Cuando algo va mal, siempre puede ir peor, y este Aston Villa necesita héroes a los que agarrarse. Esta temporada su capitán y jugador más veterano de la plantilla (en cuanto a años en el club), Gabriel Agbonlahor, ha sido más villano que héroe, y su último episodio ha sido el intento de redención protagonizado en el día de hoy.
"No merezco el honor de llevar el brazalete de capitán de este equipo nunca más, ha sido un privilegio y perdido la confianza de la gente". Con estas duras palabras comunicaba el delantero su decisión de dar un paso al lado para tratar de salvar al menos su carrera futbolística.
El internacional inglés ha sido protagonista de varios escándalos esta campaña donde tan solo ha anotado un gol en los 18 partidos disputados. Durante el parón de selecciones se le vio fumando en pipa en sus vacaciones en Dubai con unos amigos, por lo que fue objeto de una investigación interna por parte del club.
Poco tiempo despúes fue apartado del equipo debido a su lamentable forma física y evidente sobrepeso, aunque las noticias se seguían amontonando. El mismo día que se confirmaba el descenso (no por obvio, menos doloroso) del Aston Villa, el jugador fue fotografiado en un hotel de Londres de fiesta con varios amigos y restos del conocido como 'gas de la risa' en el suelo de la habitación. De nuevo se vio al margen del equipo y mientras su sanción termina este lunes próximo y podrá volver a jugar con los villanos, ha tomado la sensata decisión de abandonar el puesto de mayor responsabilidad del vestuario.
"Quiero pedir perdón por mi comportamiento, en especial en estas últimas semanas, tan dolorosas para todos"El jugador sin embargo no es ajeno al mal momento que vive el club de su vida y aseguró lo siguiente en la nota. "Debo pedir perdón por mis actos, especialmente en las últimas semanas que han sido muy dolorosas para todos los seguidores del club. Dejo la capitanía con efecto inmediato ya que no merezco más el honor, aunque ha sido un orgullo que me duele muchísimo perder. He jugado aquí durante 16 años en los que he mostrado mi pasión, mi amor y valentía defendiendo estos colores. Pido a los seguidores que sean compasivos y me perdonen y olviden mis actos a pesar de que la prensa trate lo contrario. Estoy de acuerdo en que mis actuaciones esta temporada no han sido lo suficientemente buenas, pero aseguro que voy a darlo todo para tratar de mejorar. ¡Arriba el Aston Villa hasta el final!".
Puede que este sea el penúltimo, o último capítulo en el culebrón de Agbonlahor, aunque en sus manos está el volver a ser ese eléctrico delantero que tan bien le vendría a los villanos la temporada que viene en Championship.