El Boxing Day es un término al que los lingüistas ingleses lo denominan “false friend”. Su significado no tiene nada que ver con la palabra “boxeo”, la cual tiene un origen difuso. El Boxing Day es una celebración típica del Reino Unido que hace referencia, como bien indica su nombre, a las cajas (box en inglés).

Los orígenes

La terminología del Boxing Day no tiene unos orígenes claros. Hay versiones que toman como referencia a la religión, y a una costumbre practicada en el siglo XVI, cuando se realizaban grandes descubrimientos a través de exploraciones marítimas. Entonces, un cura subía a bordo del barco, antes de zarpar, y con él llevaba una caja que acababa llena de ofrendas de los tripulantes, que confiaban de esa manera su suerte a la religión para poder volver a casa sanos y salvos. Otras versiones apuntan a que se remonta a la típica tradición de las iglesias de recoger dinero en el día de Navidad y repartirlo al día siguiente entre los pobres.

Pero también hay quienes apuntan que el Boxing Day no tiene un origen religioso. Los hay que creen que este día recoge la tradición de los patronos de dar los regalos que sobraban el día de Navidad. Cercana a esta versión también hay la que apunta que los patronos daban a los sirvientes las sobras de la comidas de navidad, para después ir al fútbol con estas cajas. Entonces, los campos de fútbol, lugares de las clases bajas de la sociedad, se llenaban de familias de sirvientes con cajas de comida.

Pero el fútbol no es lo único que tiene en cuenta el Boxing Day, pues otra de las tradiciones más famosas es las cacerías de zorro, aunque eso sí, estas cada vez están más criticadas por gran parte de la sociedad y se quieren prohibir. También es el inicio de las rebajas en Inglaterra, por lo que el 26 de diciembre se inundan las calles de Oxford Street, y los demás centros comerciales del país, de gente que desea con ansias realizar las primeras compras con rebajas.

Hace 155 años, el Sheffield United y el Hallam FC jugaron el primer partido de fútbol a nivel de clubes. Por casualidades de la vida, el partido se disputó un 26 de diciembre, en la que actualmente es una fecha en la que todo el universo del deporte rey centra sus miradas en el fútbol inglés, pues es la única gran liga que no para por Navidad.

Aficionados del Wigan celebran un Boxing Day en familia. Foto: Daily Mail
Aficionados del Wigan celebran un Boxing Day en familia.                           Foto: Daily Mail

Londres y Manchester

Retrocedemos diez años en el tiempo. En la Premier League, se disputa la 18 jornada correspondiente al Boxing Day. Aquella temporada, el Chelsea del multimillonario Roman Abramovich revalidaría el titulo de campeón, mientras que en la parte baja de la tabla el Manchester City sólo quedaría 9 puntos por encima del descenso. Los dos mejores encuentros del Boxing Day tenían un denominador común: los derbis. Precisamente, en Manchester es dónde se jugó uno de los dos partidos más emocionantes de aquella jornada. El Wigan Athletic de Paul Jewell recibía en el DW Stadium al Manchester City. Los latics dieron un recital de fútbol durante 60 minutos: del 11 al 71 anotaron cuatro goles, marcados por McCulloch, Camara y Roberts por partida doble, que sirvieron para remontar el tanto inicial de Antoine Sibierski. Al final, Joey Barton, si el excéntrico y leñero Joey Barton, y Andy Cole pusieron emoción a un partido que acabó 4-3. En la banda izquierda de aquél Wigan sobresalía un lateral con largas patillas llamado Leighton Baines.

Mientras tanto, en la capital, el Chelsea de José Mourinho jugó un partido emocionantísimo contra el histórico Fulham. El partido disputado en Stamford Bridge fue un festín de goles: en el minuto 24 el encuentro ya parecía decidido dado que los locales dominaban por 2-0 con tantos de Gallas y Lampard. Pero el Fulham no se dio por derrotado, y acabó empatando el encuentro gracias a los goles de McBridge y Helguson. Parecía que el Fulham iba a dar la sorpresa en el campo del líder, pero entonces apareció el argentino Hernán Crespo para darle los tres puntos a los blues.

Momento en que Crespo anota el gol de la victoria.       Foto: Dagbladet
Momento en que Crespo anota el gol de la victoria.       Foto: Dagbladet

Al ritmo de The Beatles

Después de dos Premier League que se fueron hacía el barrio pijo de Chelsea, Manchester volvió a reinar gracias al United de Alex Ferguson. Pese a ello, el centro de las miradas del Boxing Day de los años 2006 y 2007 se fueron hacía la ciudad donde nacieron los Beatles.

