Habiendo dos derbis y un Arsenal - Everton de por medio, este West Ham - Chelsea se postulaba como uno de los partidos de la jornada. La situación tan distinta de ambos equipos y entrenadores, con la revelación de la liga y el campeón en la mitad baja de la tabla. Además, dos carismáticos entrenaores que se admiran el uno al otro como Bilic y Mourinho, se veían las caras por prmera vez en partido oficial.

Gran planteamiento de Bilic que atascó al Chelsea

Se esperaba una gran batalla táctica entre ambos entrenadores, que alteraron ligeramente la alineación para el partido. Bilic tenía la difícil tarea de suplir la baja de Moses, que no podía jugar al ser cedido del Chelsea. Lo arregló alineando a Zárate, menos veloz pero más hábil con el balón. El resto eran los futbolistas habituales del 'once' de Slaven. Por su parte, Mourinho tenía que lidiar con la baja de Ivanovic en el lateral derecho. Sigue sin confiar en Babá, por lo que fue el francés Zouma el que ocupó esa demarcación poco habitual en él, pero en la que es válido. En el medio, Ramires entró en el doble pivote con Matic, con lo que Fàbregas adelantó su posición a la mediapunta (Hzard y Willian en las bandas, Diego Costa arriba).

Tras unos primeros cinco minutos de "calentamiento", se dejaron entrever las primeras evidencias de cómo se desarrollaría el partido: el West Ham juntó mucho las líneas, hasta jugar en unos 30 metros de campo, y presionaba con todo la salida de balón blue, de forma que ningún mediapunta podía recibir y darse la vuelta, ni pensar siquiera. Esta estrategia fue un acierto total de Bilic, pues desactivó totalmente a un Chelsea que de por sí tiene problemas en la salida de balón ya que acumula demasiados hombres detrás del cuero. Con balón, el West Ham estuvo igual de inteligente, jugando con rapidez buscando forzar los habituales errores en defensa del Chelsea este año, pero con paciencia y sin ansiedad (algo en lo que insistió Bilic en la rueda de prensa).

El West Ham impuso su físico en el medio del campo en la primera mitad. Foto. West Ham United.

La verdad es que el West Ham no estaba teniendo grandes ocasiones de gol, pero el Chelsea no superaba la línea de tres cuartos con el balón controlado. Otra cosa que comentó Bilic fue que ante el City, superon aprovechar goles en momentos clave. Lo mismo sucedió hoy, pues el West Ham ganó un córner en el minuto 17 que Diego Costa no acierta a despejar bien; el rechace cayó a los pies de Zárate que no dudó y mandó un trallazo ajustado al palo para abrir el marcador.

Zárate celebra el 1-0. Foto: West Ham United.

Pasaban los minutos y continuaba la tónica marcada por los hammers. A la media hora de partido, seguramente fruto del cansancio que suponía la agobiante presión que estaba ejerciendo el West Ham, el Chelsea pudo estirarse y salir de su letargo. Los blues fueron ganando metros y posesión de balón, acercándose a la meta de Adrián aunque sin demasiado peligro (una falta dircta de un activo Willian fue el primer desafío al español). En el 35, el Chelsea ya tenía mucha presencia en campo rival y ganó un córner. Zouma remató perfectamente pero Adrián salvó milagrosamente. El balón cogió efecto hacia la portería, y en la duda sobre quién despejar entre el meta y Lanzini, el balón parece que entró en la portería antes de ser despejado por el argentino. Los jugadores visitantes pedían gol, pero Jonathan Moss no lo dio por válido. Instantes después, pudo verse con la tecnología que el balón no entra del todo en la portería por escasos centímetros. Mala suerte para el Chelsea.

A esto estuvo el Chelsea de empatar.

Trató el West ham de atacar tras el casi empate del Chelsea, con una gran combinación entre Noble y Lanzini. El córner provocado lo despejó Zouma y el Chelsea montó una contra a su estilo. El balón le llegó a Cesc justo dentro del área, que la cruzó perfecto para marcar gol, pero el banderín del linier estaba levantado. La decisión no gustó a Mourinho y su cuerpo técnico, que consideraban que el español no estaba en posición ilegal, y en efecto tras la repetición se compronó que -por muy poco- tenían razón.

La bota del último defensor habilita por poquísimo la posición de Cesc.

