que hizo inútil la estirada de Ali Al Habsi. El Everton consiguió equilibrar la balanza y la presión sobre la portería del Reading se convirtió en una constante en los minutos siguientes. Sin embargo, los visitantes no lograron superar la línea defensiva local con facilidad y fue, nuevamente una acción a balón parado la que desequilibró el encuentro. Un lanzamiento de falta muy lejano a cargo de Deulofeu se convirtió en un balón envenedado para Al Habsi que no logró taponar el potente disparo e introdujo el balón en la portería.

Foto: Everton.

A falta de menos de 20 minutos para el final el Everton había conseguido, no sin dificultad, dar la vuelta a un partido muy complicado. El Reading no bajó los brazos en ningún momento pero un Joel muy seguro en cada acción y el desgaste físico minaron las opciones de igualada local hasta hacerlar desaparecer por completo. El Everton aprovechó los espacios dejados por el Reading en pos del intento de empatar para combinar con mayor soltura en campo rival, pero el gol de la sentencia no llegó y los atacantes toffees simplemente dejaron llevar el partido hacia su final sin ningún sobresalto.

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Sobre el autor
Antonio Gomariz
Periodismo. Redactor de VAVEL en la sección Premier League.