El partido se presentaba con el aliciente de la derrota del Manchester City ante el Tottenham, lo que una victoria local colocaría al Manchester United líder de la Premier League. Louis Van Gaal salió con todo, sin rotaciones, a buscar los tres puntos que lo colocaran en la primera posición y se los llevó. El rival, el Sunderland, no opuso demasiada resistencia a los locales que, con goles de Memphis, Rooney y Mata, sellaron la victoria.

Demasiada imprecisión

Sin tener un dominador claro del encuentro y sin ocasiones de peligro claras, pasaron los primeros minutos del partido. Demasiadas imprecisiones por parte de los jugadores del Manchester United a la hora de realizar el último pase, y por otra parte, entradas duras del Sunderland, que buscaba cortar cualquier intento de posesión larga del balón.

Sería mediada la primera parte cuando llegaron las ocasiones. En primer lugar, Darmian mandó a las nubes un balón rechazado que cayó al borde del área. Seguidamente Martial, tras un gran movimiento fuera del área, realizó un potente disparo que acabó en córner. El United empezaba a carburar y a dominar el encuentro. Más tarde sería Memphis quien probó fortuna con un lanzamiento de falta lejano que atrapó Costel sin problemas.

Goles psicológicos

En los momentos que más duelen a los entrenadores y cuando más tocado moralmente deja al rival, llegaron los goles de los red devils. A falta de 30 segundos para llegar al descanso, Blind colgó un balón al corazón del área y Mata, en posición franca para rematar, asiste a Memphis para que, a puerta vacía y desde el área pequeña, empujara el balón y pusiera el 1-0 en el marcador. Así acabaría la primera parte.

Y si con un gol se acababa el primer tiempo, con un gol arrancaba el segundo. En el primer minuto, Martial hizo una gran jugada por banda derecha, centro fuerte y raso al primer palo donde estaba su capitán, Rooney, que tan sólo puso el pie para introducir el balón dentro de la portería tras rebotar en el guardameta del Sunderland. Ambos goles dejaban al equipo visitante muy tocado para afrontar lo que restaba de partido.

A pensar en la Champions League

Con el partido prácticamente sentenciado, el United se dedicó a dejar pasar los minutos teniendo en su poder el control del balón. Posesiones largas y alguna ocasión mantenían al Sunderland rezagado en su campo sin crear peligro a De Gea. Únicamente Toivonen inquietó al guardameta español. Tras ello, hubo un intercambio de ocasiones para ambos equipos, que no lograron encontrar portería. Los entrenadores, a la vista de cómo transcurría el encuentro, decidieron realizar varios cambios, pensando en probar otras cosas y quitarle minutos a sus jugadores para ahorrar energías.

Dos ocasiones claras y peligrosas tuvieron en sus botas los jugadores del Manchester United. Memphis y Mata estuvieron cerca de poner el tercer gol en su haber pero un gran Costel, que fue el mejor de los suyos, evitó una gran goleada. Y cómo no podía ser de otra manera, antes de llegar al tiempo añadido, el Manchester cerraría su cuenta con un gol de Mata. Young, tras una jugada individual por la banda izquierda, centró al segundo palo donde encontró a Mata, que sólo y sin marca, controló el balón y disparó fuerte y arriba de la portería donde Costel ni intentó alcanzar el balón.

Líderes y a otra cosa

Esta victoria coloca al Manchester United en lo más alto de la tabla tras la contundente derrota del City en el campo del Tottenham por 4-1. Van Gaal no pensó en el partido de Champions League, por lo menos hasta que encarriló la victoria en liga. Sin rotaciones, salieron a por el liderato y golearon al Sunderland con un gran Juan Mata, el mejor del partido. Ahora ya toca pensar en el próximo partido ante el Wolfsburgo en Old Trafford, en lo que será la segunda jornada de la Champions League.