Las gradas del Etihad Stadium eran una auténtica fiesta en los instantes previos al inicio del encuentro. Los seguidores citizens formaban un espectacular mosaico y se lanzaban confetis al ritmo de Hey Jude de The Beatles. Pero la fiesta no se trasladó hasta el terreno de juego.

De todo menos peligro

El partido comenzaba con una baja importante en las files del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, que ya se perdió por lesión el último partido de liga de los blancos frente al Rayo Vallecano, no se había recuperado del todo y disfrutaría del encuentro desde el banquillo.

El dibujo que iban a seguir ambos equipos quedó claro desde el principio. Los de Zinedine Zidane se cerraron en su campo para defender a un City que había optado por un juego más ofensivo.

Comenzó dominando el balón el Madrid, pero el conjunto sky blue no tardaría en reaccionar y en encontrar huecos entre la defensa merengue para intentar llegar hasta el área de Keylor Navas. Sin embargo, el Manchester City se encontraba una y otra vez el mismo problema: no había nadie que rematase los centros. Fernandinho no conseguía encontrar a Agüero, marcado durante todo el partido por Pepe, y los balones de Navas se perdían tras la línea de portería sin encontrar a ningún compañero que finalizase la jugada.

Los intentos de llegada del City se alternaban con los de los visitantes. Lo intentó Bale tras una jugada entre Modric y Benzema, pero el centro forzado del galés no encontró portería.

Silva tuvo que retirarse lesionado al final de la primera parte y Benzema no se pudo reincorporar al partido tras el descansoEl partido no cogía ritmo. Las pocas llegadas –todas sin peligro– se contaban con los dedos de una mano y el juego se centraba en el centro del campo. Poco a poco parecía que empezaba a sobresalir en ataque el City. De Bruyne intentó conectar con Agüero que, de no ser por la llegada de Ramos, podría haberse quedado en un mano a mano con Navas.

Después de que Pepe viera la primera amarilla del encuentro tras una entrada sobre De Bruyne, los citizens pudieron intentar adelantarse en el marcador con dos jugadas a balón parado, pero se encontraba una y otra vez con el escudo formado por la defensa del Real Madrid.

Los minutos iban pasando y parecía que la idea de los equipos iba a ser intentar no cometer errores y aprovecharse de los del rival. El juego seguía lento, con demasiado contacto físico entre los dos equipos.

El Etihad Stadium era una fiesta en la primera semifinal de Liga de Campeones de su equipo | Foto: Champions League
El Etihad Stadium era una fiesta en la primera semifinal de Liga de Campeones de su equipo | Foto: Champions League

A poco más de cinco minutos para el descanso, Pellegrini se vio obligado a realizar su primer cambio. El jugador que estaba dirigiendo el juego del City, David Silva, se echaba mano a la pantorrilla y dejaba claro que no podía seguir en el terreno de juego. Entró en su lugar Iheanacho, pero el fútbol de los locales ya no iba a ser el mismo.

Comenzó entonces a aumentar el dominio del Madrid y suyas iban a ser las últimas dos jugadas antes de que Çakir pitará el final de la primera parte.

Hart, el salvador

También Zidane tuvo que hacer cambios en sus filas antes del inicio de la segunda mitad. El técnico francés tuvo que retirar del once a su compatriota Benzema, que, aunque jugó los primeros 45 minutos, acabó la primera parte con molestias y decidió no continuar.

Tras salir del túnel de vestuarios el City tuvo su primera ocasión clara de gol. Pudo estrenar el marcador el ‘Kun’ Agüero, pero su disparo se marchó por encima de la portería merengue. Parece que habían salido más concentrados los locales, pero el Real Madrid reaccionó pronto y se fue creciendo con el paso de los minutos. Los balones largos o a balón parado se convirtieron en el mejor aliado para los visitantes, pero enfrente tenían a un portero muy difícil de batir.

Casemiro y Pepe se convirtieron en la sombra de los delanteros citizens | Foto: Champions League
Casemiro y Pepe se convirtieron en la sombra de los delanteros citizens | Foto: Champions League

En el 54, tras un saque de esquina, el remate de cabeza de Sergio Ramos –muy centrado– acabó en manos de Hart. Y desde ese momento empezaron el calvario y la gloria del internacional inglés. Mientras el resto de sus compañeros intentaban batir al rival a la contra, Hart tuvo que convertirse una vez más en el salvador del City.

Casi logró batirlo Jesé que, tras un centro de Carvajal, mandó el balón directo al larguero. Camino similar siguió en la siguiente jugada el balón de Modric. El Madrid avisaba. Entonces llegaron las mejores paradas de Joe Hart en el partido. Tirando de reflejos y como si de un portero de futbol sala se tratase, el guardameta citizen sacó con el pie un remate de cabeza de Casemiro que iba directo al interior de la portería. La segunda se la hizo a Pepe que, tras recibir también después de un córner, envió el esférico directo al cuerpo de Hart, que abría los brazos intentando tapar todos los huecos posibles.

Entre intento e intento del Real Madrid se acercaba el final del partido y, viendo que era imposible batir a ninguno de los porteros, el partido acabó frenándose casi por completo. Aunque aún quedarían algunos intentos del City por no marcharse con empate a 0. En el 90 iba a llegar a manos de Sterling la última jugada peligrosa para los locales. Pero, a punto estaba de quedarse en un uno contra uno el extremo izquierdo citizen con Keylor  cuando se le cruzó Pepe para robarle el balón.

Así, sin vencedor ni vencido, con una igualdad más que notable y habiendo perdonado mucho (un equipo más que otro) llegó el pitido final. Todo se tendrá que decidir la próxima semana en el Santiago Bernabeu.