El pasado sábado el Aston Villa ponía fecha a su cantado descenso a la Championship. Jugadores en el césped llorando, aficionados que no pudieron dormir y un cuerpo técnico desilusionado que ve a un equipo que baja a la segunda división inglesa 29 años después. Sin embargo, no todo son lágrimas entre los "villanos". Pero ni la caída a los infiernos llega a ser un motivo para Gabriel Agbonlahor.

Como si de una montaña rusa se tratase. Así se podría definir la carrera del jugador inglés. Una serie de subidas y bajadas que han finalizado en forma de kamikaze. Y es que horas después del partido, el delantero fue captado por las cámaras de televisión dentro de una discoteca en el centro de Londres. Acompañado de dos mujeres y con varias cápsulas de metal en el suelo. Esas cápsulas, que contienen óxido nitroso, el llamado 'gas de la risa', producen aproximadamente un minuto de éxtasis y es una de las drogas legales más extendidas en el Reino Unido.Una foto que refleja su temporada.

Pero esta no es la primera vez que Agbonlahor la lía fuera de los terrenos de juego. El pasado 1 de abril, se filtraron unas fotos suyas fumando un narguilé en Dubai, durante el último parón de selecciones. Esto, y su constante subida de peso, obligaron a su entrenador, Erick Black, a apartarlo del equipo de forma inmediata. No obstante, después de su nuevo acto de rebeldía, los dirigentes del club han decidido suspenderlo de empleo y suelo de forma indefinida: "Aston Villa Football Club ha suspendido hoy a Agbonlahor hasta que concluya la investigación interna. El club no comentará nada más al respecto hasta que finalice dicha investigación", informó el equipo de Birmingham mediante un comunicado. Por lo que el futuro del ex-internacional inglés se tiñe de negro.