Falta de identidad. Sin duda esa fue una de las formas más fáciles de definir al primer Manchester United de Louis van Gaal. El técnico holandés, que llegó como pieza clave para la resurrección del equipo y respaldado por una fuerte inversión económica, no logró ofrecer todo lo que se esperaba de él en su primer año en Manchester. Con la máxima exigencia para este segundo año y, esta vez sí, compitiendo en Champions League, van Gaal busca ahora conseguir un equipo competitivo, con una serie de consignas claras pero con piezas todavía por encajar.

Van Gaal busca su estilo

El inicio del Manchester United en el segundo año de Louis van Gaal se produjo con muchas miradas sobre el técnico holandés. La misión de recuperar la mejor versión de los ‘Red Devils’ y la fuerte inversión económica exigía resultados inmediatos. Con dos victorias en los primeros dos encuentros de Champions League (vs Tottenham y Aston Villa) parecía que las cosas empezaban a funcionar, pero el camino no iba a ser tan sencillo.

Van Gaal estructuró al Manchester United en un 4-2-3-1 basado en las posesiones largas y la salida de balón limpia. Con esas consignas, estaba claro que uno de los hombres más importantes sería su compatriota Daley Blind. Actuando como central, Blind tiene la capacidad técnica para aportar seguridad en esa fase del juego tan importante para van Gaal, ofreciendo fiabilidad en los primeros pases y con una visión de juego superior a la del resto de centrales del equipo. Acompañado por Smalling, más físico, parecía una pareja de centrales con capacidad de consolidarse. Ambos centrales siempre beneficiados por la figura de David de Gea, estrella indiscutible de este Manchester United y salvador en más de una ocasión. A partir del meta español, determinante con sus reflejos, siempre es más fácil conseguir seguridad defensiva.

Por delante de los centrales, van Gaal situó un doble pivote muy marcado, sin mucho movimiento vertical y con muchas ayudas en la salida de balón. Schwensteiger, Carrick, Schneiderlin o Ander Herrera actuaron en esa posición, pero no era fácil encontrar una pareja fija para el técnico holandés.

Memphis Depay comenzó la temporada siendo protagonista. Foto: Manchester United FC

Sí era más sencillo escoger a los jugadores que tenían que actuar cerca del área. La falta de efectivos en esa zona del campo y la jerarquía de algunos jugadores dejaba bastante claros quienes eran los encargados de llevar el caudal ofensivo del equipo. Irrumpieron en ese ataque, dos jugadores de los que no se esperaba un rendimiento tan inmediato. En primer lugar Depay, que ya había dejado detalles en la pretemporada y que actuando desde la izquierda, sin mucha complejidad ni variantes en sus movimientos pero efectivo en su labor de desbordar y crear desequilibrios. Más adelante Martial, cuyo fichaje millonario había sido muy criticado, se encargó de poner su nombre en boca de todos con actuaciones de nivel, aportando dinamismo, profundidad, técnica y una buena capacidad rematadora. Para acompañar a los das jóvenes estrellas van Gaal apostó por dos jugadores determinantes como Mata y Rooney.

Pese a las dificultades del equipo para resolver algunos encuentros los resultados llegaron. Un empate y una derrota en siete partidos de Premier League antes de visitar el Emirates Stadium, que se unían a una derrota en Champions League frente al PSV. El partido frente al Arsenal cambiaría significativamente el equipo.

El Emirates como punto de inflexión

La derrota frente al Arsenal (3-0) supuso el partido del cambio. La mala sensación del Manchester United como equipo a todos los niveles quedó patente, y van Gaal fue consciente que debía cambiar cosas de cara a los próximos partidos. Una jornada después del estrepitoso fracaso en el Emirates Stadium, el Manchester United se imponía con solvencia en su visita al Everton (0-3). Apenas dos cambios en el once habitual de van Gaal, pero se trataba de dos cambios significativos.

El primero llegaba en el centro de la zaga. Daley Blind, que parecía la apuesta firme de van Gaal para apuntalar la salida de balón, se quedaba en el banco para dejar su sitio a Phil Jones. El central holandés, tan efectivo a la hora de sacar el balón, se vio superado en muchas situaciones defensivas, especialmente cuando le tocaba enfrentarse a delanteros más físicos, que no rehúyen el choque. La entrada de Jones apuntalaba la defensa, con el riesgo de perder seguridad en los primeros pases (ni Jones ni Smalling son dos portentos en este aspecto), pero con mejores prestaciones defensivas. Entre ambos detuvieron a un jugador como Lukaku y mantuvieron, con ayuda como siempre de David de Gea, la portería a cero.

