The Hawthorns era el escenario en el que West Bromwich Albion y Everton se daban cita para despedir la séptima jornada de la Premier League. Un duelo que se ha caracterizado en los últimos años por una igualdad en la que Tony Pulis se maneja a su antojo como pocos son capaces. El galés trazó un complejo entramado en el que el Everton quedó atrapado irremediablemente desde el primer momento.

En la trampa de Pulis

Tony Pulis es sinónimo de pragmatismo y efectividad. En sus manos plantillas con notables limitaciones se convierten en correosos equipos con un sello de identidad muy remarcable. De esta forma, la primera parte se jugó en su totalidad en el ritmo que marcaron los locales. El West Brom llevó el partido a su terreno con comodidad frente a un Everton incapaz de superar las trabas desplegadas por su rival.

La primera mitad se desarrolló lejos de las áreas, las ocasiones llegaron a cuentagotas y fue el conjunto local quien supo aprovechar sus acercamientos. Morrison rompió el hielo en los primeros minutos con un potente disparo desde la frontal que atrapó Howard en dos tiempos. Un mero espejismo de unos primeros compases de partido en los que ambos equipos ni pudieron ni quisieron crear peligro real.

Ejercicio de efectividad local

Los atacantes del Everton dieron el primer aviso en el ecuador del primer acto cuando una medida asistencia cruzada de Deulofeu encontró a Barkley sin oposición dentro del área, pero el mediapunta inglés erróo gravemente en el momento del disparo. El conjunto visitante no volvió a dar señales de vida y el West Brom aprovechó la indecisión tanto ofensiva como defensiva para adelantarse en el marcador. Al borde del descanso, una pérdida de Funes Mori en la salida de balón fue aprovechada por Berahino para, solo delante de Howard, poner el 1-0 en el marcador.

Momento del 1-0 de Berahino. Premier League

El Everton ofreció un leve atisbo de reacción en los minutos previos al descanso, sin demasiada fortuna. McCarthy probó a Myhil con un zurdazo raso ajustado al poste, Browning tuvo su oportunidad con cabezazo a la salida de un córner que se marchó por encima del larguero y Deulofeu probó suerte en su tradicional acción por banda pero su peligroso centro fue despejado por la defensa local sobre la línea de gol.

El descanso dio paso al descontrol

Tras el descanso, ambos equipos ofrecieron una versión diametralmente opuesta a la vista en la primera mitad. El conjunto local salió decicido a ampliar su ventaja y, tras un saque de córner defendido de manera nefasta por el Everton, Dawson cabeceó a placer para firmar el 2-0. Un contundente golpe sobre la mesa que se desvaneció debido a la rápida respuesta del Everton que recortó distancias gracias a Lukaku, que remató a gol un milimétrico centro de Deulofeu.

El 2-1 de Lukaku dejaba el partido en una circunstancia bastante incierta, con media hora por delante y una ventaja mínima para los locales tras la locura imperante después de la reanudación. El Everton se convirtió en el claro dominador del encuentro en la búsqueda del empate. Deulofeu se reivindicó como el hombre más activo del conjunto visitante, llevando peligro al área local en cada internada por banda y centro lateral.

El Everton acude a la épica

Pese al empuje toffee, sus atacante no consiguieron derribar la defensa magpie y Roberto Martínez revolucionó su equipo con la entrada de Koné y Gibson a menos de 20 minutos para el final. La decisión del técnico catalán se tornó determinante a los pocos minutos cuando en el 76', tras una privilegiada acción individual, Lukaku asistió a Koné que batió a Myhill en una de sus primeras intervenciones para firmar el empate.

El Everton logró materializar la tarea más complicada al firmar el 2-2, pero con un West Brom profundamente noqueado la inercia visitante continuó creciendo en una clara dirección: culminar la remontada. A falta de menos de 10 minutos para el final y repitiendo los protagonistas de su primer gol, el conjunto visitante culminó la gesta. Deulofeu trazó de nuevo un centro medido y Lukaku, irrumpiendo con su contundencia característica entre los centrales, terminó empujando a las redes una balón muerto en el área pequeña.

El partido agonizó con el sonido del definitivo 2-3 resonando en las gradas de un atónito estadio de The Hawthorns. Lukaku, el héroe de la noche, acabó siendo sustituido entre aplausos de propios y extraños que asistieron, impasibles, a el vendaval del mismo jugador que hace tres temporadas causaba estragos con la camiseta del West Brom.

Victoria de mucho mérito para un Everton que continúa su ascenso hacia los puestos de cabeza. Los de Roberto Martínez se colocan como 5º clasificados y vuelven a codearse con la élite de la Premier League tras un inicio de temporada con sensaciones prometedoras. El West Bromwich Albion deja escapar de manera inédita un partido que había logrado encaminar a la perfección hacia la derrota. Los de Tony Pulis, sin embargo, se mantienen en la zona baja de la clasificación como 15º clasificados.