Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Y, normalmente, se cumple la regla. Este mediodía, el Chelsea FC hacía oficial la destitución de su entrenador, José Mourinho, tras llegar a un acuerdo con él, en el que el técnico de Setúbal habría perdonado al club inglés la indemnización que ascendería a los 50 millones de libras. La derrota del fin de semana pasado ante el Leicester City dejó muy tocado a los londinenses, que se encuentran a tan solo un punto de los puestos de descenso en la tabla clasificatoria, una situación atípica en la trayectoria del que, por lo menos esta temporada, ha dejado de ser 'The Special One'.

Durante su primera etapa en Londres, nunca perdió en casa. Sin embargo, tras su vuelta, con él en el banquillo de Stamford Bridge, ha caído derrotado en 2013 tanto con el Basilea y Atlético de Madrid en la UEFA Champions League, como en Premier League ante el Sunderland. No obstante, en la temporada 2014/15, Mourinho volvió a brillar, proclamándose campeón de liga e invicto en casa. Este año, el entrenador que solo había caído derrotado tres veces en el Bridge en seis temporadas, ha perdido ya cuatro veces en los diez partidos que ha disputado este año.  A continuación, analizamos la segunda etapa blue de Mourinho.

Temporada 2013/14: retorno con un año en blanco

Tras su marcha del Real Madrid en el verano de 2013, Mourinho volvía a la que fue su casa durante cuatro temporadas años atrás. Cambió Madrid por Londres. El Santiago Bernabéu por Stamford Bridge. Pero su año en blanco en España se volvería a repetir en Inglaterra. Su primer partido como técnico blue causó una repercusión mediática sin preecedentes. Su reencuentro con Pep Guardiola, que dirigía al Bayern Múnich, en la Supercopa de Europa acabó con victoria alemana en los lanzamientos de penaltis.

Durante su primer año, el del retorno, el Chelsea finalizó en tercera posición en la Barclays Premier League por detrás de Manchester City y Liverpool, en un curso marcado por una polémica que lanzó el propio técnico. "No tengo delanteros", se quejaba Mourinho a pesar de contar con Fernando Torres, Samuel Eto'o y Demba Ba. Más allá de la controversia que creó, los números le daban razón, ya que su máximo goleador fue Eden Hazard, que es centrocampista, con tan solo 13 goles. 

En el año del retorno tuvo más repercusión por su imagen fuera del campo que por los resultados obtenidos

A pesar de una decente pero no precisamente buena competición liguera, el Chelsea fue el mejor representante del fútbol inglés en Europa. Después de clasificarse como primeros de grupo, los de Mourinho se enfrentaron a Galatasaray y Paris Saint-Germain en los octavos y cuartos de final de la UEFA Champions League. Cuando se especulaba con una posible final ante su exequipo, el Real Madrid, el Atlético de Simeone lo apeó en su quinta semifinal consecutiva. Asimismo, en los torneos coperos de Inglaterra, cayó en los cuartos de la Capital One ante el Sunderland y en octavos de la FA Cup ante el City. Mediáticamente, desde España, donde todavía quedaban restos de mechas encendidas en algunos medios de su paso por el Madrid, se le achacaba los pocos minutos de los que gozaba el asturiano Juan Mata, quien acabaría fichando por el Manchester United.

Temporada 2014/15: reencuentro con las sonrisas y los títulos

Al año siguiente, el luso acabó con todos los falsos rumores de la prensa que le atacaban por "cargarse al fútbol español". A pesar de vender a Mata en verano y a Fernando Torres en invierno, Mourinho solicitó los fichajes de Cesc Fàbregas y de las estrellas del campeón de la Liga Española, Diego Costa, Filipe Luis y Thibaut Courtois, que se sumaban a Azpilicueta, un fijo entre los titulares del portugués. La 2014/15 fue una temporada llena de alegrías, pero no sin alguna decepción por el camino.