Tras 44 minutos, parecía que la primera mitad no podía albergar más polémica y emoción. Error, pues en el minuto 44, Matic (que había visto una amarilla anteriormente por una dudosa falta sobre Kouyaté) cubría a Sakho. El senegalés, pegado a la cal, rató de desbordar pero se quedaba sin campo. Incomprensiblemente, el serbio agarró al delantero hammer con ambos brazos y e llevó al suelo. En un principio, Moss sólo señaló falta pero tras hablar con su asistente, decidió mostrar la segunda amarilla a Matic y expulsarle. El Chelsea llegaba al descanso con el peor panorama posible: perdiendo y con uno menos.

Tras el descanso, más polémica y cambio de roles

Si un gol anulado, un gol fantasma y una expulsión parecía poca polémica, todo el estadio se revolucionó al saltar ambos equipos de nuevo al campo y comprobar que Mourinho no estaba en el banquillo visitante. El de Setúbal fue expulsado en el túnel de vestuarios, si bien no se conoce el motivo de forma oficial. El portugués vio el resto partido al lado de la cabina de prensa.

Pese a estar en un mal momento de su carrera, y recién expulsado por el árbitro, Mourinho no pierde su capacidad de cambiar encuentros. Consciente del problema de su equipo en el medio durante gran parte de la primera mitad, y sumado a la expulsión de Matic, dio entrada a Obi Mikel por Cesc, lo que sobre el papel es un cambio defensivo (perdiendo 1-0). Nada más lejos de la realidad. Con Mikel y Ramires de doble pivote, Hazard y Willian tenían la dura tarea de ocupar tanto las bandas como la mediapunta. Le salió a la perfección a Mourinho, pues el Chelsea siguió dominando la segunda parte como acabó la primera, gracias sobre todo a un gran Willian (también Hazard) que participaba exponencialmente en la construcción y fluidez del juego ofensivo blue. Además, los visitantes estaban presionando duro a un West Ham que pese a tener superioridad, no supo reflejarla en ocasiones de gol.

Mourinho, junto con otro asistente expulsado.

A los 11 minutos de la segunda mitad, el Chelsea dispuso de su primera ocasión con un córner. Lo botó Willian, y el centro se paseó por todo el área del West Ham. Cahill fue el más listo y disparó de volea el cuero ante la salida de Adrián, que no pudo evitar que el central inglés colocase las tablas en el marcador. Gol calcado al que anotó el West Ham para adelantarse, por lo que tras una hora de partido, parecía que todavía no había sucedido "nada".

Cahill fusila a Adrián apra poner el 1-1. Foto: NBC.

A partir de entonces, ambos equipos jugaron con demasiada prudencia. Tanto el West Ham, que estaba siendo superado en la segunda mitad; como el Chelsea, que estaba con uno menos, no arriesgaron demasiado para adelantarse en el luminoso. Bilic dio entrada a Andy Carroll por el goleador Zárate, seguramente buscando el oportunismo del gigante inglés de cara al gol. A falta de 15 minutos para el final, el West Ham comenzó a apretar más a un Chelsea visiblemente cansado por su gran esfuerzo con 10 hombres. En el 79, los hammers trazaron una elaborada jugada de ataque para que Cresswell pusiese un centro desde la izquierda, perfecto a la cabeza de Andy Carroll, quien se elevó hasta el cielo del este de Londres para superar a toda la zaga blue y conectar un preciso y ajustado cabezazo ante el que nada pudo hacer Begovic. Primer gol de Carroll en la temporada, la cual empezó lesionado.

Carroll en el momento de rematar de cabeza para el 2-1. Foto: Bleach Report.

El gol fue un mazazo para el Chelsea, del que no pudo recuperarse en los 10 minutos finales. Falcao y Babá Rahman entraron por Ramires y Azpilicueta, pero el Chelsea estaba totalmente hundido tras el gol. Tan sólo Willian, el mejor jugador del equipo visitante y de los mejores del partido, seguía tratando de hacerlo todo, pero sólo consiguió una falta peligrosa en la frontal. Esta vez, no pudo obrar el milagro y el Chelsea vuelve a perder en la Premier League y es 15º. Por su parte, el West Ham está pletórico tras vencer a otro grande y colocarse (provisionalmente) segundo en la clasificación.

MVP del partido: Kouyaté

Su trabajo no ha sido el más vistoso, ni ha marcado gol, pero ha sido sencillamente espectacular. Con su fiel escudero Noble, el senegalés estuvo literalmente en todos los sitios: lideró la presión asfixiante del primer tiempo y actuó de pegamento entre las compactas líneas hammers. Siempre acertado en la salida de balón, cuando pudo se sumó al ataque y causó peligro en terreno contrario. Además, fue elegido en el estadio como Hombre del Partido.

Kouyaté, elegido Hombre del Partido en el Boleyn Ground. Foto: West Ham United
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