En Goodison Park, el Everton recibía al vigente campeón: el Chelsea de José Mourinho. En aquél partido, los locales se adelantaron mediante un gol del español Mikel Arteta, pero los blues empataron gracias a un tanto en propia puerta de Tim Howard. En la segunda parte, Goodison volvió a vibrar con el gol del central Yobo, que ponía en ventaja a los suyos. Parecía que los tres puntos se quedarían en Liverpool, pero entonces apareció, a falta de diez minutos, Frank Lampard para subir la igualada al marcador con un disparo con rosca que se coló por la escuadra izquierda de la portería de Tim Howard. El empate parecía un buen resultado para ambos equipos, pero todo se decidió de una manera brusca. Hilário saca de puerta y Shevchenko prolonga el balón con la cabeza con dirección al pecho de Drogba. El costamarfileño, sin dejar que el balón bote, impacta una volea desde más allá de treinta metros a la que Howard sólo puede mirar. Didier Drogba daría la victoria al Chelsea con ese disparo que dio la vuelta al mundo, convertido en uno de los mejores tantos de la temporada.

Viajamos a la parte roja de la ciudad portuaria de Liverpool. Aquí, en la temporada 2007-2008, el Liverpool acababa de hacer el fichaje más caro de su historia. Rafa Benítez había firmado un delantero procedente del Atlético de Madrid. El madrileño de melena rubia fue el protagonista de aquél 26 de diciembre de 2007. En Anfield, el Portsmouth sucumbió ante el talento de los reds. Los locales se adelantarían con un gol de Benayoun y uno en propia puerta de Distin, aunque en la segunda parte, el actual equipo de cuarta división, el Portsmouth, redujo distancias. Cuando el miedo planeaba sobre Anfield, apareció el fichaje de Benítez: Fernando Torres marcó el tercero al disparar desde la frontal del área y más tarde marcaría el cuarto al rematar una gran volea con la pierna izquierda. Liverpool estaba a los pies de aquél jugador al que apodaban “The Kid”.

Fernando Torres se zafa de Ben Haim. Foto: Zimbio
Fernando Torres se zafa de Ben Haim.         Foto: Zimbio

De vuelta a Manchester

En el año 2008, la Premier tuvo un invitado sorpresa. El equipo con menor presupuesto de la competición en aquella temporada, el Hull City, arrancó la temporada como un tiro, y sumó 21 puntos de los 27 primeros. El equipo liderado por el brasileño Geovanni era la sensación de la Premier League. A partir de la cuesta de diciembre, los tigers se hundieron. Llegaron al Boxing Day como sextos clasificados, pero su viaje a la parte azul de Manchester, que acababa de recibir a los jeques, fue toda una pesadilla.

Los hombres de Phil Brown sucumbieron ante el poder de los skyblues. El Hull City, cual globo que se desinfla, acabó por los suelos. El Etihad Stadium presenció 4 goles en los primeros 36 minutos, todos por parte local: dos de Felipe Caicedo y dos de Robinho. Fagan marcó el gol del honor en la segunda mitad, e Ireland firmó la manita para el Manchester City. Aquella temporada, en la que el Hull coqueteó con el liderato de la Premier, acabó con los tigers sólo un punto por encima del descenso, encadenando una racha sin igual: 21 partidos consecutivos sin conocer la victoria. El Manchester City terminó a tres puntos de los puestos europeos, en una temporada de aclimatación a los petrodólares de sus jeques.

Zayatte pelea con Robinho por un balón en Boxing Day. Foto: Zimbio
Zayatte pelea con Robinho por un balón en Boxing Day.      Foto: Zimbio

En el centro de Inglaterra

Podía parecer un trámite para el Chelsea, por aquél entonces entrenado por Carlo Ancelotti, el visitar el St. Andrews Stadium. Allí les esperaba el Birmingham City, un equipo que actualmente milita en la FL Championship. Eso sí, aquél equipo de Birmingham, dirigido por Alex McLeish, estaba siendo una de las sensaciones de la Premier League, y llegaron al Boxing Day situados en séptima posición.

El Chelsea formaba aquél día con una línea de cinco en defensa: Beletti, Terry, Alex, Ivanovic y Cole. Delante, formaban Drogba y un espigado delantero de Birmingham. Era un partido especial para él, pues volvía a la casa de su infancia. Fue uno de los pocos partidos que jugó como titular en el Chelsea, en una temporada en la que acabó disputando sólo 288 minutos. Su nombre es Daniel Sturridge.