El año pasado fue año de sonrisas en Stamford Bridge. Los blues solo cayeron derrotados en cuatro partidos de los 54 que disputó en las diferentes competiciones. Mourinho proclamó campeón de la Premier League a su equipo con ocho puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el Manchester City. Durante el año, el Chelsea fue líder 37 de las 38 jornadas de Liga, siendo las últimas 36 de manera consecutiva, de forma que fue una victoria justa, merecida y contundente. Si bien en la Premier League no tuvo rival, la primera decepción llegó en enero, cuando cayó eliminado de la FA Cup por un equipo de Tercera División, el Bradford City, por 2-4.

Fue líder de la Premier en 37 de las 38 jornadas de Liga

Al mes siguiente, en febrero de este mismo año, Mourinho afrontaba un "derbi europeo", como se denominó en la prensa, en los octavos de final de la UEFA Champions League. Londres se enfrentaba a París. El Chelsea al PSG. La buena trayectoria que traía el equipo se vio truncada en la vuelta de la eliminatoria, cuando Thiago Siliva empataba a dos a seis minutos de acabar la prórroga y, de esa manera, clasificar al París por la regla de goles fuera de casa. A pesar de no haber caído derrotado en ninguna de sus ocho apariciones en la competición, el Chelsea se despidió de las competiciones europeas antes de lo esperado.

Ante el amargo sabor de las tempraneras y repentinas eliminaciones en la FA Cup y en la Champions League, los londinenses se centrarían en la Premier y el otro torneo de eliminatorias: la Capital One. Tan solo una semana después de caer en Europa, se enfrentó al Liverpool en semifinales, saliendo victoriosos en otra prórroga en el partido de vuelta en el Bridge. La final, disputada en marzo en Wembley, fue ante el Tottenham Hotspur. Los goles del capitán, John Terry, y de Diego Costa, dieron la victoria a los de Mourinho en el derbi londinense, proclamando al Chelsea campeón de la Capital One por quinta vez en su historia.

Temporada 2015/16: 'The Special One' deja de ser tan especial

Y así, con sonrisas, llegaba a esta temporada tan nefasta. Un Chelsea irreconocible no solo se encuentra, a falta de tres jornadas para el ecuador de la temporada, a veinte puntos de diferencia con el líder, el Leicester City, sino que, además, está a un punto del descenso. En lo que va de curso, la escuadra de Mourinho ha disputado 25 partidos en cuatro competiciones distintas, con un balance de nueve victorias, cuatro empates y 12 derrotas

En menos de cuatro meses, triplica las derrotas de todo el año pasado

En estos meses que llevamos de temporada, no solo triplica las derrotas sufridas el año pasado, sino que ya ha quedado eliminado de la Capital One por el Stoke City, torneo del cual es vigente campeón, además de haber perdido la Community Shield ante el Arsenal en agosto. Sin opciones en dos de las cinco competiciones a las que optaba, se le podría añadir lo francamente complicado que tiene remontar en la Premier League. Así pues, al Chelsea 15/16 le queda la FA Cup y soñar con un milagro en la UEFA Champions League, con quien se volverá a enfrentar en octavos con su último verdugo: el Paris Saint-Germain.

Aún clasificándose como primeros de grupo en Europa, aunque no sin suspense y sufrimiento hasta la última jornada, Mourinho ha cosechado nueve derrotas en 16 partidos ligueros. Este patético balance para un club con la plantilla que tiene el Chelsea, les deja en una situación crítica por la que deben olvidarse de la pelea por el título e, incluso, por metas europeas. Están jugando con fuego demasiado cerca del descenso y, una vez retomado el vuelo, ya se podrá pensar en puestos más altos.

Con José Mourinho fuera del club, difícil tarea tiene su sustituto, sea Juande Ramos, Güss Hiddink o cualquier sorpresa del magnate ruso, Roman Abramovich. Asimismo, sin saber cuál será el próximo destino del técnico luso, esto puede no ser una despedida. Mourinho sabe que en Londres tiene su casa y que es muy querido en Stamford Bridge. El que es el mejor entrenador de la historia del Chelsea, siempre tendrá las puertas blues abiertas. El artículo empieza con una frase hecha que confirma la regla: segundas partes nunca fueron buenas. Sí, es cierto. Pero no quedan ahí las frases y las reglas, porque, normalmente, no hay dos sin tres