La temporada del Chelsea ya empezó de la peor forma posible. En la final de la Community Shield disputada en Wembley, el equipo de José Mourinho sucumbió ante el Arsenal y dijo adiós al primer título de la temporada.

El inicio de la Premier League no fue balsámico, y es que Stamford Bridge vio el primer tropiezo de los suyos con un empate a 2 ante el Swansea City. Pero aún peor sería la visita al Etihad en la segunda jornada, cuando los de Pellegrini le infringieron un doloroso 3-0 que ya mostraba la pésima forma de la defensa del Chelsea.

La llegada de Pedro al equipo pareció insuflar un soplo de aire nuevo que sirvió para derrotar al West Brom a domicilio con un tanto y una asistencia del canario. Pero poco duro la alegría en uno de los barrios más pijos de Londres, porque el Crystal Palace asaltó el Bridge en la cuarta fecha, y el Everton también derrotó a los capitalinos, en Goodison Park, en la jornada siguiente. 2 puntos de los 15 primeros en juego, y los primeros rumores sobre la salida de Mourinho sobrevolando el Bridge.

El equipo resopló con la visita del Arsenal a Stamford Bridge, en un partido que los de Mourinho solventaron por 2-0 (en parte gracias a una dudosa expulsión de Gabriel al filo del descanso).

El partido ante el Liverpool en Stamford Bridge parecía decisivo para la posible destitución del técnico portugués. Un tempranero gol de Ramires no sirvió para nada a los blues, que vieron como Coutinho empataba en el descuento de la primera mitad y consumaba la remontada una vez entrada la segunda parte. Además, Benteke acabó de sentenciar con el 1-3 definitivo.

Cesc no entiende que le pasa al Chelsea | Foto: FOX Deportes
Cesc no entiende que le pasa al Chelsea | Foto: FOX Deportes

Adiós José

La única válvula de escape de la pésima temporada del Chelsea en la Premier League era la Champions League, y en un grupo a priori fácil, los de José Mourinho tuvieron que jugárselo todo en el último partido.

El máximo torneo continental empezó con la victoria en casa ante el Maccabi por un contundente 4-0.  Después derrota 2-1 en Portugal ante el Porto, empate a 0 ante el Dinamo en Ucrania, y victoria ante estos mismos rivales en el Bridge por 2-1. Un tanto de William en esta victoria, en un partido que el Chelsea remontó en la segunda mitad, se antojó decisivo en este grupo.

El partido a vida o muerte se jugó en Stamford Bridge y tenía el morbo de ver compitiendo a José Mourinho e Iker Casillas, rivales en su antigua etapa en el Real Madrid, por un puesto en los octavos de final de la Champions League. El español Iván Marcano, en propia puerta, inauguró la cuenta de los locales, y en la segunda mitad, el que estaba, y está, siendo el mejor jugador de los blues en la presente campaña, el brasileño William, marcó el tanto definitivo.

La clasificación en la Champions League no acalló a los críticos con Mourinho, y es que el rumbo en la Premier League era pésimo. Finalmente, el partido definitivo fue la visita al campo del líder: el sorprendente Leicester de Ranieri. Vardy y Mahrez, las dos estrellas de este equipo irrepetible, firmaron la sentencia de muerte de José al cargo del Chelsea. Un adiós anunciado a gritos.

Siempre nos quedará la Champions

El máximo mandatario del Chelsea, el ruso Roman Abramovich, decidió traer a su compatriota Guus Hiddink para dirigir al equipo hasta final de temporada. Desde que el ruso es el nuevo entrenador, el Chelsea ha encadenado 13 partidos sin conocer la derrota en Premier League, pero los puestos de Europa aún parecen lejanos.

Guus Hiddink, entrenador del Chelsea | Foto: CNN
Guus Hiddink, entrenador del Chelsea | Foto: CNN

El punto negro de lo que lleva Hiddink como entrenador de los londinenses fue el partido de octavos de final de la Champions League. En una de las eliminatorias estrellas de la ronda, el Chelsea visitaba el Parque de los Príncipes para medirse al PSG. Los parisinos sacaron un positivo 2-1 con goles de Ibrahimovic y Cavani, pero el gol de Obi Mikel deja muy vivos a los ingleses.

La Champions League es la competición de las noches mágicas, aquellas que se recuerdan siempre. Los niños del Chelsea sueñan con una noche de gloria, como aquella que les robó un mago manchego. Como la que podría haber sido si Terry no se hubiera resbalado en Rusia. Una noche donde el Chelsea remonte la eliminatoria al PSG.