Aquella fría tarde de diciembre, ni Birmingham ni Chelsea pudieron marcar ningún tanto. En gran medida, gracias al guardameta de los locales. Alto y rubio a partes iguales, el portero de los de McLeish estaba inconmensurable. Poco después firmaría su traspaso por el Manchester City y se acabaría ganando el puesto de portero titular de la selección inglesa. Su nombre es Joe Hart. Precisamente, en aquél partido una de las ocasiones más claras la tuvo Sturridge en un remate en el interior del área que acabó en una gran parada de Hart. Si revisamos las imágenes del encuentro, aquella tarde el Chelsea debió perder en Birmingham, pues el árbitro anuló un gol legal a Cameron Jerome, delantero del Birmingham City. Aún así, empates como estos fueron los que hicieron que el Chelsea no conquistara el título, en una Premier que se acabó adjudicando el United.

Hart y Cech charlan tras el Birmingham - Chelsea de Boxing Day. Foto: Zimbio
Hart y Cech charlan tras el Birmingham - Chelsea de Boxing Day.     Foto: Zimbio

Derbi de Londres

En algún Boxing Day de los últimos diez años teníamos que hablar del Arsenal. En 2010, los dirigidos por Arsène Wenger recibían al Chelsea en el partido más interesante de la jornada. Por aquél entonces, Cesc Fábregas, con el 4 a la espalda y el brazalete de capitán, era el líder del equipo. En el campo rival, Drogba y Lampard eran las estrellas del equipo aún dirigido por Ancelotti.

El partido fue una demostración de poder del Arsenal. El primero llegó al filo de la media parte, en un remate de Alex Song en el interior del área. Después de la reanudación, Theo Walcott sirvió en bandeja el segundo a Cesc Fábregas para que el de Arenys de Mar marcara un gol a puerta vacía. Y luego se invirtieron los papeles: Cesc asistió a Walcott al espacio para que el internacional inglés batiera a Cech. Era el minuto 53, y en sólo 9 minutos, el Arsenal le había endosado tres goles a los blues. En el 57 Ivanovic maquilló el resultado, pero el dominio de aquél día por parte del Arsenal fue insultante.

Como en muchas otras ocasiones, parecía que el Arsenal era el favorito para ganar la Premier. Pero no pasó: el Chelsea fue el equipo que acabó conquistando el título, aventajando en un punto al Manchester United de sir Alex Ferguson.  

Fabregas celebra uno de los goles ante el Chelsea. Foto: The Sun
Fabregas celebra uno de los goles ante el Chelsea. Foto: The Sun

Otra parte de Manchester

Ahora el Bolton es un equipo sumido en una profunda depresión. Cerca de desaparecer, los aficionados piensan en tiempos mejores, como cuando estaban en la Premier League. En aquél Boxing Day de 2011 recibían al Newcastle United, que estaba siendo una de las sensaciones de la temporada.

En el eje de la zaga del Bolton había un líder que sobresalía por encima de los demás. Gary Cahill era el mariscal de aquél equipo que acabaría la campaña descendiendo. En el Newcastle, entrenado por Alan Pardew, reinaba la calidad francesa: Hatem Ben Arfa y Yohan Cabaye hacían las delicias de los aficionados magpies.

El partido entre Bolton y Newcastle estaba siendo muy parejo, y de haber acabado en empate, a la larga hubiera servido al Bolton para salvar la categoría. En el minuto 69, Ben Arfa enganchó un balón en el interior del área y remató con pierna izquierda un disparo inapelable. Sólo dos minutos más tarde, Obertan mareó a su marcador y puso un centro raso para que Demba Ba anotara la sentencia. Eran tiempos felices también para el Newcastle, que acabó la temporada quinto, por encima de Chelsea, Everton y Liverpool. Buenos tiempos para las hurracas.

Ben Arfa abrió la cuenta ante el Bolton. Foto: Zimbio
Ben Arfa abrió la cuenta ante el Bolton.     Foto: Zimbio

La vida de Bob Martínez

El Boxing Day de 2012 enfrentaba a Everton y Wigan Athletic en Goodison Park. Los visitantes llegaban en puestos de descenso, mientras que los tofees eran sextos. Leighton Baines ya era lateral del Everton, y era un partido especial para él. En Goodison, los directivos se fijaron en el banquillo del Wigan: Roberto Martínez tenía que ser el sucesor de David Moyes.

