Más que tres puntos. Con este tópico futbolístico, utilizado semana tras semana por técnicos y futbolistas, se podría resumir a la perfección lo que simboliza la victoria del West Brom en el campo del Norwich en el encuentro correspondiente a la décima jornada de la Premier League (0-1). Todo ello fruto de la venganza que los hombres de Tony Pulis tenían en mente desde inicios de semana y que pusieron de manifiesto desde el pitido inicial. Los ‘baggies’ demostraron no olvidar el 3-0 recibido hace apenas un mes en el duelo que enfrentó a ambos conjuntos en la Capital One y que supuso un duro varapalo para los de The Hawthorns.

Un solitario gol de cabeza de Salomón Rondón dio el triunfo al conjunto de Tony Pulis, que con dos victorias consecutivas ha conseguido disipar los fantasmas que iban surgiendo a lo largo de las últimas semanas y se sitúa ocho puntos por encima del descenso. Con la tranquilidad que da el resultado y con la firmeza defensiva demostrada en los últimos compromisos, los 'baggies' aspiran a mantener esta buena dinámica para cerrar el debate surgido sobre la pobre propuesta futbolística del técnico galés.

Bombardeo sin tregua

El partido se presentaba como una oportunidad de oro para ambos conjuntos de puntuar y aliviar las penas. En ese contexto, el Norwich empezó mucho más incisivo el encuentro y las primeras llegadas no se hicieron esperar. Como si de una trampa se tratara, el West Brom estuvo bloqueado durante el primer cuarto de hora y solo podía repeler las continuas aproximaciones de los locales.

El 4-5-1 presentado por Neil Adams tuvo su incidencia en el césped durante la primera mitad, donde la acumulación de hombres en el centro del campo provocaba que el dominio tuviese claro color local. Hoolahan y Redmond fueron los primeros en avisar y encontrarse con la buena reacción de Mhyill, que otra vez volvió a firmar un buen encuentro. Los minutos fueron transcurriendo y las fuerzas se igualaron, provocando que el final de la primera mitad estuviera marcado por la falta de profundidad de ambos conjuntos. Con el 0-0, el descanso servía para poner tregua a unos primeros 45 minutos de mucho ritmo pero de poca efectividad de cara a gol.

Rondón y victoria

La reanudación marcó todo el devenir del encuentro. Sin tiempo para asentarse en el terreno de juego, el West Brom asestó un golpe letal que dejó sin reacción al conjunto local. Saido Berahino inició una acción que James McClean sirvió en bandeja para que Salomón Rondón, saltando más que nadie, rematase como un auténtico nueve para batir a Ruddy y situar el 0-1. El venezolano, que llegó como fichaje récord de los ‘baggies’, sigue demostrando su gran influencia en el juego y se ha erigido como uno de las piezas claves del conjunto de Tony Pulis que desde el primer día ha depositado en él todas sus esperanzas ofensivas.

A partir de ahí, el West Brom de Pulis pudo hacer lo que más le gusta. Limitarse a contener las intentonas rivales y buscar el paso de los minutos para llevarse un triunfo por la mínima manteniendo la portería a cero. Sin apuros, sin tener que estirarse y jugando con los nervios del conjunto de Adams, el West Brom se impuso y logró la segunda victoria consecutiva que le aleja de la parte baja de la clasificación. Por el contrario, el Norwich se encontró sin recompensa al buen trabajo hecho y tras acumular tres derrotas consecutivas deberá hacer frente a un tourmalet que no genera demasiado optimismo en la afición de los ‘Canaries’.

Jornada interesante para ambos

En la próxima jornada, el West Brom recibirá en The Hawthorns al Leicester, quinto clasificado que está registrando un muy buen arranque de temporada. Por lo tanto, será una oportunidad de oro para calibrar la mejoría de los ‘baggies’.

Por su parte, el Norwich visitará al Manchester City, íder de la Premier League tras empatar en Old Trafford ante el Manchester United, en un encuentro que supondrá el inicio del duro calendario que le queda por delante al equipo de Neil Adams