Inglaterra, la eterna aspirante a campeonar que siempre acaba volviendo a casa con el rabo entre las piernas. Cada generación que llega a una gran cita, promete ser mejor que la anterior, y al final, el resultado termina por ser el mismo. La exigencia en un país que respira fútbol en cada esquina es máxima, y a pesar de que las vitrinas de la Federación Inglesa de Fútbol se encuentran prácticamente vacía, los de Hodgson tendrán este verano la presión de llegar a las últimas rondas de la Eurocopa de Francia.


Las semifinales de 1996 son lo más lejos que los ingleses han llegado en una Eurocopa (disputada además en Inglaterra)El próximo 11 de junio, once valientes con el escudo de los tres leones en el pecho saltarán al Stade Velodrome de Marsella para enfrentarse a Rusia y defender el honor de toda una nación, y la pregunta que todos se hacen es la misma: ¿hasta dónde puede llegar Inglaterra en esta Eurocopa? El sorteo, en palabras de su propio seleccionador, ha sido benévolo con ellos, pero la realidad es que se trata de un grupo con trampa, donde no existe un equipo mucho más débil que el resto, y los tres conjuntos están repletos de jugadores capaces de complicarles el día a los ingleses. Jugadores de talla mundial como Bale, Ramsey, Hamsik o Dzagoev ponen en jaque las aspiraciones de los de Hodgson, y aunque para llegar a las últimas rondas de un gran torneo hay que imponerse a todos, la sensación general de descontento con las últimas actuaciones del combinado nacional deja la presión hacia los jugadores en un nivel más bajo del habitual y las expectativas de los aficionados con un nivel de conformismo muy distante de las ansias de victoria del pasado. Las semifinales alcanzadas en su Eurocopa de 1996 son la marca a igualar, cuando con dos victorias, seis empates y cero derrotas los ingleses consiguieron terminar en tercera posición (20 de años de sufrimiento: el caminar de Inglaterra por Europa).
Gales (Gales: Gareth Bale y diez más), Rusia (Rusia: el gran escollo por el primer puesto) y Eslovaquia (Eslovaquia:, ¿el nuevo outsider?) tratarán de enviar a los ingleses de vuelta a casa a las primeras de cambio, pero una selección rejuvenecida tras el fracaso del pasado Mundial de Brasil, puede cambiar la historia y llevar de vuelta a Londres el preciado trofeo de campeón.

Paul Gascoigne durante la Eurocopa de Inglaterra 1996.

Foto: UEFA

El cambio de mentalidad tras el Mundial de Brasil 

El tremendo varapalo que supuso la eliminación a las primeras de cambio en el Mundial de Brasil hizo que Hodgson se replanteará unos principios en teoría innegociables. Su 4-4-2 dio paso en la ronda de clasificación para la Eurocopa a un habitual 4-3-3, y de su mano se ha producido un relevo generacional que el público llevaba años pidiendo a gritos. Las retiradas del fútbol internacional de hombres importantes como Lampard, Gerrard, Ashley Cole o John Terry, ha dado al seleccionador la oportunidad de darle la alternativa a los muchos jóvenes valores que disputan la Premier League, y sobre todo librarse del corset táctico que implicada tener que buscarle sitios a todas las vacas sagradas.

Inglaterra consiguió 10 victorias en 10 encuentros en la fase de clasificaciónDesde la humildad y dándole a Rooney todo el peso de la capitanía y la responsabilidad del ataque, los ingleses han conseguido una inmaculada fase de clasificación donde han conseguido 10 victorias en 10 encuentros, con récord de 31 goles a favor y 3 en contra. Estos números como de costumbre debemos ponerlos en perspectiva, pues en el grupo E en el que Inglaterra terminó en primera posición, se encontraban rivales de la talla de San Marino, Lituania o Estonia. Tan solo Eslovenia y Suiza consiguieron suponer una relativa amenaza a las posibilidades de los ingleses, aunque consiguieron reforzar el grupo humano y encontrar el sitio en la plantilla a jugadores que serán importantes en los años venideros. Wayne Rooney con siete goles se convirtió en el máximo goleador, con Danny Welbeck en segunda posición con seis tantos. Harry Kane y Theo Walcott con tres goles cada uno también consiguieron hacerse un hueco en la lista de cañoneros del grupo.

