Era sábado y el Liverpool había empatado a uno su último partido de liga ante el Everton en el derbi de Merseyside. Danny Ings había adelantado en el marcador al equipo dirigido por Brendan Rodgers al filo del descanso, pero Romelu Lukaku anotaba el gol del empate en el último minuto del primer tiempo. Tan solo un día después del encuentro ante los de Roberto Martínez la directiva de los reds despedía al entrenador norirlandés por los malos resultados del Liverpool. Después de miles de rumores y numerosos nombres de entrenadores para suplir a Rodgers, cuatro días después el Liverpool anunciaba la contratación de Jürgen Klopp. El entrenador alemán se encontraba sin empleo desde que no renovase con el Borussia Dortmund y finalizase su contrato con el club alemán a final de la temporada pasada.
Klopp ilusiona a los reds
La llegada del técnico germano inundó de ilusión a todo el mundo, aunque sobre todo a los aficionados reds. La vuelta a los banquillos de uno de los entrenadores más carismáticos del mundo y su fichaje por un club tan importante como el Liverpool revolucionó el mundo del fútbol en las primeras semanas. Además, Jürgen Klopp se encontraría en la Premier League con otro de los técnicos con más personalidad del momento, José Mourinho.
El fichaje del teutón por los reds disponía de todos los alicientes para convertirse en legendario. Un técnico muy carismático para un equipo histórico como el Liverpool y que ya había demostrado su calidad como entrenador llevando a una final de Champions League al Borussia Dortmund con un juego muy atractivo. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Jürgen Klopp parecía ser la panacea para los problemas que lleva arrastrando el Liverpool las últimas temporadas. Pero no fue así.
Ante su reto más difícil
El exentrenador del Borussia Dortmund cumple su cuadragésimo partido en el banquillo del Liverpool. Esta vez el partido es mucho más especial de lo que él se pudiera haber esperado, ya que juega ante su exequipo, el club con el que se hizo un nombre en el fútbol mundial. Alemanes e ingleses se cruzan en los cuartos de final de Europa League. El partido de ida será en el Signal Iduna Park, así que Klopp vuelve a la que fue su casa durante seis temporadas consecutivas. Con el Borussia Dortmund consiguió ganar dos ligas alemanas de manera seguida y llevó al equipo de Westfalia a su segunda final de Champions League de la historia, la cual finalmente perdió ante el Bayern Múnich por 2-1.
Lo más importante que Klopp hizo en el Borussia Dortmund fue devolver al cuadro alemán a la élite del fútbol europeo. A excepción de la última campaña, el equipo que por aquel entonces dirigía el actual técnico del Liverpool era temible en toda Europa gracias a un juego espectacular. Algo que todavía no ha conseguido con los reds. El alemán recogió al equipo inglés en la décima posición de la tabla de Premier League y actualmente solamente se encuentra un puesto por encima. Es cierto que el Liverpool ha mejorado con Jürgen Klopp (sobre todo por lo mal que lo estaba haciendo Rodgers), pero las expectativas eran tan grandes que el fichaje del alemán ahora es un tanto agridulce. Tuvo en su mano ganar su primer título apenas cinco meses después de llegar a Anfield, pero el Liverpool perdía la final de la Capital One Cup ante el Manchester City en la tanda de penaltis.
Los reds también han conseguido llegar hasta los cuartos de final de la Europa League esta temporada, pero su andadura parece que acaba en esta eliminatoria. Su rival, el Borussia Dortmund, es el equipo favorito para llevarse la segunda competición continental. Así mismo, el Liverpool tiene muy difícil llegar a los puestos de Premier League que le darían acceso a jugar en Europa la próxima campaña.
Klopp, con margen de mejora
Los resultados no han mejorado en demasía, sobre todo por las expectativas creadas con su llegada. No obstante, Jürgen Klopp, como ya acostumbrase a hacer en toda su trayectoria con el Borussia Dortmund, ha dejado momentos extraordinarios en rueda de prensa o en el propio terreno de juego. Existen dos ejemplos claros que muestran este carisma que ha traído Klopp al banquillo de Anfield. En su presentación como nuevo técnico del Liverpool el alemán se declaró a sí mismo como The Normal One, en referencia a una pregunta del periodista sobre su similitud con José Mourinho, autoproclamado The Special One, en cuanto a su personalidad, sobre todo en las ruedas de prensa. El otro momento mágico de Klopp con los reds hasta el momento fue en la victoria ante el Norwich City en Carrow Road in extremis. El Liverpool consiguió ganar el encuentro finalmente 4-5 con un gol de Lallana en el último suspiro y el entrenador alemán fue directo a lanzarse sobre el futbolista inglés y sus compañeros para celebrar el triunfo ante los de Alex Neil.
En cuanto a las estadísticas, el ex del Mainz 05 no llega siquiera al cincuenta por ciento de victorias en los 39 partidos que ha entrenado al Liverpool. Los reds han ganado diecisiete partidos con Jürgen Klopp mientras que ha empatado 13 y ha perdido otros nueve. Los resultados del germano con el Liverpool han sido algo mediocres, pero su carisma y su personalidad tanto en las ruedas de prensa como en el banquillo de Anfield hacen que los aficionados reds lleven esta temporada, pese a ser muy mala, de manera más amena.
Los resultados no han mejorado sobremanera, pero la ilusión que desprende el entrenador alemán para la temporada que viene es gigante. No hay que olvidar que Klopp llegó al Liverpool con la temporada empezada, lo que significa que no pudo planificar la campaña desde el principio y tuvo que adaptarse a la organización que había realizado Brendan Rodgers. El Liverpool puede volver a estar entre los grandes, al menos en Premier League, gracias a Jürgen Klopp. La fórmula suele ser exitosa: gran entrenador y equipo histórico. Sin embargo, ahora le toca volver a Alemania al estadio de su exequipo para intentar eliminarlo de la Europa League.