El Newcastle United consiguió su primer triunfo en cancha ajena de la presente temporada al vencer al Bournemouth por la mínima diferencia. Un gol en la primera media hora de juego, anotado por Ayoze Pérez, fue suficiente para asegurar que las Urracas se llevaran los tres puntos en un juego ampliamente dominado por los locales.
El tercer tanto del español en la campaña y una inspirada actuación del arquero geordie, Rob Elliot, le permitieron a los blanquinegros volver a Tyneside con una victoria de auténtico oro molido.
Desde el silbatazo inicial de Lee Mason, el Bournemouth se tiró al frente y causó peligro en el arco de Elliot. El meta irlandés tuvo que intervenir para negarle el gol a Joshua King, en tres oportunidades, y a Dan Gosling en los primeros minutos, antes de que Ayoze concluyera una buena jugada colectiva con una acertada definición en media hora de juego.
Los recién ascendidos locales no bajaron los brazos y sitiaron a la visita en su propio terreno, pero no contaban con la heroica actuación de Elliot, que fue insuperable y mantuvo su arco en cero por segundo partido consecutivo.
Cerezas explosivas
Elliot, que superó una molestia en el muslo para poder ser titular, fue requerido en escena cuando el cronómetro marcaba apenas cuatro minutos. Cheick Tioté alcanzó a Harry Arter en carrera y barrió para desarmarlo pero la pelota le cayó a Joshua King, el atacante encontró un espacio y sacó un disparo desviado por el guardameta con un lance a su izquierda.
Poco tiempo después, el cancerbero volvió a acaparar los reflectores. Vurnon Anita retrasó la pelota para Chancel Mbemba, el zaguero falló en el control y Elliot se vio obligado a salir para ganarle la carrera por la esférica al mismo King y reventar. Y es que la velocidad de King causó todo tipo de problemas al cuadro bajo visitante, que en esta ocasión vistió su segundo uniforme: blanco con vivos celestes.
El Vitality Stadium estalló en una sola voz para reclamar un penalti cuando King superó a Coloccini y el argentino pareció sujetar al ariete Cherry. Sin embargo, las plegarias y protestas de los rojiblancos encontraron oídos sordos en Lee Mason y la jugada terminó en un despeje de Elliot.
Mucho premio para tan poco
El Newcastle supo aguantar el temporal y encontró una recompensa exagerada para lo poco que había propuesto. Al minuto 27, en su primer ataque de consideración, el Toon tomó la ventaja por conducto de Ayoze Pérez. Si en otros juegos la suerte le había dado la espalda a los de Tyneside, en este partido les volvió a sonreír. Paul Dummett se fue al frente y conectó con Mitrovic, el serbio cedió para Wijnaldum y éste habilitó con un taconazo al español, que disparó raso con la izquierda. Adam Federici dio un manotazo al balón pero no pudo impedir el 0-1 de las Urracas.
El gol aturdió al Bournemouth pero los Cherries se recuperaron en poco tiempo y se volcaron en ataque, sólo para encontrarse con una muralla de apellido Elliot. Otra vez King, ahora de cabeza, puso a sufrir a la hinchada visitante; el atacante remató un centro enviado por Matt Ritchie desde la derecha pero el portero desvió con las uñas.
Cerca del entretiempo volvió a aparecer la enorme figura de Elliot. La zaga del United no pudo alejar el balón en un tiro de esquina ejecutado por Ritchie, el volante ganó el rebote y mandó un servicio preciso al exjugador de las Urracas, Dan Gosling, quien vio su cabezazo contenido por el meta.
El sitio de Bournemouth
La segunda parte no trajo demasiados cambios, los locales insistieron con su ofensiva aérea, principalmente mediante tiros de esquina, mientras los Magpies sufrían para mantener la pelota lejos de su arco. En el primer minuto del complemento, de hecho, el portero visitante volvió a aparecer para negarle el empate a los Cherries con un lance que mandó el cabezazo de Ritchie encima del horizontal.
La presión de los rojinegros continuó pero, a pesar de una abrumadora superioridad en posesión de balón, ocasiones generadas y disparos al arco, no fueron capaces de abrir el candado colocado por la tenaz zaga magpie.
McClaren respondió al asedio del Bournemouth mandando a la cancha a Papiss Cissé y Florian Thauvin en lugar de Mitrovic y Pérez. Cerca del final del partido, el volante francés generó una ocasión que pudo haber finiquitado el partido al causar y cobrar un tiro libre que el capitán, Fabricio Coloccini, desperdició con un cabezazo desviado por Federici.
La última oportunidad de rescatar un punto para los locales llegó en la forma de un tiro libre. Ritchie cobró pero, para su mala fortuna, el balón se fue desviado del arco. Con el silbatazo final de Mason, el Newcastle pudo respirar tranquilo; pues dejó los puestos de descenso y ahora tendrá dos semanas para preparar su próximo compromiso, en St. James' Park, contra la revelación del torneo: Leicester City.
El héroe inesperado
Aunque el solitario gol de Ayoze Pérez le dio el triunfo a su equipo, el jugador más valioso del partido fue, sin duda, el portero Rob Elliot. Tras la lesión de Tim Krul, la afición se dividió entre aquellos que pedían darle una oportunidad al juvenil Karl Darlow y los que confiaron en Elliot. En el Vitality Stadium, el irlandés respondió a esa confianza con la que puede ser la mejor actuación de su carrera.
Una y otra vez sus atajadas mantuvieron a raya a los atacantes del Bournemouth y le dieron tres puntos vitales al equipo de Tyneside que, de momento, los sacan de la zona roja de la tabla.