Steven Gerrard tras la eliminación en el Mundial de Brasil 2014.

Foto: The Guardian

Inevitablemente cuando la clasificación parecía sellada, los de Hodgson se dejaron llevar y ya en plena disputa de la Premier League, bajaron el pistón en pobres actuaciones como las victorias por 2-0 ante Estonia el pasado mes de octubre o la victoria por 2-3 ante Eslovenia en junio. La derrota en Alicante en el amistoso ante España terminó por hacer saltar todas las alarmas, esta sería otra Eurocopa con el mismo resultado, una muy buena plantilla repleta de grandes nombres que volvería a casa trayéndose consigo otra decepción. El seleccionador no quiso darle mayor importancia al asunto y espera que en partidos competitivos el afán ganador de los suyos termine por imponerse en Francia, aunque para ello su equipo necesitará unos retoques en los próximos meses.

La plantilla y las jóvenes promesas

Roy Hodgson ha hecho debutar a 32 jugadores bajo su reinado futbolístico, algunos de ellos con más polémica que otros (el de Dele Alli hizo correr rios de tinta). Ross Barkley, Oxlade-Chamberlain, Ryan Bertrand, Butland, Stones, Chambers, Clyne, Delph, Dier, Sterling, Kane, Lallana o Vardy se han ganado sin duda alguna la convocatoria por méritos propios, y su introducción en el equipo nacional parecía necesaria y objetivamente acertada. Otras sin embargo como las de Martin Kelly, Zaha, Shelvey, Osman, Livermore, Jenkinson o Flanagan se muestran un tiempo después apresuradas y con demasiadas ganas de buscar soluciones rápidas a los problemas endémicos en algunas posiciones determinadas. El veterano manager ha terminado por ser en ocasiones víctima de las modas y del interminable ruido mediático alrededor de la selección inglesa, y aunque en ocasiones las decisiones han resultado acertadas, otras han ido añadiendo motivos de queja a sus detractores.

Harry Kane celebra un gol el día de su debut con la absoluta.

Foto: The FA

El optimismo llega ante el paso adelante que han dado algunos de los jóvenes valores como Smalling (el mejor central inglés del momento), que ha tomado por derecho propio el hueco dejado por Terry o Wilshere, que ha demostrado ser ese jugador diferente que debe ocupar el hueco dejado por Gerrard y Lampard. Hombres como Dier, Sterling o Kane se han convertido en referencias en sus equipos y deben serlo igualmente en esta próxima Eurocopa para su selección, y aunque no estaban en los planes del seleccionador en el Mundial de Brasil, nadie duda que serán piezas importantes en las siguientes grandes citas.

Ross Barkley se ha convertido en problema y solución para Hodgson, puesto que goza de una calidad indiscutible, pero en ocasiones sus ganas de agradar le hacen poner en apuros a su equipo. A camino entre el medio centro ofensivo y el media punta, es un jugador muy del agrado del seleccionador, pero en este nuevo sistema no consigue encontrar su sitio.  Por delante de la defensa pierde la efectividad de cara al gol, capacidad de golpeo y de asistir a sus compañeros que le hacen especial, aunque por detrás del delantero terminar por conducir demasiado el balón hasta perder la posesión y perder buenas posiciones de ataque de sus compañeros. El del Everton estará casi con total seguridad en la lista de convocados, aunque su rol dependerá de las lesiones (las propias y de sus competidores) y del partido en cuestión, en función de la necesidad de romper líneas de presión o de atacar ante una defensa muy atrasada.

Ross Barkley, hombre del partido ante Estonia en Wembley.

Foto: The FA

Bertrand se ha hecho un nombre en la Premier League tras su cesión y posterior traspaso al Southampton, y ante la lesión de Baines ha conseguido ser una más que válida solución al problema del lateral izquierdo. Si el del Everton consigue recuperarse en condiciones, el carril zurdo será suyo, aunque tendrá una feroz competencia en el ex jugador del Chelsea. Del mismo modo en el costado derecho, Nathaniel Clyne y Kyle Walker se disputarán un puesto sin dueño desde la marcha de Gary Neville. 

