En la temporada 2010/2011 los diablos rojos de Manchester encararon la jornada 26 de la Premier League como líderes. Su visita al Molineux Stadium, estadio del Wolverhampton Wanderers, se saldó con una derrota pese al tanto inicial del portugués Nani. Aquél Wolverhampton, que le dio la vuelta al partido con tantos de Elokobi y Doyle, se encontraba en puestos de descenso.

En aquella jornada el Manchester United acabó como líder, aventajando a Arsenal y Manchester City con 1 y 4 puntos respectivamente. Al final de la temporada el Manchester United acabaría demostrando su superioridad ganando la competición doméstica con una diferencia de 9 puntos frente a Chelsea y Manchester City, que acabaron siendo sus máximos competidores.

Otro argumento positivo para los supersticiosos, y aficionados del Leicester, es que en aquella campaña el Arsenal también merodeaba por el liderato de la Premier. Como ya es habitual en los últimos años, los de Wenger acabaron cayendo y finalizaron la temporada en cuarto lugar. En la presente campaña, la irregularidad de los gunners está penalizando mucho a los londinenses y parece que la cuarta plaza es una opción más que probable.

Doyle celebra el gol ante el Manchester United. Foto: Dailymail
Doyle celebra el gol ante el Manchester United. Foto: Dailymail

El héroe argentino

La llegada de un delantero argentino a la Premier sacudió la competición inglesa. Los vecinos del United, el Manchester City, reventó una vez más el mercado, esta vez para llevarse a Sergio Agüero del Vicente Calderón al Etihad Stadium. 45 millones de euros sirvieron para dar el plus necesario a un equipo que se mantuvo las 14 primeras jornadas de la Premier imbatido.

La jornada 26 llegó con el duelo por la Premier entre City y United, siendo líderes los primeros con dos puntos de ventaja. Aquella tarde de febrero, los skyblues se impusieron de forma contundente en el Etihad a un desahuciado Blackburn Rovers, con tres goles de los tres delanteros centros del equipo: Mario Balotelli, Sergio Agüero y Edin Dzeko.

Mientras tanto, en Carrow Road, el Manchester United superó un difícil partido ante el Norwich. Los de Alex Ferguson se adelantaron con un gol de Paul Scholes, pero Grant Holt empató para los canarios a falta de siete minutos para el final. Parecía que solo la mitad celeste de Manchester sonreiría aquél fin de semana, pero en los minutos de descuento, Young centró un balón para que Giggs, con el exterior del pie, al segundo palo, como el más listo de la clase, marcara el gol decisivo que daba los tres puntos a los visitantes. Ferguson, Scholes y Giggs, vaya tres leyendas.

Aquella temporada acabaría con el desenlace más hollywoodiense de la historia de la Premier League, y quizás del fútbol. El QPR jugaba en el Etihad y podía necesitar de puntuar para mantener la categoría, pero todo dependía de lo que hiciera el Bolton Wanderers en el Britannia Stadium. El Manchester City necesitaba mejorar o igualar el resultado del United, que ganó en el Stadium of Light ante el Sunderland, para ganar la Premier. Llegamos al minuto 90 en el Etihad y el QPR se entera de que está salvado. Entonces, por arte de magia, y con un 1-2 en el marcador, aparece Dzeko para empatar el partido. Finalmente, en el 93 llegó el Kun Agüero para obrar el milagro. Dos goles en tres minutos de descuento. La locura se desató en el Etihad. Las lágrimas llegaron a los aficionados rojos de Manchester. Así pues, quién llegó a la jornada 26 como líder en la Premier, acabó conquistando el título.

Momento en el que Agüero anota en el descuento para darle el título al City. Foto: Sky Sports
Momento en el que Agüero anota en el descuento para darle el título al City. Foto: Sky Sports

El último equipo de Ferguson

Manchester era el núcleo por excelencia del fútbol inglés. El Manchester United sabía que Alex Ferguson, sir Alex Ferguson, dejaría el banquillo de Old Trafford a final de temporada. Las ganas de los Red Devils por hacer algo grande fueron evidentes, pues llegaron líderes a la jornada 26 con doce puntos de diferencia frente a sus vecinos.

La temporada estaba siendo inmaculada, y el Manchester United recibía en aquél domingo de febrero al Everton. Los tofees no fueron rival para un rodillo rojo que ganó por 2-0 con tantos de Van Persie y Ryan Giggs. Nadie les podía hacer frente, hasta que la excelencia hecha fútbol, el maravilloso Barça de Pep Guardiola, les bajó del sueño en la recordada final de Wembley.