Después de una primera parte para el olvido, Leon Osman marcó el primero del Everton tras estar afortunado en una serie de rebotes. El Wigan Athletic reclamó penalti poco después, cuándo Maloney fue derribado por el propio Leon Osman. En el 77 de partido, Jagielka marcaba el segundo para el Everton, y sólo cinco minutos después Koné recogió un balón en el área rival para marcar el gol del honor.

Si hubieran ganado, los de Roberto Martínez se hubieran acabado salvando. Pero la temporada no fue mala para el Wigan Athletic, sino que paradójicamente, fue una de las mejores de su historia. Llegaron a Wembley para jugar la final de la FA Cup contra el Manchester City, y ante todo pronóstico, se impusieron con un gol de cabeza de Ben Watson en los instantes finales. Al final de temporada, el héroe del banquillo, Roberto Martínez, se marchó a Liverpool para dirigir al Everton.

Pasado y presente del banquillo del Everton. Foto: Liverpool Echo
Pasado y presente del banquillo del Everton.      Foto: Liverpool Echo

Manchester decide la Premier

En la campaña 2013-2014, el Etihad Stadium albergaba el partido más atractivo del Boxing Day. Manchester City y Liverpool se citaban el 26 de diciembre de 2013. El Liverpool estaba entrenado por Brendan Rodgers, y liderado por el charrúa Luis Suárez, fue la sensación de aquella Premier League.

Los reds se adelantaron en el minuto 23 de la primera parte, en un remate a placer de Coutinho. El equipo de Rodgers cocinó toda la jugada al primer toque, en el que posiblemente fue el mejor gol a nivel combinativo de todas las grandes ligas en aquella temporada. El Liverpool perdonó y no mató al City cuando debió hacerlo, y los locales lo aprovecharon: en el minuto 30, Vincent Kompany igualó la contienda. Antes del descanso, un rápido contraataque acabó con el tanto de Negredo, tras un fallo grave de Mignolet.

Al final, aquél partido resultó el más importante de la temporada. Es verdad que si el Liverpool hubiera ganado en Anfield al Chelsea en el partido del resbalón de Gerrard hubieran ganado la Premier, pero el partido directo entre los dos rivales que luchaban por el título determinó la victoria final del City, que hundió las aspiraciones del Liverpool de ganar su primera Premier League de la historia.

Momento en que Negredo bate a Mignolet. Foto: BBC
Momento en que Negredo bate a Mignolet.     Foto: BBC

De colistas a líderes

El Boxing Day de 2014 enfrentaba al colista, el Leicester City, contra el Tottenham Hotspur. Con sólo 10 puntos, los locales hacían frente al partido navideño sumidos en una profunda depresión. En cambio, el Tottenham llegaba séptimo a sólo cinco puntos de la tercera plaza.

El King Power Stadium vio como su equipo partía con Riyad Mahrez como titular, mientras que Jamie Vardy aguardaba en el banquillo, en una clara muestra de la suplencia habitual del ariete inglés. Por parte de los londinenses, Harry Kane estaba emergiendo como la sensación de la campaña. Precisamente fue el delantero inglés quién abrió el marcador, en el minuto dos, con una gran maniobra de nueve. En la segunda mitad, empataría Leo Ulloa, a pase de quién si no: Riyad Mahrez. Finalmente, los tres puntos volaron hacía Londres gracias a una falta lateral de Eriksen que se tragó Hamer.

La mística de la Premier League: el Leicester City no sólo era colista, sino que en diciembre ya estaba seis puntos de la salvación. Al final, el equipo resurgió y acabó cuajando un gran final de temporada para salvarse con seis puntos de diferencia.

Los jugadores del Tottenham celebran el tanto de Eriksen ante el Leicester. Foto: The Independent
Los jugadores del Tottenham celebran el tanto de Eriksen ante el Leicester.           Foto: The Independent

Este año el Leicester es la sensación del futbol internacional. Todo el mundo habla del equipo de Claudio Ranieri. Todo el mundo habla de Jamie Vardy y Riyad Mahrez. Este año tendrán la difícil papeleta de viajar a Anfield. Ahora son los líderes de la Premier League, y quizás en un futuro se hagan artículos sobre el partido del Boxing Day de 2015. Quizás se hagan artículos sobre el Leicester que, contra todo pronóstico, ganó una Premier League. En cualquier caso, lo que ahora toca es disfrutar del Boxing Day.