La importancia de Vardy y el problema de Rooney

Nada ni nadie parecía poder superar la irrupción de Harry Kane la temporada pasada, aunque contra todo pronóstico apenas seis meses después, Jamie Vardy ha pasado a acaparar todas las portadas. Hodgson comenzó a darle su confianza en los partidos de clasificación previos al comienzo de esta campaña, aunque ahora nadie duda que el del Leciester, estrella del equipo líder de la Premier League (y el jugador del momento en el fútbol europeo, a pesar de sus complicados inicios), tendrá un hueco en el avión con destino a Francia. Habitualmente utilizado por Roy en una posición más escorada (con Sterling en el otro extremo), cabe la posibilidad de que el seleccionador trate de aprovechar su gran momento de acierto de cara al gol en un lugar más centrado, lo que le llevaría a tener que cambiar de nuevo el sistema, o prescindir de su jugador franquicia, Rooney.

Jamie Vardy el día de su debut con Inglaterra.

Foto: Express

Vardy ha batido el récord de Van Nistelrooy de partidos consecutivos anotando en la Premier LeaguePasado y presente compitiendo por el puesto de 9, Wayne Rooney se ha convertido en esta fase de clasificación en el máximo goleador de la historia del combinado de los tres leones, superando a un mito como Bobby Charlton, aunque al mismo tiempo, Vardy ha mejorado la marca de Van Nistelrooy de partidos consecutivos viendo puerta en la Premier League, dejando el récord en once encuentros. Y es que el delantero del Manchester United se ha convertido en un problema para todos los seleccionadores ingleses, e incluso para los entrenadores del United, incapaces de encontrarle el puesto adecuado para un jugador de una calidad indiscutible. Ineficaz en el rol de único delantero, e indolente defensivamente para un puesto de medio centro, no son pocas las voces que reclaman el cambio de trato hacia Rooney, pasando a ser prescindible en los onces titulares. Sus mejores actuaciones se han dado como segundo punta, como apoyo a un delantero a la vieja usanza, de esos que ya casi no se ven en el fútbol moderno.

En algunas fases de determinados encuentros de clasificación, Hodgson ha probado a escorarle a la banda izquierda en búsqueda de diagonales que le permitan acceder a mejores posiciones de disparo, y en algunos otros, le ha retrasado a la media punta en búsqueda de más influencia en la creación de juego, y el resultado ha terminado siempre por ser decepcionante. Como delantero, siempre da la sensación de que un auténtico 9 contribuye más que él, al igual que en la banda y más atrasado, el aficionado termina por creer que un jugador más específico terminaría aportando más al equipo.

Si Harry Kane sigue en este estado de gracia de cara al gol, y Vardy no deja de impresionar a propios y extraños, la inclusión de Rooney en el once inicial se va a convertir en un auténtico quebradero de cabeza para el seleccionador. Además, hombres como Walcott, Welbeck, Sterling, Oxlade-Chamberlain e incluso Lallana compiten con ellos por los tres puestos de ataque, asumiendo que los del centro del campo quedarán asignados a especialistas en la posición.

Wayne Rooney el día de su debut con la selección a los 17 años.
Foto: The Independent

Los próximos amistosos ante selecciones de nivel como Holanda o Alemania deberían empezar a mostrar qué Inglaterra veremos en la próxima Eurocopa, si la que venció a Francia en Wembley, o la que cayó derrotada en España. Si se trata de la que cayó a las primeras de cambio en Brasil, o la que en 1996 llegó a las semifinales de la mano de Venables. El desenlace de la Premier League, el estado de forma de los jugadores en el mes de mayo, y lo lejos que lleguen los clubes ingleses en las competiciones europeas, tendrán un peso importante en las decisiones de Hodgson, aunque las sorpresas en esta nueva Eurocopa con 24 equipos están aseguradas. 

La nueva selección de Hodgson, con un profundo lavado de cara cuenta con el respaldo de toda una nación, y con humildad y mucha cautela tras los recientes fracasos, tratará en Francia de competir por el ansiado trofeo de campeones de Europa, demostrando además al mundo que sí son un conjunto grande.
 

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