El otro cambio fue la entrada de Ander Herrera por Depay. El joven holandés, que había irrumpido con fuerza en las primeras jornadas, pasaba desapercibido en buena parte de los partidos y sus movimientos se tornaron previsibles para los rivales, aunque su velocidad y técnica le permitían desbordar. La aparición de Ander como titular suponía, además, un cambio de posiciones entre los hombres de ataque. Mata se mantenía a la derecha en la línea de mediapuntas, Rooney adelantaba su posición a la punta de ataque y Martial pasaba a la banda izquierda.

En ese nuevo contexto el United ganaba combinaciones y movilidad por dentro, pero perdía todo lo que aportaba Martial desde la punta de ataque, además de un regateador como Depay. Con Mata, Rooney y Ander buscando zonas interiores, la responsabilidad de Martial crecía convirtiéndose en el encargado de desequilibrar y ofrecer profundidad al equipo, esta vez desde el sector zurdo.

Desde este cambio de piezas (Depay –Blind por Jones-Herrera) solo las continuas lesiones y molestias de Jones le han devuelto la titularidad a Blind, mientras que Herrera ha desaparecido en momentos puntuales de la titularidad para que Martial volviera a la punta de ataque, sabiendo que para van Gaal Rooney es inamovible, ya sea de punta o de mediapunta. La afición de los ‘Red devils’, no obstante, es consciente de todo lo que aporta Ander a día de hoy, y su nombre ya se coreó en el último encuentro de Champions frente al CSKA, donde el español fue suplente, mandando un claro mensaje para el técnico holandés.

Muchos recursos y ningún organizador

Morgan Schneiderlin es un fijo en el once de van Gaal. Foto: Manchester United FC

El doble pivote de van Gaal parece innegociable en cuanto a posiciones pero no así en cuanto a nombres. Pese a que Schwensteiger y Schneiderlin se han asentado en los últimos encuentros, no ha sido extraño ver pasar por esa posición a Fellaini, Ander Herrera o Carrick. Muchas y diferentes opciones, pero el Manchester United sigue adoleciendo la falta de un organizador.

Los dos pivotes del sistema de van Gaal se sitúan en línea, y apenas se despegan de la línea defensiva. Tanto a la hora de atacar como de defender, los dos se mantienen a la misma altura, sin acompañar demasiado los ataques y dejando todo el peso ofensivo a los hombres de arriba. La función de ambos es clara: mantener la estructura defensiva y sumar opciones a lo ancho del campo en la salida de balón, hasta conseguir hacer llegar el balón a los cuatro hombres de arriba, para después simplemente funcionar como apoyo.

Los pivotes ofrecen poca movilidad pero aseguran la posesión de balón.

La llegada desde segunda línea apenas existe para este doble pivote, centrado en su misión. Siempre estáticos, con una situación bastante fija sobre el campo y asegurando las posesiones, aunque a estas les falte, claramente, intención ofensiva y verticalidad. Sus movimientos se realizan, como la mayoría de sus pases, en horizontal, aunque sin Blind su importancia en salida de balón crece.

Es llamativo, en esta fase, el posicionamiento de Schwensteiger. El alemán, cuyo estado de forma deja bastante que desear, está sufriendo en el apartado defensivo, pero además aporta muy poco cuando su equipo tiene el balón. Parece que la idea de van Gaal es que sea el mediocentro alemán el que aporte la movilidad al centro del campo. Schwensteiger es el encargado de vascular a las bandas, principalmente a la izquierda, para ofrecer apoyo. El alemán se abre mucho hacia ese sector zurdo, dejando a Schneiderlin como ancla y permitiendo que Rojo o el lateral izquierdo pertinente avance su posición. Cuando el ataque llega por esa banda permite juntarse al lateral zurdo, Schwensteiger y Martial en ese sector, pero si el balón gira al alemán le cuesta mucho recuperar su posición y se pierde a un hombre por dentro.

Schwensteiger acostumbra a vascular demasiado hacia el sector zurdo.

El rendimiento de Schneiderlin, por otro lado, está siendo mucho más positivo. El francés aporta seguridad en el pase en zona de creación y multiplica los robos, pero no es el organizador que necesita el Manchester United. Tampoco Schwensteiger, que no tiene ni la visión ni la capacidad para construir ataques desde atrás. Carrick es de un corte más parecido al francés y Fellaini supone un recurso más aprovechable como mediapunta o incluso punta, algo a lo que ya recurrió van Gaal con asiduidad durante la temporada pasada. Lo más parecido a un organizador sería Ander Herrera, que puede ocupar con éxito ese rol ocasionalmente, pero su necesidad de movimiento puede ser más aprovechada en puestos más adelantados.

Ander Herrera en el campo

Ander y Mata | Foto: Man United FC

La posición de Ander sobre el campo es uno de los grandes debates. Siendo el jugador que más condiciones tiene para organizar, su dinamismo haría que ese doble pivote tan fijo que propone van Gaal se rompiera. Tras no entrar en el equipo en las primeras jornadas, los cambios del técnico holandés tras el partido en el Emirates permitieron la entrada del exzaragocista como mediapunta.

