Crystal Palace y West Ham, Alan Pardew y Slaven Bilic se veían las caras hoy en Selhurst Park. El partido fue frénetico en la primera parte, con goles y polémicas.

Emocionante primera mitad

Ambos con sus onces de gala (salvo la ausencia de Reid para el West Ham), los eagles y los hammers daban comienzo al partido. Ya en el primer minuto, se evidenció que el ritmo del partido sería muy alto: a los 40 segundos, Lanzini ponía un balón en el área a Payet, que por centímetros no llegó a rematar a gol. Apretó más el West Ham en los primeros 20 minutos, y no sufrió ningún peligro salvo un mal despeje de Collins que dio el susto. Los hammers estaban más intensos (Tomkins vio una amarilla a los 16 minutos), y circulaba el balón con más verticalidad. En una transición de balón, Payet condujo de lado a lado hacia Moses. El nigeriano puso un balón perfecto entre líneas a la subida de Jenkinson, que con un magistral toque de exterior ponía el merecido 0-1. Segundo gol de Jenkinson en los últimos dos partidos.

Jenkinson celebra su gol, que abría el marcador. Foto: Premier League.

Sin embargo, duró poco la alegría para el West Ham. Tres minutos después de marcar gol, Jenkinson arrollaba a Gayle en el área cuando éste trataba de hacerse con la posición por controlar el balón. El lateral inglés portestó, pero Clattenburg lo tuvo claro y señaló el punto de penalti. Lanzó Cabaye y anotó, pero el penalti tuvo que repetirse ya que Dwight Gayle (demasiado acelerado durante todo el partido), se había adelantado para un posible rechace. Al segundo intento, Adrián consiguió tocar el balón pero no pudo evitar el empate del francés Cabaye.

Cabaye celebra su definitivo gol de penalti. Foto: Crystal Palace.

Aún con 20 minutos de la primera parte por jugarse, ambos equipos se perdieron por completo el miedo: el partido comenzó a ser de ida y vuelta, debido a la velocidad de Zaha y Bolasie por los locales, y Lanzini, Moses o Payet en los visitantes. Gayle, con mucho ímpetu en sus acciones, cometió una dura falta con la plantilla sobre Payet cortando una contra; mientras la defensa del West Ham (bastante segura todo el partido) no podía frenar una vertiginosa contra de los eagles que acabó con disparo de Zaha, sin problemas para Adrián.

A falta de un minuto y el descento para el descanso, todo parecía indicar que se llegaría al descanso sin más novedades, pues ambos equipos habían bajado el ritmo durante cinco minutos. No fue así en el caso de Gayle, que presionando un movimiento de balón del West Ham, trató de cortar un balón a Kouyaté, legando tarde y pisando al senegalés. Demasiado fácil para Clattenburg, que envió al delantero inglés a la caseta un minuto antes que al resto de futbolistas. Gayle se iba totalmente consternado por su infantil error.

Segunda parte al ralentí, cortesía de Pardew

Alan Pardew, consciente de que 45 minutos con un hombre menos iban a resultar muy largos a su equipo, dio órdenes concisas: mantener la posesión del balón y estar bien cerrados atrás. Además, dio entrada a Sako por Zaha, pues un par de piernas frescas siempre vienen bien con uno menos. Por su parte, Bilic no tocó el equipo.

Alan Pardew observa a su equipo. Foto: Crystal Palace.

Tal como deseaba Pardew, apenas sucedió nada al comienzo de la segunda mitad. El Palace trataba de mantener el balón y atacaba sin arriesgarse, mientras el West Ham tocaba pacientemente para abrir el muro local. Se necesitaron 18 minutos para ver la primera ocasión: centro medido de Jenkinson que cabecea de maravilla Sakho, pero el balón golpea el poste y se va fuera. Un minuto antes, había entrado Carroll por Noble, para dar al equipo más presencia contra los seguros centrales del Palace. Jedinak y Ledley reforzaron el medio de los eagles, mientras Bilic daba entrada a Mauro Zárate por Moses, muy activo durante todo el encuentro.

Final feliz para los hammers

A falta de 15 minutos, el Palace se olvidó del balón. El West Ham, siempre paciente y tratando de buscar huecos sin precipitarse, comenzaba a apretar más, con algunos disparos desviados desde fuera de Lanzini o Zárate. Bilic ya iba con todo, dando entrada a Jelavic por un cansado Diafra Sakho a falta de cinco minutos para el final. Los hammers colgaban balones al área para el poderío de sus delanteros, hasta que un centro de Zárate, algo pasado, es cabeceado atrás perfectamente por Carroll. Jelavic se lanza a rematar pero no llega; sin embargo, está Manuel Lanzini esperando para fusilar a Hennessey desde el área pequeña.

Con cuatro minutos de descuento y uno más, el West Ham acariciaba la victoria. El Crystal Palace, consciente de que no tenía nada que perder, subió con todo para empatar, pero el West ham se mostró totalmente inexpugnable atrás. En el último minuto, Zárate robó un balón y tocó para Lanzini, que casi sin mirar dio un pase magistral para la llegada de Payet. El galo, demostrando toda su clase, picó el balón por encima de Hennessey para sentenciar la contienda y colocar al West Ham en puestos de Champions League, a dos del United y cuatro del City.

La obra de arte de Payet. Foto. West Ham United.

MVP del partido: Manuel Lanzini

El argentino y Payet, los mejores del encuentro. Sin embargo, Lanzini anotó el gol de la victoria para delirio de los fans, por lo que se lleva el galardón. Muy participativo durante todo el encuentro: centró, regateó, disparó y ayudó en defensa. Dejó detalles de gran calidad, como una jugada en la que sentó a tres rivales al más puro estilo Messi, pero que no llegó a nada.

Lanzini conduciendo el balón. Foto: West ham United.