El Manchester United se volvió a reencontrar con la victoria en un partido de Premier League tras varias jornadas llenas de empates y lo hizo gracias a los tantos de Lingard y Mata a un West Bromwich Albion que en ningún momento buscó dar la campanada en Old Trafford. A pesar de los tres puntos conseguidos, el fantasma de las últimas jornadas sigue presente. De nuevo los de Van Gaal necesitaron infinidad de ocasiones para anotar el primer gol y tras este, algunas más para el segundo, que llegó de penalti.

Una victoria que le permite al Manchester United situarse a tan sólo un punto de Manchester City y Arsenal, los líderes de la Premier League. Por otra parte, la derrota sufrida por el WBA hace que se sitúe en el decimotercer puesto en la tabla, una zona tranquila ya que está 6 puntos por encima del descenso.

Más de lo mismo

La primera parte tuvo el guión de los últimos partidos del Manchester United. Los locales, amos y señores de la posesión del balón traducían esta superioridad en ocasiones que a su vez, no acababan en gol. Es lo que les ha pasado en los últimos partidos y, de hecho, no marcaban dos tantos en un partido desde 6 partidos atrás. El rival, además, se lo iba a poner fácil en el partido y esto propició que los ataques fueran constantes por parte de los de Van Gaal. El objetivo de Pulis estaba claro: aguantar el empate a cero el máximo de tiempo posible para desquiciar y poner nerviosos a los rivales y con ello, buscar el contragolpe en la segunda mitad en busca de un posible gol.

No le salió mal el planteamiento al galés, pero mucho tuvo que ver la mala suerte que tienen los red devils de cara a puerta. Bien es cierto que aguantaron la presión durante el primer cuarto de hora, que es lo que tardó en llegar la primera ocasión clara del partido. Rooney, que volvía a la media punta por detrás de Martial, envió un gran pase a Mata pero el chute del español se fue rozando el palo. Era el primero de los muchos avisos que daría el United antes del gol. No obstante, a pesar del claro dominio local, la defensa visitante estaba realizando un gran partido cortando los ataques del rival sin dejar que estos crearan ocasiones muy peligrosas para su portero.

Antes del descanso habría tiempo para más, algo que era de esperar por la superioridad que ejercían los de Van Gaal. La presión sobre la salida de balón y las largas posesiones buscando la creación de espacios iban a tener premio tarde o temprano. Y así fue. Rojo y Lingard estuvieron muy activos por la banda izquierda del ataque del Manchester y el último fue el siguiente en probar fortuna. Primero fue Dawson quien le arrebató un balón que parecía sería que el primer gol del partido, pero más tarde, una jugada del joven extremo con Martial, acabaría con un disparo del inglés que despejó Evans. Sin ocasiones de gol muy claras pero con un gran dominio de los red devils se llegaría al descanso. Empate a cero y mucho por jugar.

Tanto va el cántaro a la fuente

Tras el descanso, los equipos reanudaron el encuentro sin cambios de jugadores ni de ideas. El WBA seguía a lo suyo, que era defender y esperar, mientras que el Manchester continuaba con su idea inicial: atacar y ganar. No tuvieron que esperar mucho los aficionados para ver el primer tanto tras el descanso. Martial, que en la punta del ataque muestra mucha más movilidad que escorado en la banda, recibió el balón, levantó la cabeza y, en busca de su compañero Rooney, encontró a Evans que rechazó el centro. La mala suerte para el central fue que el mismo le cayó en los pies a Lingard, que tras un gran control al borde del área, disparó al palo largo del portero y el balón entró. Era el primer gol del partido y también el primero para Lingard con el primer equipo.

Con el gol, llegó la tranquilidad a las gradas de Old Trafford, y también al césped, y esto permitió a los de Van Gaal jugar con más soltura. El WBA debía cambiar su estrategia y con espacios era posible que llegara el segundo gol. Una de las pocas ocasiones de los visitantes fue a balón parado, algo que empieza a ser habitual. Evans estuvo cerca de empatar el partido en un saque de falta y, poco tiempo después, fue el recién incorporado Berahino que estrelló su remate en el travesaño.

Las ocasiones rivales hicieron reaccionar a Van Gaal, que realizó cambios en su equipo y surgieron efecto. Entraron Herrera y Borthwick-Jackson sustituyendo a Rooney y Young respectivamente. Esto despertó a los suyos, que volvieron a coger las riendas del encuentro y de nuevo se fueron al ataque en busca de la sentencia del partido.

Algunas ocasiones sin demasiado peligro y posesiones muy largas por parte del United elaborando un ataque que sentenciara el encuentro fue lo que sucedió en el poco tiempo que quedaba de partido antes de que un balón largo a Martial, en el tiempo de descuento, provocara el penalti que supuso el 2-0 y el final. Martial, con una rápida conducción de balón se internó en el área y McAuley, a la desesperada, llega tarde al cruce y arrolla al delantero francés que a penas tenía ángulo de disparo para anotar. Penalti claro y expulsión del jugador del WBA. Juan Mata fue el encargado de transformar la pena máxima, por el centro y asegurando el disparo.

El problema persiste

El partido finalizó tras el gol de Mata y supuso una victoria para el Manchester United que era muy necesaria tras haber empatado los últimos partidos de Premier League. En cambio, el WBA que venía de perder su encuentro ante el Leicester, había ganado el anterior, por lo que su puesto en la tabla no variaría demasiado y seguirá alejado de los puestos de descenso. Los de Van Gaal se acercan a los líderes y, a falta del partido de City y Arsenal, están a un sólo punto. La anécdota del partido fueron los dos tantos locales. Tras seis partidos en los que habían marcado como máximo un gol en el encuentro, por fin volvieron a marcar por partida doble.

Sin embargo, la victoria no hace olvidar a los aficionados del Manchester United el problema que tiene su equipo y que viene arrastrando a lo largo de la temporada y que es la falta de gol. El regreso de Martial a la punta del ataque y de Rooney a la media punta favoreció el juego local, hizo que tuvieran más dominio y que los goles volvieran a Old Trafford. Por último, destacar la actuación de Martial que provocó los dos tantos locales. En el primero fue quien centró al área, y tras un mal despeje de Evans, Lingard anotó el primer tanto. En el segundo, una cabalgada suya por banda derecha acabó con McAuley derribando al francés en el área y el penalti lo transformó Mata.