El Arsenal necesitaba ganar sí o sí, para seguir en la lucha por el título doméstico. Era la oportunidad perfecta, ya que el Manchester City sucumbió ayer ante el líder y daba opciones a seguir luchando por el campeonato si se conseguía hoy el triunfo.

Arsene Wenger sabía de antemano que hoy tocaba ganar y puso toda la carne en el asador a pesar de los pocos retoques del once inicial: La entrada de Gabriel por Mertesacker y la presencia de Flamini en el centro del campo.

Aunque el conjunto gunner partía como favorito, el enfrentamiento tuvo algunos tramos en los que el Bournemouth estaba apunto de darle la sorpresa y agrandar la negativa racha por la que estaba pasando (hasta el día de hoy) el conjunto del norte de Londres.

El Vitality Stadium fue una olla a presión y alentó hasta el final a sus jugadores, pero no fue suficiente para conseguir un resultado positivo.

Los jugadores del Arsenal salieron bien concienciados y preparados para evitar la posible sorpresa de un equipo que está catalogado como “matagigantes” debido a los resultados cosechados contra los grandes de esta competición. Wenger planteó una táctica muy ofensiva, y apostó por la rapidez de sus extremos, aun dejando a Walcott en el banquillo, Oxlade-Chamberlain junto a Alexis Sánchez fue una pesadilla continua para la defensa de los cherries.

El partido se desarrolló según el guión previsto, el conjunto vistante asediaba en oleadas la portería de Boruc y los locales intentaban aguantar el aluvión mediante un planteamiento agresivo basado en faltas para frenar al rival.

En el minuto 22 de partido, Olivier Giroud conseguía visualizar al alemán Ozil para poder mandarle el envió que el mediapunta conseguiría convertir libre de marca en el primer gol del partido.

Nada más sacar de centro, una presión intensa del conjunto de Wenger bastó para hacer un robo de balón. Sería Aaron Ramsey el encargado de mandarle un envió directo a Oxlade-Chamberlain que definiría perfectamente para poder batir a Boruc.

Oxlade-Chamberlain y Özil, autores de los dos tantos del partido. Foto: Premier League
Oxlade-Chamberlain y Özil, autores de los dos tantos del partido. Foto: Premier League

Los dos goles consecutivos fueron un jarro de agua fría para el conjunto local que estaba aguantando bastante bien las acometidas del Arsenal hasta ese momento, e incluso, lanzando algún ataque para poder sorprender al conjunto de Wenger.

Aún así el Bournemouth quería vender cara su derrota y lo intentó hasta el final. Matt Richie tuvo una oportunidad clarísima de gol al no aprovechar un rechace propiciado por el guardamenta Peter Cech, de haberla convertido el partido se hubiera ido con un 2-1 al intervalo.

La segunda mitad comenzó con una apuesta valiente por parte del conjunto local que intentó por todos los medios meterse en el partido. El sacrificio físico no fue suficiente para un Bournemouth que veía como ninguna de las tantas ocasiones, la mayoría protagonizadas por Richie no eran convertidas en gol.

El esfuerzo no tardó en pasarle factura a los locales, ya que el Arsenal demostraba que no necesitaba de mucho para poder provocar ocasiones de gol, un latigazo de Alexis desbaratado por una sensacional parada del guardameta Boruc anunció que el conjunto del norte de Londres se sentía cómodo en el partido a pesar de todo.

Los últimos minutos de partido se caracterizaron por tener una tónica equilibrada entre ambos conjuntos, ya que ambos buscaban imponerse el uno al otro mediante el juego combinativo.

Con esta victoria el Arsenal sigue aún la estela del Tottenham tras su victoria de ayer frente al Watford y adelanta al Manchester City en la lucha por el campeonato arrebatándole la tercera posición.

El Bournemouth por su parte, se mantiene en la misma posición: decimoquinto con un colchon de puntos sobre los puestos de descenso.

El conjunto de Arsene Wenger recibirá al líder de la competición para batirse en un duelo que se predice importante en la lucha por el título

Los cherries por su parte, recibirán al Stoke City en un duelo por seguir manteniendo la categoría.