Un puntito más. Eso es lo que puede sacar Hiddink de su debut en el Chelsea, y el Chelsea en el debut de Hiddink. Diego Costa salvó los muebles, no sin la inestimable y muy necesaria ayuda de Willian, como siempre, el mejor del Chelsea. El medio campo estuvo muy flojo y el Watford fue superior en varias fases del partido. Ighalo y Deeney no perdonaron cuando las tuvieron.

El Chelsea comenzó enchufado, como últimamente. Al menos en tareas ofensivas, donde intentó crear peligro. Diego Costa avisó con un cabezazo desviado en los primeros minutos tras una gran llegada de Pedro, que le quitó la titularidad a Hazard, por la banda derecha. Los 'blues' siguieron a lo suyo y provocaron una gran cantidad de córners en el primer cuarto de hora, eso sí, sin conseguir ningún disparo a puerta. El Watford aguantó atrás y consiguió tener una buena ocasión en los pies de Odion Ighalo, el ex del Granada, que mandó el balón por encima del larguero.

A partir de la primera ocasión del Watford, el Chelsea no consiguió seguir en una buena dinámica y dejó de tener el control del partido. Los jugadores entrenados por el español Quique Sánchez Flores (pupilo de Hiddink en el Valencia de los noventa) mostraron su personalidad y en cuanto tuvieron la posesión, se fueron hacia el área rival. Fue justo entonces cuando llegó el gol del Chelsea. Costa no perdonó un pase de Cahill después de un córner botado por Willian, en el enésimo saque de esquina.

Diego Costa, anotando uno de los goles ante el Watford / Foto: @ChelseaFC_esp
Diego Costa, anotando uno de los goles ante el Watford / Foto: @ChelseaFC_esp

El partido fue por rachas, y después del gol, el equipo del ''debutante'' Guus Hiddink (ya entrenó hace seis años al Chelsea, todo sea dicho), el control fue blue. Volvieron a generar peligro. Justo entonces, en un rechace en el área tras un córner, un flojísimo Nemanja Matic cometió un error gravísimo, golpeando el balón con el codo. Penalti y empate de Deeney.

El descanso hizo que el encuentro volviese a tomar un camino distinto, y esta vez no fue ni uno ni otro el dominador del partido. El Watford demostró más astucia, eso sí, aprovechando la pasividad defensiva del Chelsea. El griego Holebas no paró de crear peligro a Ivanovic por la banda izquierda, Jurado demostró su inmensa clase y la delantera no perdonó. Con un poco de suerte, eso sí, pero Ighalo consiguió hacer el segundo tras una jugada en el área con Cahill, quien le dejó el metro necesario para que el nigeriano disparase, rebotando en su pierna y despistando lo justo a Thibaut Courtois.

Minuto 56. El luminoso del Bridge reflejaba el 1 a 2. Parecía otra tarde negra en el feudo de Fulham Road, pero allí estaba Diego Costa para demostrar que a coraje no le gana nadie. Por fin la rabia dio sus frutos, y gracias a un gran pase de Willian -el mejor del equipo, quién si no- consiguió empujar a la red el esférico en el minuto 65. Tres minutos después, el hispano-brasileño casi hace el tercero, pero la defensa bloqueó su disparo a bocajarro. 

Ighalo, uno de los mejores del partido / Foto: UEFA
Ighalo, uno de los mejores del partido / Foto: UEFA

Los veinte últimos minutos fueron puro asedio del Chelsea, que mostró mucha garra pero sin mucho talento. La garra se vio reflejada en Eden Hazard, que debutó con su nuevo entrenador saliendo desde el banquillo. El balón estaba en los pies del belga cuando el suizo Valon Behrami, que acababa de entrar en el terreno de juego, llegó sin ninguna opción de quitárselo a Eden, que cayó en el área. Marriner no dudó y señaló penalti. La garra se reflejó en el espíritu de remontada. El poco talento, en el penalti de Oscar. Desaparecido todo el partido, el brasileño fue el encargado de patear desde los once metros. Un resbalón inoportuno y el consiguiente disparo a las nubes privaron a su equipo de una remontada que hubiese dado alas a un conjunto que necesita puntos como el comer. Otra vez será. El martes contra un herido Manchester United, por ejemplo.