Ander ofreció una exhibición desde esa posición frente al Everton y se consolidó, aunque eso supusiera dejar en el banquillo a Depay. Desde esa posición de enganche, Ander no tiene obligacion de bajar metros para organizar ataques, sino que suma líneas de pase en todos los sentidos. De movilidad constante, el español abarca todo el ancho del campo, genera espacios interiores y facilita la labor de hacer llegar el balón arriba.

Esos movimientos de Ander permiten alargar posesiones en zonas más adelantadas y, además, supone una ventaja para los movimientos de Mata y Rooney. El primero parte desde la derecha pero actúa con total libertad. Tener a Valencia detrás le exime de responsabilidades en términos de amplitud y el español busca normalmente zonas interiores. Los movimientos de Ander hacia los costados liberan espacios y permiten que Mata pueda acelerar la jugada dándole verticalidad.

Ander permite que Mata se mueva con libertad por dentro.

La otra opción para aprovechar esos espacios que genera Ander es la de Rooney. El inglés no está teniendo su mejor temporada. Llega menos al área y cuando lo hace no consigue rematar con la habilidad que antes le caracterizaba. Pese a todo, su calidad y jerarquía en el equipo parecen hacerle indiscutible. Adelantando su puesto a la punta de ataque el inglés se encuentra más cerca del área, pero le cuesta ofrecer profundidad al equipo. Los movimientos de Rooney son menos influyentes que los de Martial en cuanto a desmarques de ruptura y caídas a banda se refiere, ya que Rooney busca a menudo retrasar su posición para entrar en contacto con el esférico recibiéndolo al pie.

La movilidad de Ander beneficia el juego de Rooney.

Encajar las piezas ofensivas

Mata, Ander, Martial, Depay, Rooney o Fellaini. No todos pueden entrar y van Gaal deberá tener mucha habilidad para encajar las piezas. Martial aporta más como delantero centro que como extremo. Cuando actúa como punta la movilidad del francés es total, ofreciendo caídas a banda y, sobre todo, alargando al equipo, haciendo que la tarea defensiva del rival sea más complicada.

Martial está demostrando ser un gran delantero. Foto: Manchester United FC

Desde la banda, sin embargo, Martial se mantiene abierto, esperando la recepción al pie o el desmarque de ruptura. Tiene la suficiente velocidad y potencia como para adelantarse a su marca y la capacidad para regatearla en estático. Sin Depay en el equipo, es Martial el que tiene la responsabilidad de desequilibrar entre tanto movimiento interior.

Martial multiplica las posibilidades ofensivas del Mancester United.

Rooney parece fijo pese a que no es la pieza que mejor encaje en este Manchester United de van Gaal, por lo que la elección del holandés parece estar, de momento, entre Depay o Ander. El holandés tuvo el puesto al inicio y el español se ha hecho con la titularidad ahora, pero la entrada de uno u otro supone cambiar todo el entramado ofensivo del equipo. Las opciones de van Gaal son muchas, e incluso podrían dejar a jugadores como Mata o Rooney en el banquillo si el técnico busca más desborde. También existe la opción de trasladar a Rooney al sector zurdo del ataque para que así Martial tenga más peso como delantero centro.

Otro jugador que está apareciendo en la rotación de las posiciones ofensivas es Lingard, el único canterano que parece contar con opciones en esta rotación. El inglés ha tenido minutos en liga y, especialmente, en la Champions League, donde ha tenido ya dos titularidades, siempre como extremo. Influye en esta decisión la falta de efectivos en esa zona del campo, ya que Valencia está siendo más usado como lateral diestro y Ashley Young como un recurso desde el banquillo o también para el puesto de lateral. Van Gaal utiliza a jugadores de este estilo porque necesita gente que cree desequilibrios entre tanta posesión, y la velocidad de Valencia o el regate de Young se convierten en recursos muy frecuentes. A las pocas opciones ofensivas se une, además, una dificultad notoria para hacer gol. Rooney ha perdido olfato y Martial tiene menos presencia en zona de remate desde la banda. Además, la fijación del doble pivote resta hombres para llegar desde segunda línea.

De una forma u otra, al menos el Manchester United parece coger forma a través de posesiones muy largas, una salida de balón segura, las combinaciones interiores de Mata, Herrera o Rooney o el desequilibrio de jugadores específicos como Martial o Depay. Los resultados dirán si las consignas de van Gaal para esta segunda temporada al frente de los ‘Red Devils’ son suficientes para consolidar una identidad y poner al equipo en la lucha por los títulos.

Fuente de las imágenes: BEIN Sports, NBC, BT Sport y Premier League