La superioridad de aquél último equipo de Ferguson fue incontestable, y la clasificación final así lo reflejó con 11 puntos de diferencia frente al Manchester City. Otro precedente más para soñar en Leicester.

Giggs hizo uno de los goles en la victoria ante el Everton. Foto: Ibitimes
Giggs hizo uno de los goles en la victoria ante el Everton. Foto: Ibitimes

El resbalón de Gerrard

El liderato de la temporada 2013/2014 en la Premier cuando entramos en el mes de febrero residía en el Chelsea de José Mourinho. Los blues lideraban la carrera con 57 puntos, pero eran seguidos por el Arsenal con 56, el Manchester City con 55 y el Liverpool con 53. El Manchester United, entrenado por David Moyes, ya estaba descolgado a 15 puntos del Chelsea.

The Hawthornes fue el escenario del partido que jugaron los de José Mourinho, y ahí los blues perdieron dos puntos muy importantes con un gol de Anichebe para los locales en los instantes finales. El Manchester City no pasó del empate a dos frente al Sunderland en el Etihad, mientras que el Arsenal empató a cero ante el United en casa. El único equipo que logró sumar tres puntos en su casillero fue el Liverpool de Brendan Rodgers que ganó 2-3 en Craven Cottage con goles de Sturridge, Coutinho y Gerrard.

Aquella temporada se acabaría definiendo 10 fechas después, en la jornada 36. El Chelsea, que ya parecía muerto en la pelea, visitaba Anfield, en un partido que de haber ganado los de Rodgers les daba medio título. Entonces llegó el famoso resbalón de Gerrard y la victoria por 0-2 de los de Mourinho. El Liverpool acabó perdiendo la Premier por dos puntos de diferencia frente a un Manchester City que se adjudicó el título en ganar al West Ham en el Etihad con los goles de Nasri y Kompany.

Gerrard se lamenta tras su resbalón ante el Cheslea. Foto: Independent
Gerrard se lamenta tras su resbalón ante el Cheslea. Foto: Independent

Dominio blue

En la pasada temporada, los hombres de José Mourinho llegaron a la vigesimosexta fecha de la Premier League encabezando la tabla clasificatoria con 5 puntos de margen respecto al Manchester City.

En aquella jornada, el Chelsea no pasó del empate en Stamford Bridge frente al Burnley, equipo que acabaría descendiendo, con un tanto del visitante Mee en los últimos instantes de partido. Por su parte, los citizens acortaron la distancia con una contundente victoria en el Etihad frente al Newcastle por 5-0. En aquella misma fecha, el Leicester era colista con tan sólo 18 puntos en 26 jornadas, pareciendo un equipo predestinado a bajar a la Championship. La temporada, como bien se recuerda, acabó con el Chelsea conquistando el campeonato.

Los jugadores del Chelsea celebran el título conseguido la pasada temporada. Foto: 360nobs
Los jugadores del Chelsea celebran el título conseguido la pasada temporada. Foto: 360nobs

El sueño del Leicester

Llegamos al presente y los zorros de Leicester son líderes de la Premier League. Su máximo perseguidor en esta jornada 26 es el Tottenham de Mauricio Pochettino, otro outsider que podría dar la campanada y llevarse el título.

En las últimas cinco jornadas los hombres de Claudio Ranieri han sumado cuatro victorias (Tottenham, Stoke, Liverpool y Manchester City) y solamente empataron frente al colista, Aston Villa. El Tottenham viene también de cuatro victorias y únicamente una derrota. Mientras tanto, el Arsenal sólo ha sumado un triunfo en sus últimos cinco encuentros, y el Manchester City viene de ser humillado por 1-3 en el Etihad por el flamante Leicester City.

Los jugadores del Leciester celebran la victoria en el Etihad Stadium. Foto Leicester vía Getty Images
Los jugadores del Leciester celebran la victoria en el Etihad Stadium. Foto Leicester vía Getty Images

La jornada 26 del presente campeonato promete ser apasionante, con los cuatro primeros clasificados enfrentándose entre sí. El Leicester visitará el Emirates Stadium para batirse al Arsenal y el Manchester City recibirá al Tottenham en el Etihad Stadium.

Los cinco puntos de distancia del Leicester frente al segundo clasificado no son definitivos, pero los precedentes son claros: en las últimos cinco temporadas, el equipo que ha llegado líder a la jornada 26 se ha acabado llevando el título excepto en una ocasión. Veremos que nos depara el futuro, pero si Riyad Mahrez y Jamie Vardy no son suficientes, los precedentes también son argumentos para soñar.