Las alineaciones, llenas de pruebas y experimentos debido al carácter amistoso del partido, hacían presagiar que el encuentro iría de menos a más, según los jugadores fueran acoplándose y encontrándose cómodos en el terreno de juego.

El once de España presentaba las novedades de Mario Gaspar y Bartra en defensa, Thiago en el centro del campo y Alcácer acompañando a Diego Costa en el ataque. Lo que más llamó la atención fue la formación que presentó el equipo local, 1-4-4-2 cuando lo habitual venía siendo ese 1-4-3-3 que tan buenos resultados le ha dado a la selección española.

Alineación España

Por su parte, el equipo inicial de Inglaterra era una mezcla de teóricos titulares con teóricos suplentes. Hodgson quiso probar el nivel de la plantilla, probando ese fondo de armario tan necesario en una Eurocopa o Mundial. Dio la alternativa a Walker y Jones en defensa y a Delph y Carrick en el centro del campo. El sistema también varió y pasó al 1-4-2-3-1 tan habitual en los equipos ingleses, dejando a un lado ese 1-4-3-3 utilizado a lo largo de la fase de clasificación a la Eurocopa de Francia del próximo verano.

Alineación Inglaterra

El encuentro inició con el debido respeto entre ambos y a la espera de ver las intenciones de cada uno en el partido. A la hora de tener la posesión en su poder, ambas selecciones realizaban acciones combinadas largas, para avanzar sin prisas al campo contrario y para poner a prueba el nivel de presión que ejercería el rival a lo largo del partido.

A pesar de tener laterales ofensivos como son Alba y Gaspar, la influencia de los mismos en el ataque fue mínima en la primera parte. Gaspar por el peligro que llevaba Sterling cada vez que recibía balón y Alba, porque España centraba su juego ofensivo por el centro y balones en profundidad a los dos delanteros. En distinta situación se encontraba Inglaterra, donde Walker y Bertrand buscaban llegar al ataque porque era donde su equipo tenía superioridad numérica, en las bandas.

Las ocasiones fueron escasas en la primera mitad. Sin embargo, a pesar de no tener el control del balón, fue Inglaterra quien dispuso de más oportunidades para adelantarse. Probaron suerte por dos caminos. El primero era Sterling, que cuando recibía en posición avanzaba, buscaba la jugada individual que acababa en disparo a puerta. El segundo era Kane, a través de asistencias de Barkley o algún centro de los laterales intentó sin suerte, marcar el primer gol del partido.

En cambio España lo intentó con balones largos y profundos a Diego Costa y Alcácer por parte de la segunda línea de ataque con los Thiago, Iniesta y Cesc. El delantero hispano-brasileño estuvo muy participativo y retrasaba su posición para entrar en contacto con el balón, pero no tuvo suerte de cara a gol, una vez más. La mala noticia fue la lesión del medio del Bayern, Thiago, que se marchó y en su lugar entraría Cazorla, que continuó con la misma misión de buscar rápidamente a los dos delanteros. También trataron de anotar gol a balón parado, pero los remates se marcharon fuera. Y con empate a cero se llegó al descanso, habiendo sido esta primera parte floja en cuanto a ocasiones se refiere y con dominio español del balón, algo que a Inglaterra no parecía molestar y parecían encontrarse cómodos en el terreno de juego.

Tras el descanso, las ideas de los equipos no variaron. Seguían con el mismo propósito aunque en esta mitad sí que se animó Jordi Alba a subir al ataque. Tanto es así que junto con Nolito, que entró tras el descanso, se hicieron dueños de la banda izquierda. La poca ayuda en defensa de Lallana hacía que Walker estuviera desbordado por las conexiones de ambos jugadores.

Hodgson intentó arreglar el destrozo que le estaban haciendo por esa banda y dio entrada a Dier por Lallana y Alli por Delph, para tener más contención y que Walker no fuera superado en cada ataque. Y Del Bosque por su parte, introdujo a Mata en el campo por Diego Costa, volviendo al 1-4-3-3 habitual y con ello recuperaron el dominio del balón perdido al inicio de la segunda mitad.

Esto se tradujo en el primer gol del partido. Cesc recibió el balón en la media punta y, como sucedía en la primera parte, buscó con rapidez al delantero con un balón por arriba. Allí no estaba ni Costa, ya sustituido, ni Alcácer. Apareció Mario Gaspar en una de sus subidas y con una medio chilena puso por delante a los suyos. El seleccionador inglés reaccionó dando entrada a Rooney por Barkley, siendo esto un cambio únicamente de jugador, manteniendo el mismo dibujo.

A partir del gol, y con la selección inglesa sin ánimo de buscar el empate, los minutos fueron pasando y los cambios serían lo más visto en lo que restaba de encuentro. Entraron Pedro, Koke y Azpilicueta para dar descanso a Alcácer, Busquets y Bartra, pero manteniendo la formación que le había llevado a recuperar el control del partido a España. Los ingleses, bien colocados en el campo, continuaron con la idea inicial de probar jugadores y otros sistemas de juego. Solo dos cambios más realizo Hodgson y fueron al final del partido, cuando entraron Cahill y Shelvey por Smalling y Carric, que se marchó en camilla.

Las conclusiones no pueden ir más allá de lo que a un partido amistoso se refiere y más, si delante tienes a España. Inglaterra no puede valorar de manera exhaustiva el nivel de su “plan B” para la Eurocopa cuando además, le faltan varios jugadores por lesión. Y por lo que se refiere a España, el experimento de tener dos delanteros juntos no puede darse como fallido puesto que la defensa de Inglaterra ha sido de las mejores, si no la mejor, en la fase de clasificación para la Eurocopa, donde en 10 partidos tan solo ha recibido tres goles.

El siguiente partido que disputaran ambas selecciones será el próximo martes cuando Inglaterra reciba a Francia en Londres y España viaje hasta Bruselas para enfrentarse a Bélgica. Estos enfrentamientos servirán a los seleccionadores para dar oportunidad al resto de jugadores que han sido llamados para los compromisos de estas fechas, siguiendo así el guión del vivido en Alicante el pasado viernes: probar jugadores que pueden acudir a la cita de Francia el verano de 2016.