Se respiraba un ambiente maravilloso en el Emirates Stadium, que iba a vivir un de esos partidos que quedan para la historia. El Tottenham visitaba el feudo de su eterno rival dispuesto a dar un golpe sobre la mesa. El Arsenal, por su parte, necesitaba levantarse del duro varapalo sufrido en Múnich.

Igualdad al principio

Arrancó el partido con igualdad máxima. Ambos conjuntos se respetaban enormemente y temían cometer algún error. Durante los primeros compases del partido, el Arsenal trataba de imponer su juego y los Spurs robaban con facilidad y salían a la contra. En esos momentos, la intensidad primaba sobre la calidad en el juego. Alexis y Campbell lo intentaban para el Arsenal, pero ningún equipo conseguía acercarse con claridad al área rival.

Dominio del Tottenham

A partir del minuto 20 de juego, el partido cambió. O mejor dicho, el Tottenham cambió. Los de Pochettino dieron un paso al frente y adelantaron la presión, aporvechando que el Arsenal se mostraba muy impreciso y cometía errores en la circulación poco comunes en ellos. El Tottenham se hizo con el dominio del partido y del esférico sin demasiada oposición. Los Spurs merodeaban por el área de Cech, pero no lograban crear demasiado peligro. Poco a poco fueron afianando la puntería y en el minuto 32 de juego, la defensa gunner se desajustó a causa de un gran movimiento de Harry Kane. El delantero inglés se encontraba incrustado entre los dos centrales e hizo un desmarque de ruptura formidable. Danny Rose vio a la perfección la intención de su compañero y se inventó un pase telemétrico que dejaba a Harry Kane sólo ante Cech. Era la primera pelota que tocaba con peligro en el partido, pero el ‘huracán’ no perdonó al Arsenal y silenció al Emirates con una gran definición. El Tottenham se había lanzado a por el partido y había obtenido su recompensa. El 0-1 en el marcador a la media hora de partido ratificaba el gran esfuerzo de los visitantes.

Tras recibir el gol, los gunners trataron de reaccionar y tuvieron una buena ocasión, pero el remate de Alexis fue muy defectuoso. Lo cierto es que esta ocasión sólo fue un espejismo, pues el Tottenham continuó dominando en los últimos minutos de la primera parte. El Arsenal era un equipo sin ideas en esos momentos. Con el marcador de 0-1 se marcharon los dos equipos a vestuarios. Los Spurs debían continuar intensos y el Arsenal debía mejorar para sacar algo positivo del partido.

Reacción del Arsenal tras el descanso

Tras el descanso, Wenger hizo un cambio en busca de la reacción de su equipo. Se marchaba un desaparecido e impreciso Cazorla, para dar entrada a Flamini. Los gunners saltaron al césped del Emirates convencidos de poder remontar. Salieron intensos e intentaron sorprender a los Spurs desde el primer minuto. El primer aviso lo firmó Joel Campbell. Gran disparo del extremo del Arsenal, que detuvo Hugo Lloris con una gran estirada. Parecía que la segunda mitad iba a ser dominada de principio a fin por los locales, pero el Tottenham respondió a su rival con un gran disparo de Eriksen que se marchó por poco. El partido no daba ni un solo respiro. Pasado el minuto 50, Giroud congeló los corazones en el Emirates con un cabezazo que se marchó al larguero. El partido estaba en todo lo alto y la afición gunner llevaba en volandas a sus jugadores. Pero a pesar del dominio, el Arsenal no conseguía llegar con claridad a la meta defendida por Lloris. Las mejores ocasiones de los locales llegaron a balón parado. Los Spurs sufrieron de lo lindo en esta faceta y concedieron demasiados remates francos al Arsenal. Hugo Lloris comenzó a salvar a su equipo.

Cuando restaba media hora para el final, el Tottenham, lejos de encerrarse en su campo, dio un paso al frente e hizo peligrar el partido para el Arsenal. Los gunners se vieron sorprendidos por la reacción de su rival. Primero Eriksen hizo lucirse a Cech y después Harry Kane lo intentó en contadas ocasiones para los Spurs. El Tottenham fue un vendaval durante diez minutos y el partido pudo cambiar en el minuto 69. Córner a favor del Tottenham y parada milagrosa de Cech al cabezazo de Eric Dier. La gran intervención del portero local hizo despertar a su equipo del letargo en el que deambulaba. Wenger dio entrada a Gibbs por Campbell, pero nadie se imaginaba en el Emirates lo que iba a deparar este cambio. Al Tottenham le comenzaron a fallar las fuerzas por su gran esfuerzo y el Arsenal, comandado por un gran Özil, se hizo dueño del juego. En el minuto 77, un pase mágico del alemán desde la banda derecha dejó a Gibbs en una posición franca para marcar. Nada pudo hacer Lloris ante el remate, que se introdujo en la portería y puso las tablas en el luminoso. El Emirates Stadium enloquecía y el Arsenal quería más.

Tras el gol del empate, los gunners fueron a por el partido y Giroud tuvo el segundo. El Emirates era un clamor y su equipo quería regalarles la victoria ante el eterno rival. Los últimos minutos fueron un tira y afloja de ambos equipos. El balón ya no pasaba por el centro del campo y el pelotazo se convirtió en costumbre. De esta manera, ningún conjunto logró crear demasiado peligro y no vimos peligrar el empate. Harry Kane lo intentó por última vez y el descuento fue un mero pasatiempo, pues los Spurs supieron frenar las oleadas locales y se llevaron un punto del Emirates Stadium.

Finalmente se vivió un gran espectáculo en un derbi histórico por su rivalidad, que destacó por su limpieza y por el honor que mostraron ambos conjuntos. Con este empate, el Arsenal se mantiene a la cabeza de la clasificación con 26 puntos, al igual que el Manchester City. El Tottenham, por su parte, ya es quinto con 21 puntos y suma 11 jornadas sin perder en la Premier League.

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Sobre el autor
Javier Jábega
Amante del periodismo con verdad, por el que lucho y sueño. Me enamoré de VAVEL, de su ideología y de sus valores. Hoy lo defiendo orgulloso y dirijo sus 15 ediciones alrededor del mundo para que, de una vez, ganen los buenos. Antes fui Editor-in-chief de VAVEL España, me formé como Editor de Fútbol Internacional y escribí sobre la Premier League, el Real Madrid y el Málaga CF.