Tras las dos últimas derrotas del Mancester City en Premier League y en Liga de Campeones, volvía al Etihad Stadium para enfrentarse a un Southampton que había salido invicto de todos sus partidos como visitante. Los 'citizens', que habían perdido el liderato de la clasificación justo hace una semana frente al Liverpool, llegaban al partido como terceros con 26 puntos, solo dos por debajo del Leicester (1º con 28 puntos) y no podían fallar hoy. Aunque los locales partían como favoritos, Ronald Koeman, que llegaba a Manchester con bajas importantes, había apostado por un equipo defensivo que, aparentemente, se lo pondría difícil al City.

Manuel Pellegrini quería ganar e hizo cuatro cambios con respecto al once inicial que jugó en Turín. Ya había recuperado a los lesionados Bony y Silva, aunque decidió no arriesgarse y dejarlos en el banquillo. La lesión de última hora de Joe Hart situaba a Willy Caballero en la portería y el chileno se veía obligado a convocar a Richard Wright, que lleva más de nueve años sin jugar un partido, como guardameta suplente.

Los errores se pagan caros

El Manchester City comenzó el partido con hambre de gol. Apenas había pasado un minuto cuando Raheem Sterling hizo el primer tiro a puerta. La puesta en escena de los 'citizens' era inmejorable. Un inicio muy enérgico que dejaba al Southampton cerrado en su propia área. Con el minuto 6 llegaría la primera ocasión clara para los locales. Un zurdazo de Kolarov que Stekelenburg rechaza sobre la misma línea de gol. La pelota quedó muerta junto al guardameta pero este reaccionó antes de que Otamendi y Fernandinho, que llegaban como una exalación, consiguieran alcanzarla.

El Southampton empezaba a cometer graves errores cerca de su área y el City no iba a tardar en aprovecharse de ello. Así llegaría el primer gol del partido en el minuto 9. Una pérdida de balón de Yoshida que aprovechó Sterling, quien centró para que De Bruyne sólo tuviera que empujar el esférico hacia el interior de la portería de Stekelenburg. 

Los de Pellegrini ya dominaban por completo el partido cuando solo habían pasado quince minutos de juego. Los Santos se precipitaban en las jugadas y perdía demasiados balones cerca del área. En el minuto 12 un nuevo pase erróneo de los visitantes dejaría a Agüero cerca de anotar el segundo del partido, pero una vez más aparecía el portero neerlandés a salvar a su equipo. La intensidad del City era cada vez mayor y jugadores como Sterling ofrecían la mejor versión de sí mismos.

Kevin De Bruyne marca el 1-0 a los 9 minutos (Foto: Sky Sports)

Las llegadas a la portería de Stekelenburg eran constantes, aunque el segundo tanto de los locales se hizo de rogar. En el minuto 20 un remate de Fernandinho acabó despejado con la mano por un defensa del Southampton, pero ni Roger East ni sus asistentes parecieron verlo y la jugada acabó en córner. Pero los 'citizens' supieron aprovechar el saque de esquina y Delph consiguió introducir el balón en la portería con un tiro desde fuera del área. Nada pudo hacer el guardameta por salvarlo.

Intentaban reaccionar los de Koeman y en el minuto 22 llegaría su primera ocasión con un zapatazo de Van Dijk que se estrelló en el larguero. Pero el equipo seguía nervioso y comentiendo errores en el centro del campo. Comenzaron a despertar pasada la primera media hora de partido. Mané y Ward-Prowse se convirtieron en una pareja muy peligrosa para la defensa 'blue', que había empezado a relajarse tras anotar el segundo gol. Así, tras dos peligrosas llegadas de los visitantes, llegó el descanso al Etihad Stadium.

Cambio de roles

Ronald Koeman sabía que su equipo necesitaba una nueva estrategia y decidió meter a Tadic al inicio de la segunda parte. Un cambio que haría al Southampton mucho más ofensivo. Y funcionó. En el minuto 49 Long conseguía poner el 2-1 en el marcador. Tras una falta de Kolarov lanzada en corto por Mané, el irlandés remataba de cabeza y anotaba el primer tanto de su equipo aprovechando la mala colocación de Willy Caballero.

Ahora era el Southampton el que comenzaba a dominar el partido frente a un City que necesitaba reaccionar rápidamente. Pero los papeles habían cambiado y el centro del campo de los de Pellegrini parecía un colador por el que los visitantes encontraban todos los huecos que querían. Los centrales del Manchester intentaban frenar la llegada de los Santos, pero solo lograban hacerlo provocando faltas que no libraban del peligro a su equipo.

El partido quedó en el aire durante los primeros veinte minutos de la primera parte. El Southampton seguía mal colocado en el césped y el City había perdido la intensidad de la primera mitad. Idas y vueltas de área a área en las que ningún equipo lograba anotar un gol.

Delph celebra con Otamendi tras marcar el 2-0 (Foto: Sky Sports)

Kolarov conseguía despertar el ánimo de su equipo en el minuto 69. Tras una jugada en la que De Bruyne consigue llevarse consigo a toda la defensa del Southampton, ofrece el balón a Kolarov, que se había quedado solo y remató a sus anchas el esférico. El 3-1 llegaba para afirmar que la mejor defensa que podían tener los de Pellegrini era continuar atacando e intentar aumentar la distancia en el marcador.

Con el partido ya roto, el técnico chileno consiguió poner en pie a los aficionados del City tras sustituir a Sterling por David Silva. Y el partido acabaría como estuvo la mayor parte del segundo tiempo, en un juego de ida y vuelta sin demasiado peligro en ninguna de las dos porterías.

Los datos sitúan a De Bruyne como MVP

El partido ha acabado sin una clara dominación por parte de ningún equipo y lo mismo ha pasado con los jugadores. Aunque ha sido Raheem Sterling quién más ha liderado a su equipo en la primera parte del encuentro, tras el descanso eran Mané y Tadic los que lideraban el despertar del Southampton.

Sin embargo, con un gol y una asistencia, el nombramiento de mejor jugador del partido recae en Kevin De Bruyne.